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#COMUNICADO
Muchísimas gracias.
Saludo con enorme cariño, con gran afecto y con enorme respeto a todo el priismo, a esta representación del priismo nacional que concurre hoy aquí, a la sede de nuestro partido.
Déjenme compartirles que me emociona estar aquí, en ésta, la casa de los priistas; aquí, en su sede.
Y saludar a esta gran representación. Entre los miembros de la dirigencia nacional de nuestro partido, entre los dirigentes de las distintas organizaciones que conforman nuestro partido.
Saludar y agradecer la presencia de quienes han sido Presidentas y Presidentes del Comité Ejecutivo Nacional de nuestro partido.
Saludar a la Gobernadora y Gobernadores priistas que hoy aquí nos acompañan.
Saludar a los miembros del Consejo Político Nacional.
Saludar a quienes representan a distintas organizaciones adherentes a nuestro partido.
A quienes representan a los diferentes comités seccionales de todo el país.
A esta gran muestra del priismo nacional, a quien saludo con afecto, con respeto y con gratitud, por darme la oportunidad de encontrarme, esta fresca mañana, hoy, con ustedes.
Déjenme decirles una gratísima coincidencia, lo es al menos para mí.
En este mismo espacio, hace justamente cinco años, hace cinco años aquí, en este patio de la sede del Comité Ejecutivo Nacional de mi partido, me presenté ante el priismo nacional, ante su dirigencia, para solicitar mi registro entonces como precandidato a la Presidencia de la República.
Y hoy aquí estamos. Hoy estamos nuevamente, a cinco años de distancia, en esta oportunidad de encontrarme con esta representación, de asistir a la instalación de este Consejo Político Nacional, de haberle tomado Protesta a quienes recién se han integrado al mismo.
Y saludar a todas y a todos, y lo quiero dejar claramente subrayado, a mis compañeras y compañeros de partido.
Déjenme compartir con ustedes algunas reflexiones, a propósito de este encuentro, que tiene que ver con los tiempos que hoy estamos viviendo.
La realidad social, política, económica y cultural del mundo, sin duda, está cambiando.
Vivimos tiempos nuevos y retos inéditos para las democracias.
Los cambios demográficos, las comunicaciones instantáneas, la información ilimitada, el cambio constante de la tecnología, las tensiones de un mundo acelerado, son condiciones que modifican conductas y aspiraciones.
Cambios disruptivos que generan nuevos paradigmas, nuevas oportunidades, nuevas formas de interacción, pero también nuevas y crecientes demandas.
En gran parte del mundo las sociedades manifiestan insatisfacción.
Millones de personas exigen ser incluidas y protegidas; rechazan especialmente la desigualdad. Y no sólo eso. En una era tan veloz, en la que parece que todo está al alcance de un clic, los ciudadanos esperan que la soluciones sean inmediatas.
Ese descontento rápidamente se convierte en desconfianza en las autoridades, en las empresas, auténticamente en todas las instituciones.
Todos estos factores están influyendo en las decisiones de los ciudadanos a la hora de votar.
Ahí están los ejemplos de Colombia, España, Estados Unidos o el Reino Unido, donde los resultados no fueron los anticipados en encuestas o distintas mediciones.
Además de estos fenómenos globales, tenemos que reconocer y responder a las condiciones de nuestro entorno nacional, que nos exigen fortalecer la vigencia de nuestro Estado de Derecho.
Para ser la opción del electorado, el PRI y sus gobiernos debemos estar conscientes y atender estas realidades.
Debemos, también, como siempre lo ha hecho el PRI, recoger el mensaje de la ciudadanía en las urnas.
La elección del 2016 nos ha dado una gran lección, pero, al mismo tiempo, nos abre una enorme oportunidad.
Nos recuerda que nuestros gobiernos deben dar resultados concretos y positivos; que debemos mantener la unidad del partido en cada contienda electoral; y que debemos ser íntegros en el ejercicio del Gobierno y de la representación popular.
Quienes llegaron a un puesto público a través del Partido y quebrantaron la Ley, traicionan a los electores que confiaron en ellos, traicionan a la militancia priista y traicionan al PRI.
