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#Opinión Por:Rosy RAMALES
Falta poco, dicen, para que el gobierno de Alejandro Murat Hinojosa dé resultados a los oaxaqueños en torno a las investigaciones sobre el manejo de los recursos públicos en la administración de su antecesor Gabino Cué Monteagudo, de la coalición PRD-PAN-PT y el extinto Convergencia.
Eso sí, nadie sabe precisar si la indagatoria alcanza al ex mandatario de Oaxaca tal como alcanzó a Javier Duarte de Ochoa de Veracruz, Tomás Yarrington Ruvalcaba de Tamaulipas y César Duarte Jáquez de Chihuahua; todos ex gobernadores priistas. O como al panista Guillermo Padrés Elías de Sonora.
Lo que sí, en la entidad oaxaqueña por el momento las investigaciones arrojan resultados claros para el correspondiente proceso penal en los casos de servidores públicos de la administración gabinista de las secretarías de Salud, Finanzas y de las Infraestructuras y Ordenamiento Territorial Sustentable (Sinfra).
¿Son los ex titulares de dichas dependencias? No lo precisaron.
Y habrá que recordar que en las tres secretarías hubo dos titulares durante el sexenio de Cué Monteagudo, aunque en el caso de Salud, el señalado ha sido Germán Tenorio Vasconcelos. En Sinfra fungieron Netzahualcóyotl Salvatierra López y Sergio Pimentel Coello, quien sustituyó al primero cuando la presumible corrupción en la secretaría había hecho crisis públicamente.
Gabino Cué tuvo dos Secretarios de Finanzas: Gerardo Cajiga Estrada y Enrique Arnaud Viñas. Y los tres fueron servidores públicos de primer nivel en el sexenio del entones priista Diódoro Carrasco Altamirano, hoy panista del equipo de Rafael Moreno Valle, ex gobernador de Puebla y aspirante a la candidatura del PAN a la Presidencia de México.
Incluso, Cué y Cajiga trabajaron con Diódoro en la Secretaría de Gobernación. En ese ejercicio, Gajiga fue inhabilitado cinco años por la Secretaría de la Función Pública por “violación de procedimientos de contratación” cuando se desempeñó como Oficial Mayor de la Segob.
No obstante, Gabino lo hizo su Secretario de Finanzas, cargo al que renunció tres años después según porque había “terminado su ciclo” al frente de la dependencia, pero quedó bajo sospecha.
¿Quién de ellos está involucrado en manejos irregulares de los recursos públicos? Pronto se sabrá, dicen. Incluso, la investigación alcanzaría no solo a titulares de secretarías, sino también a servidores públicos de menor rango administrativo, pero de mayor jerarquía política o de mayor peso en el círculo de poder gabinista.
Según se sabe por fuentes confiables, la nueva administración de Oaxaca literalmente encontró un “cochinero”. Pero la acción penal ha estado parada porque primero necesitaban integrar expedientes con pruebas. Y a lo largo de seis meses casi están integrados. Por lo tanto no tarda en que se proceda en contra de funcionarios gabinistas.
Y más vale que no tarde demasiado porque en el ambiente oaxaqueño ya permea la sospecha sobre acuerdos entre la administración saliente y la entrante para no tocar ni con el pétalo de una rosa a Gabino Cué y colaboradores; acuerdos que habrían tenido el propósito de facilitar el regreso del PRI al Gobierno del Estado.
En los corrillos del gobierno de Alejandro Murat Hinojosa piden calma, que pronto habrá noticias. Precisamente por eso, dicen, se impulsó el cambio del Fiscal General, para que el nuevo titular, Rubén Vasconcelos Baltrán, actúe sin la presión de gabinistas.
A ver qué pasa.
UNA SUMA QUE RESTA
Ocupó primeras notas la presencia del ex líder de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), Azael Santiago Chepi, en el cierre de campaña de la candidata de Morena a la gubernatura del Estado de México, Delfina Gómez Álvarez.
Se sumó a ella. Y no es novedad, Chepi se ha manejado públicamente en la izquierda, y en Oaxaca ha intentado ser representante popular por partidos de ideología de izquierda, como el PRD, por ejemplo.
Quizá en el Estado de México y a nivel nacional la presencia de Santiago Chepi junto a Delfina llame la atención y se vea como un logro a favor de la candidata. Pero el ex líder magisterial ya nada representa, ni siquiera en Oaxaca donde ni en su distrito ha podido ganar una elección per se.
Además, la de Chepi es una suma que resta a la imagen de Delfina. Habría de preguntar la fama del ex líder sindical en Oaxaca: Su nombre suena a desastre, a caos, a belicosidad.
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