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Opinión por Rosy RAMALES
El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pidió a los integrantes de su gabinete “actuar todos con mucha prudencia para evitar cualquier polarización en el medio político” en el caso Puebla.
¿En verdad lo dijo en la reunión dónde además participaron legisladores federales? ¿O solo es declaración del senadorRicardo Monreal Ávila?; una buena declaración y además conciliadora en momentos en que no solo Puebla, sino todo el país, necesita tranquilidad.
Porque, ciertamente, la muerte de la gobernadora Martha Erika Alonso y de su esposo, el senador Rafael Moreno Valle, parece un dolor sentido por la mayoría de la población mexicana. Y no porque ésta sea afín al PAN, sino por la forma tan trágica del deceso y las adversas circunstancias políticas y electorales en el último año de vida de la panista.
Entonces, guardar prudencia es lo mejor. Bien por el presidente López Obrador, si lo dijo; es la postura institucional, amén de las precauciones también a tomar por la existencia de intereses aviesos que siempre buscan utilizar las tragedias humanas para provocar y desestabilizar.
Ojalá los morenistas hagan caso a AMLO. Porque muchas veces lo oyen, pero no lo escuchan. Y en ocasiones quienes más polarizan son los líderes de Morena, empezando por la presidenta nacional, Yeidckol Polevnsky, de predominante discurso beligerante.
Todavía el 16 de diciembre, dos días después de que la panista Martha Erika asumió la gubernatura, Yeidckol festinó en redes sociales la “asamblea popular en Puebla en contra del fraude (,) la resistencia civil organizada”, en mensajes etiquetados a Miguel Barbosa, el perdedor de la contienda electoral.
Y tiene razón AMLO cuando ha advertido la existencia de intereses mezquinos en su contra aprovechándose de la tragedia poblana. Igual como los hubo cuando la tragedia de los 43 normalistas desaparecidos siendo entonces presidente el priista Enrique Peña Nieto, a quien muchas veces le gritaron “asesino”.
Sin embargo, la gente y sus adversarios se olvidaron del presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca, y su esposa, María de los Ángeles Pineda, a quienes las autoridades competentes vincularon con la delincuencia organizada y con la desaparición de los estudiantes.
Fue un hecho que marcó el sexenio de Peña Nieto y que impactó electoralmente en el PRI.
Por eso, hace bien AMLO al llamar a los miembros de su gabinete y a los morenistas a la prudencia en el caso Puebla para evitar caer en provocaciones que afecten la imagen del Gobierno Federal y, en consecuencia, de Morena. Claro, esto no lo dijo pero se entiende, máxime frente a la elección extraordinaria a la gubernatura poblana.
Además, en 2019 habrá elecciones en cinco entidades del país: Aguascalientes, Durango, Quintana Roo, Tamaulipas y Baja California; en ésta última habrá comicios de gobernador.
Y en las elecciones del próximo año, las ordinarias y la extraordinaria, López Obrador ya no irá en la boleta electoral. Así que morenistas mejor actúen con sensatez, con prudencia, con congruencia y con honestidad.
En estos momentos la prudencia es vital en Puebla donde es necesaria la construcción de acuerdos para la elección del gobernador interino. Si Morena y el PAN polarizan más el ambiente político, la entidad agravará sus crisis en todos sentidos.
UNA PREGUNTA EN REDES SOCIALES:
“¿Quién vio los cuerpos?” De Martha Erika Alonso y de Rafael Moreno Valle. Algunas notas periodísticas dan cuenta de que fueron cremados antes del velorio.
SIN “MOCHES EN OAXACA”
Oaxaca es una de las entidades del país donde el Congreso Local aún no aprueba el Paquete Fiscal 2019 porque estaba en espera de la aprobación del Federal, y en eso se atravesó el puente navideño.
Amén de ello, en los corrillos de la actual LXIV legislatura se habla de falta de oficio político por parte de la coordinadora de grupo parlamentario de Morena y presidenta de la Junta de Coordinación Política, Laura Estrada Mauro, a quien, por cierto, se le ha dado por aclarar cada nota periodística donde se alude su nombre.
Ya agarró de encargo al periódico Tiempo y al reportero de la fuente, Juan Carlos Medrano, quien solo ha redactado las acusaciones entre los mismos diputados y diputadas; incluso, señalamientos por parte de autoridades municipales sobre situaciones extrañas en el actuar de morenistas.
Hará como ocho días en que legisladores de Morena salieron a negar haber recibido dieta y aguinaldo porque aún se desconoce de cuánto será, cuando forma parte del presupuesto 2018, no del 2019.
Y apenas ayer, Laura Mauro desmintió una nota donde se plasma que concejales acusan a morenistas de haberles pedido “moche” del 20% del presupuesto destinado para obras; caso contrario, no las habrá, sobre todo de pavimentación.
La filosofía popular es muy sabía. Dice: “Cuando el río suena, agua lleva”; y “la verdad no peca pero incomoda”. ¿Cuál aplicar? ¿Las dos o ninguna?
Flaco favor le hacen los morenistas oaxaqueños al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien acudió a Oaxaca en son de reconciliación, y sus adeptos en nada contribuyen. Hasta se vio en la necesidad de callarlos con un ya “chole” en sus abucheos tanto al gobernador Alejandro Murat como al mismo senador de Morena Salomón Jara.
Es más, según cuentan, en la gira el mandatario federal se enteró de que diputados y diputadas de la bancada local de Morena intentaron negociar la aprobación del Paquete Fiscal 2019 del Estado de Oaxaca a cambio de ocho mil millones de pesos en obras.
¡Gran moche!
¿Pero qué grupo? ¿El de los 16 o el de los 10? Ah, porque la bancada local de Morena compuesta por 26 legisladores, está dividida.
El chantaje vino del grupo de los 16, según trascendió en los corrillos camerales. AMLO ya debe tenerlo bien claro.
Porque en su gira a los oídos del Presidente de México llegó el llamado de auxilio del Ejecutivo estatal ante tan alta cuota de ocho mil millones de pesos en obras, cuando ya Vicente Mendoza Téllez Girón había negociado los términos del Presupuesto de Egresos de Oaxaca con la bancada de Morena en el Congreso de la Unión.
Y no obstante la aprobación del Paquete Fiscal Federal, a nivel local sigue parado el reloj legislativo por razones como las expuestas, pero además porque en el Congreso no saben cómo salir del viciado procedimiento de tener dos dictámenes del Presupuesto de Egresos.
¿Habrá un tercero? En los corrillos legislativos dicen que no, que más bien será aprobado el proyecto tal como lo envió el Ejecutivo estatal. Porque así lo convino el gobernador Alejandro Murat con AMLO en su reciente gira.
Y el presidente López Obrador habría accedido merced a la buena actitud democrática del mandatario estatal, pero sobre todo cuando se enteró de la exagerada petición, por no decir “moche”, de algunos legisladores morenistas.
Por cierto, el dictamen, cuentan, lo firmarían cuatro de los cinco integrantes de la respectiva Comisión Permanente. Una de las diputadas no firmaría porque trae negociador aparte y es de Juchitán, donde habrá mucho dinero para la reconstrucción.
Correo: rosyrama@hotmail.com