No debemos ser omisos frente a esos casos que indignan
Aquí mismo, en mayo del 2012, expresé claramente que en el PRI no tenían cabida, ni la tienen, ni la corrupción, ni el encubrimiento, y mucho menos la impunidad.
Pero tampoco podemos dejar que por unos se juzgue al PRI en su conjunto.
Somos millones los priistas que trabajamos por México de manera responsable, comprometida y entregada.
Quienes dañan el prestigio de nuestro partido, no merecen ser parte de él.
Por eso respaldo que al interior del partido se luche contra la corrupción y se sancione a quienes han traicionado y lastimado a nuestro instituto político.
Quienes hayan violado la ley, habrán de enfrentar la consecuencia de sus actos. La deshonestidad no encontrará espacio en el PRI del Siglo XXI.
En 2017 se renovarán las gubernaturas de Coahuila, el Estado de México y Nayarit, y habrá elecciones para elegir ayuntamientos en Veracruz. Respaldo también las acciones de nuestra dirigencia rumbo a estas cuatro importantes contiendas
Tenemos que redoblar esfuerzos, trabajar más, acercarnos a la gente y tocar puertas, todas las que sean necesarias.
Tenemos que trabajar para mantener y multiplicar nuestra base de militantes y simpatizantes.
Esto exige que el partido salga a las calles, que deje la comodidad del escritorio y que convenza a los electores.
Esa es la ruta. Así de elemental, pero, al mismo tiempo, así de desafiante.
El proyecto que propongamos, la cercanía con la gente, la entrega de nuestros candidatos y la unidad interna serán la base del triunfo de nuestro partido en el 2017 y en el 2018.
Soy un Presidente, y lo digo sin ambages, sin empacho, y ustedes los saben porque me lo han escuchado decir en más de una ocasión, soy un Presidente orgullosamente priista.
Conozco a mi partido, lo he vivido de cerca. Conozco las entrañas del instituto político al que pertenezco con orgullo.
Quiero decirles que no sólo quiero a mi partido, lo amo entrañablemente, porque estoy convencido que es el mejor partido de México.
No hay otro partido. Siéntanse orgullosos de ser parte del PRI, y siéntanse orgullosos porque hay razones para ello.
El dirigente nacional de nuestro partido ha expresado en su mensaje con toda claridad: éste es el gran partido de México, éste es el partido, y el video lo proyectaba, que mejor representa nuestra diversidad.
No hay otro partido tan completo, ni tan amplio en su expresión social, como lo es el PRI.
No hay otro partido cuyo rostro refleje la diversidad social de nuestro país.
Aquí hay comerciantes, obreros y campesinos; tienen lugar las amas de casa, los transportistas y los empresarios.
Aquí nos reunimos maestras y maestros, estudiantes, jubilados y servidores públicos.
Todo México cabe en el PRI.
Nos enorgullece ser un partido con presencia nacional. Estamos en todos lados, en las ciudades más pobladas, y también en las localidades más apartadas
Ahí están los campesinos de la CNC y las ligas de comunidades agrarias.
Están los trabajadores de las distintas organizaciones sindicales: la CTM, la CTC, la CROM, la CROC, todas las organizaciones; los trabajadores obreros, los trabajadores petroleros, los trabajadores del Seguro Social, los trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad; todos los trabajadores de distintas organizaciones sindicales que pertenecen y que están adheridas a nuestro partido.
Ahí están las organizaciones de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares; ahí están, también, el Organismo Nacional de Mujeres Priistas, que son grandes promotoras del desarrollo; está la Red de Jóvenes por México, y el Movimiento PRI.MX, que es la fuerza de la juventud que representa y da rostro a nuestro partido.
En la Fundación Colosio, en el movimiento Territorial y en el ICADEP, se dedica tiempo, trabajo y talento en favor del partido.
Pero, saben, lo más importante, se dedica tiempo para diseñar y pensar en ésta, que es nuestra gran Nación, para pensar en México.
Vaya, desde aquí, mi mayor reconocimiento a todos y cada uno de los militantes y simpatizantes del partido.
A todas y a todos allá, quienes siempre son el rostro del PRI: a la ama de casa, a quienes están en los seccionales, a quienes están en cada colonia, en cada cuadra.
