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Opinión por Rosy Ramales.
Las marchas en contra del árbitro electoral distinguieron el declive de aquella época cuando el Secretario de Gobernación presidía el entonces Consejo Electoral, pues prácticamente el Presidente de la República tenía el control de las elecciones a favor del PRI, considerando que el mandatario era el jefe político de su partido.
La oposición, principalmente el PAN y luego el PRD (de donde emanaron los cuadros más influyentes del actual Morena), empujó la transformación del árbitro electoral. Y con el nacimiento del otrora Instituto Federal Electoral (IFE) dejaron de verse en las calles las protestas por fraude electoral.
Porque, entre otros factores, el Consejo General del IFE respetó los principios rectores de la actividad electoral, entre éstos la independencia, imparcialidad, objetividad certeza, gracias a la excelente conducción del consejero presidente, José Woldenberg Karakowsky, quien jugó un papel de mucha neutralidad y equilibrio en aquel momento.
Ahora, guardando las proporciones, se ha vuelto a ver una marcha de ciudadanos (¿y militantes de Morena?) exigiendo la renuncia del consejero presidente del actual Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, a quien formulan básicamente dos acusaciones:
Una: La intención de otorgarle el registro a México Libre como partido político nacional como una concesión al ex panista y ex Presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, enemigo del actual mandatario nacional y morenista Andrés Manuel López Obrador.
Dos: El “madruguete” en la ratificación “adelantada” de Edmundo Jacobo Molina como Secretario Ejecutivo del INE y, en consecuencia, del Consejo General.
Ja. En antaño la oposición vía sus seguidores acusaba al partido gobernante (PRI) de fraude utilizando al árbitro electoral, ahora es el partido en el gobierno (Morena) el que acusa al árbitro de fraude en el otorgamiento del registro a nuevos partidos políticos.
Mmm…¿pero la solicitud de registro será aprobada, en todo caso, hasta el mes de junio y para entonces ya estarán en funciones y plenamente encanchados los próximos cuatro nuevos consejeros y consejeras electorales del Consejo General del INE.
Por tanto, más bien parece un pretexto más para golpear al árbitro electoral por la reelección de Edmundo Jacobo, amén del interés de morenistas en desvirtuar el cumplimiento de requisitos de México Libre para constituirse como partido nacional.
¿Y a todo esto? ¿Es legal la reelección de Edmundo? Lo es; él fue electo Secretario Ejecutivo del INE a principios de abril del 2014, por tanto, en términos del artículo 50 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE), “durará en el cargo seis años y podrá ser reelecto una sola vez”.
Lo que están cuestionando tanto morenistas como algunos consejeros electorales del propio Consejo General, como José Roberto Ruiz Saldaña, es la anticipación de dicha reelección. Por eso acusan de antidemocrático a Lorenzo Córdova argumentando que debió esperar la integración de los próximos cuatro nuevos consejeros, a quienes la Cámara de Diputados deberá elegir a principios de abril.
Pero ese es un argumento político.
Legalmente, conforme al artículo 45 y 44 de la LGIPE Córdova Vianello tiene la facultad de proponer al Secretario Ejecutivo y el Consejo General de aprobar, en su caso, la propuesta. Así que Lorenzo está actuando dentro de la ley. Lo que sí, como bien argumentan sus detractores, se adelantó para evitar perder la votación en una integración distinta del órgano electoral.
Y bueno, aprovechó que no existe un plazo para aplicar la reelección del Secretario Ejecutivo del INE. Aunque las consejeras Adriana Favela y Pamela San Martín, así como el consejero Roberto Ruiz, “coincidieron en que el mejor momento procesal para llevar a cabo la designación del Secretario Ejecutivo debería ser en el mes de abril, una vez que se encuentren en funciones los nuevos consejeros electorales
Además Favela consideró que para que pueda darse la designación de un funcionario del INE, es necesario que se cumpla el plazo para el que fue designado, lo cual aún no sucede, ya que terminaría hasta el 10 de abril.
Mmm… Tal vez. Pero sería cuestión de impugnar la ratificación de Edmundo Jacob a ver que dice el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, la cual se llevó a cabo prácticamente dos meses antes la terminación del periodo por el cual fue electo. En todo caso, la reelección debe empezar a surtir efectos a partir del día diez de abril.
Es incierto, como incierto es que le den reversa a la reelección de Edmundo Jacobo impulsada por Lorenzo Córdova y respaldada por la mayoría de los consejeros electorales bajo argumentos reales como, por ejemplo, la víspera del proceso electoral concurrente más grande en la historia de México 2020-2021 y el Secretario Ejecutivo juega un papel determinante.
Imagínense el Secretario Ejecutivo prácticamente controla toda la estructura desconcentrada del INE y opera en la Junta General Ejecutiva.
¿Se dan cuenta?
Morena quiere quedarse con el control del Instituto a nivel central, en las 32 entidades federativas y en los 300 distritos electorales. Y la oposición también; en ambos casos a través de las y los consejeros electorales (con sus honrosas excepciones) y del consejero presidente.
Ahí el jaloneo.
Pareciera como si a los consejeros electorales les estuviera aflorando su afinidad política o, por lo menos, sus padrinazgos. Quien sabe hasta qué grado defienden la democracia, la independencia, la imparcialidad y la autonomía del INE, y hasta qué grado defienden intereses partidista.