A quienes defienden con emoción los colores del partido, sin esperar nada a cambio; sino con ese orgullo de identidad que da el ser miembro del Partido Revolucionario Institucional.
Para todas y todos, mi saludo fraterno y cariñoso de su compañero de partido.
Precisamente, por nuestra expresión diversa, el PRI, además de alentar la unidad partidista, siempre ha velado por la unidad nacional.
A diferencia de otros, el PRI jamás ha promovido la división entre los mexicanos.
El PRI es un partido que actúa de manera responsable, con seriedad y profesionalismo.
Somos un partido que ofrece soluciones reales y posibles.
Nuestro compromiso siempre ha sido dar resultados.
El PRI es el partido que ha acreditado capacidad para gobernar, experiencia acumulada y logros transformadores.
Hay que decirlo, sin presunción, pero sí abiertamente: el PRI es el Partido que ha hecho historia y ha escrito historia para nuestro país.
Como aquí hemos visto, desde su origen, la misión del PRI ha sido transformar a México. Esa es nuestra causa y nuestra convicción.
Imaginemos qué sería de nuestro país sin los sistemas de educación, salud y seguridad social, que hoy atienden a millones de mexicanos, y que fueron construidos por gobiernos priistas
Imagen un México sin industrialización, con una economía cerrada al mundo
Qué sería de nuestros estados sin las grandes obras de infraestructura, que conectan la geografía nacional.
México es lo que es, en gran medida, gracias al PRI y a su legado institucional.
El PRI le dio viabilidad y progreso a México durante el Siglo XX. Y ahora, en el Siglo XXI, el PRI sigue siendo factor de cambio, de evolución y de transformación nacional.
Ese fue mi compromiso desde la campaña para la Presidencia: impulsar la transformación de México, romper barreras. Y lo hemos logrado, haciendo política, política y más política, como el PRI siempre ha sabido hacerla.
Privilegiamos el diálogo, conciliamos posiciones y construimos acuerdos. El resultado es la agenda de reformas estructurales más amplia y profunda que se haya impulsado en décadas.
Hoy, esas reformas se están llevando a la práctica. Y no sólo eso. También hemos ampliado y mejorado los programas sociales y estamos construyendo grandes obras de infraestructura en todo el país.
México es de los pocos países del mundo que está atendiendo a las nuevas realidades con respuestas institucionales. Detrás de cada una de ellas, está el sello del PRI.
Qué hemos hecho para que nuestros niños y jóvenes puedan alcanzar sus sueños.
Recuperamos la rectoría del Estado sobre la educación, y estamos transformando al sistema para que en las escuelas nuestros niños aprendan a aprender.
Hoy, hay más jóvenes estudiando la preparatoria, casi dos millones de jóvenes más, que lo hacen en los tecnológicos; y que muchos de estos jóvenes son apenas o muchos de ellos representan el 80 por ciento de quienes por primera vez en sus familias atienden la educación superior
Qué hemos hecho para fortalecer el estado de derecho y de justicia.
En cuatro años, construimos un nuevo Sistema de Justicia Penal; los sistemas de transparencia y anticorrupción, que se están poniendo en práctica; y hay avances significativos en materia de justicia cotidiana, aquella que representa el 90 por ciento de los asuntos que llegan a los jueces.
Cómo hemos promovido la igualdad de oportunidades.
Hoy, los programas sociales tienen un nuevo rostro.
Por ejemplo, PROSPERA es un ejemplo, ahora incluye becas para la universidad y apoyo para proyectos productivos.
En este Gobierno, sí, en este Gobierno priista, se han creado más de dos millones y medio de empleos formales. Es la mayor generación de empleo de cualquier sexenio pasado.
Pero lo más importante es que dos y medio millones de familias ahora tienen más estabilidad y seguridad social.
El Seguro Social cubre a más mexicanos que nunca. Por primera vez se han incorporado a casi siete millones de estudiantes de preparatoria y universidades para recibir seguridad médica.
Qué hemos hecho para fortalecer la economía del país y el ingreso de las familias
Hemos cuidado, en primer lugar, la estabilidad, para brindar confianza y asegurar que lleguen más inversiones generadoras de empleo.
En lo que va de esta Administración, ha aumentado de forma significativa el número de usuarios de Internet, de 40 a 70 millones.
Y vamos por más, a través del modelo de Red Compartida, que permitirá que el 92 por ciento de la población al menos tenga cobertura de Internet y sea un instrumento y una herramienta para construir desarrollo y acceso al conocimiento universal.
Es un México con más empleos, con mejores salarios y con mejores servicios.
Y qué ha hecho el PRI en el Gobierno por quienes quieren emprender un negocio.
Ahí está el Instituto Nacional del Emprendedor, que ha respaldado las ideas creativas, los proyectos de más de dos millones de emprendedores y de pequeñas empresas.
Éstas son algunas de las cosas buenas, las que casi no se cuentan, o casi nunca se cuentan, pero que, sin duda, cuentan mucho, y cuentan mucho para México.
Estos son resultados que dejan ver cómo el Gobierno de la República, sí, repito, un Gobierno priista le está cumpliendo a México.
De eso se trata el cambio estructural que hemos puesto en marcha: de ir adecuando nuestras instituciones políticas y programas a las necesidades de un nuevo México que está emergiendo.
Éste nuevo México aún está en construcción y no nos podemos quedar a medio camino.
Hoy nuestro país tiene ya una nueva plataforma para brindar más y mejores oportunidades para todos.
Nuestra obligación, nuestro deber como priistas es consolidarla y dar los siguientes pasos en la transformación de México.
Estimados y dirigentes y compañeros de partido, sí, amigas, amigos, compañeras y compañeros de partido:
Es el momento de armar la agenda para los próximos años.
Los priistas tenemos el deber de imaginar, de visualizar y definir las siguientes etapas de la vida nacional.
La propuesta de este Gobierno resultó de un ejercicio similar, que nos ha dado claridad de rumbo y disciplina en la ejecución.
Por eso celebro que el partido esté convocando a construir la próxima agenda de transformación que habrá de abanderar.
Abramos las puertas a los ciudadanos, a las organizaciones de la sociedad civil, a los expertos y especialistas para construir esta agenda. Que se escuchen todas las voces y se retomen las mejores ideas.
Definamos nuestro nuevo proyecto, propongamos una agenda que construya sobre lo que hemos logrado.
Aquí vienen hoy, a ser referencia, o bien, se hacen válidas y vigentes las palabras de quien alguna vez fuera dirigente nacional de nuestro partido, hace prácticamente cuarenta años, Reyes Heroles, quien decía: primero el plan y después el hombre. Y lo reafirmo, primero el plan, primero el programa, primero el proyecto, y después los nombres.
Dejemos para otros partidos las promociones anticipadas.
México necesita una agenda para el futuro, y el PRI, como lo ha hecho en diversos momentos de nuestra historia, será quien la lleve a cabo.
Ajustemos, sí; mejoremos, por supuesto. Pero nunca abandonemos nuestra identidad y lo que somos.
Las grandes instituciones, las que perduran en el tiempo, son las que se mantienen fieles a sus principios y a sus valores.
Por convicción, el PRI construye, no destruye.
Démosle a los ciudadanos razones y argumentos constructivos para respaldarnos. Evitemos la retórica destructiva, que sólo divide a la sociedad.
México demanda unidad nacional. La unidad nacional es lo más valioso que tenemos los mexicanos. Es lo que nos ha permitido hacerles frente a los retos e impulsar grandes cambios.
El PRI es un partido con historia, un partido que construye el presente y un partido que diseña el futuro.
Es el partido con la visión y la capacidad para hacer realidad las propuestas. Por eso tenemos que prepararnos para ganar la Presidencia en el 2018.
Corresponde a la dirigencia del partido convocar y alistar desde ahora al gran ejército priista. Hablo de los priistas de cada cuadra, de cada colonia, de cada sección, de cada comunidad y municipio.
Hablo de todos los priistas que defienden con orgullo su militancia.
Ahí está el corazón, el espíritu y la voz, y los brazos del Partido Revolucionario Institucional.
Ahí están las mujeres, los jóvenes y hombres, dispuestos, prestos, resueltos y decididos a defender el México que hemos construido.
En unidad, con las mejores propuestas, con candidatos arrojados y valientes, y con la mejor militancia, vamos por el triunfo en el año 2017 y en el año 2018.
Sí, vamos por el triunfo. Vamos por el triunfo.
Allá afuera habrá quienes cuestionen mi optimismo, nuestro optimismo y nuestra seguridad en el triunfo del PRI.
Pero cómo no habré de ser optimista, si conozco a mi partido y he visto cómo se crece ante la adversidad.
Cómo no ser optimista, si he librado batallas al lado de nuestra militancia guerrera, que nunca se da por vencida.
Recordemos, para quienes son de memoria corta, que allá, en el año 2000, nos condenaban ya a desaparecer. Pero aquí estamos, sirviendo a México, desde la máxima responsabilidad.
No se dejen contagiar por los derrotistas, ni por quienes viven con dudas. Esos mismos que en el pasado ya se han equivocado.
Y menos por aquellas voces que intentan confundir y engañar por supuestos pactos sobre batallas electorales que habremos de librar. Nada más falso que eso.
Los priistas amamos a México, queremos a México. Y por eso vamos por todo y con todo para lograr que el PRI triunfe en las próximas elecciones.
Seamos claros, amigas y amigos del priismo.
Les hablo a los aquí presentes y espero que muchos priistas allá afuera me escuchen: rendirse va en contra de nuestro código militante y, sobre todo, del enorme compromiso que el PRI tiene con México.
Es tiempo, siéntense señores, les ruego sólo dos minutos más.
Éste es el tiempo de demostrar de qué está hecho el PRI.
Es momento de estar resueltos y avanzar con firmeza hacia adelante, porque es mucho lo que hemos logrado.
Con responsabilidad y déjenme aquí decírselos de frente, con responsabilidad asumo los costos que implica transformar a un país. Así lo he hecho desde el primer día de mi Gobierno.
Lo más fácil, lo más fácil era mantener la inercia para seguir igual. Pero eso de ninguna manera hubiese sido digno de un Presidente emergido del PRI.
Con decisión, recuperamos la rectoría del Estado en la educación, enfrentamos los monopolios, renovamos nuestro sector energético y fortalecimos las finanzas públicas.
Sí, fue costoso hacerlo, pero México tenía que cambiar. Ahí están los resultados por los que hemos luchado.
La pregunta ahora es si vamos a defender lo alcanzado.
Estoy convencido de que sí, porque en 2018 estará en juego todo lo que hemos construido.
Dejemos en claro que no se trata de ganar sólo una elección. No se trata de ganar por ganar. Lo que está en juego no sólo es la Presidencia de la República. Lo que está en juego es el futuro de México.
Construir un país lleva décadas, derrumbarlo toma unos cuantos días.
Por eso queremos y trabajaremos para ganar y para darle certidumbre y certeza al México del futuro.
El PRI ganará para que los siguientes años sigan siendo de construcción y no de destrucción.
El PRI ganará para no regresar a modelos obsoletos y caducos.
El PRI ganará para mantener la certidumbre y la estabilidad de México.
El PRI ganará para no retornar al estancamiento.
El PRI ganará para que continúe el avance nacional.
Sí, compañeras y compañeros, es la hora de cerrar filas y de trabajar en unidad.
Es la hora de marchar con paso firme y decidido, con la frente en alto y con el ánimo renovado.
Es momento de mantener la moral en alto. No se dejen convencer, repito, por aquellos que tienen actitudes derrotistas.
Éste es un PRI valiente, éste es un PRI arrojado, éste es un PRI que ha demostrado que se crece ante los momentos más adversos y difíciles.
Éste es el momento en el que el PRI debe servirle y cumplirle a México, para darle horizonte de crecimiento y desarrollo.
Éste es el PRI que está de pie, que está creciendo.
Éste es el PRI que con emoción está dispuesto a dar las siguientes batallas, como militantes guerreros y resueltos a triunfar.
Gracias a este priismo que unido está resuelto a seguirle sirviendo, por muchos años, por mucho tiempo, a esta gran Nación, que nos cobija a todos, que es México.
Gracias, amigos del priismo.
Gracias.
Lleven a sus hogares el saludo fraterno, cordial y solidario, no sólo de quien es Presidente de la República, de quien es su compañero de partido.
Muchísimas gracias.
