OAXPRESS: ¿por qué hay tanta desconfianza, aversión o repudio en todo lo que en Oaxaca huela a magisterio?

Opinión Por:  Juan Pérez Audelo

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La semana pasada, lo que fue considerado en los círculos oficiales como un encuentro exitoso, entre el gobierno estatal y la Sección 22, también despertó la crítica inusual de organizaciones, medios de comunicación y líderes de opinión. Podemos preguntarnos: ¿por qué hay tanta desconfianza, aversión o repudio en todo lo que en Oaxaca huela a magisterio?

En principio, por la pésima imagen que se ha labrado durante supuestos 36 años de lucha. En este lapso, no sólo ha supeditado la educación pública a sus intereses facciosos y políticos, sino que las acciones que ha emprendido, sobre todo los cuatro meses de este año, en que en contra de todo principio ético mantuvo sus bloqueos, han creado en la sociedad, una justificada aversión. El magisterio, salvo sus adláteres y grupos satélites perdió, desde hace mucho, su base social de apoyo y el respeto ciudadano.

Muchas voces se han pronunciado en que el tema magisterial debe medirse con el rasero de la ley. No del diálogo ni la negociación. Menos, poniendo en entredicho una Reforma Educativa que en nuestro estado es una falacia. La ley educativa no debe admitir recovecos ni excepciones. O se aplica o no. La idea de que nuevamente el gobierno se pone de tapete ante un sector que sólo le apuesta a pervivir del erario público, asumiendo intocable su espacio de confort; sus prebendas; sus canonjías, es una afrenta al pueblo oaxaqueño.

En posible que el ejecutivo estatal, que de buena fe encabezó la reunión a que nos referimos, no sepa que la Comisión Política no tiene poder de decisión; que todo se remite a un asambleísmo acartonado; que al interior pululan grupos radicales que no le apuestan a la educación, sino a trastocar la gobernabilidad y desafiar al Estado. Es increíble que se omita la asesoría de quienes conocen las entrañas de este desgastado Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación y por tanto, desconozcan que la Sección 22/CNTE nunca cumple acuerdos.

Las reuniones a puerta cerrada; en la más aberrante opacidad, fiel enseñanza del siniestro personaje que ocupa la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno federal, Luis Enrique Miranda Nava, exhibido y balconeado en los medios de comunicación, son asumidas en Oaxaca, como un agravio social. En tiempos de transparencia, ya nadie debe tomar acuerdos, ceder o vulnerar la ley, para favorecer a nadie. Menos a un sector que se ha ubicado como un enemigo del pueblo oaxaqueño, de la educación, del desarrollo y el progreso. El tiempo nos dirá si tuvimos o no razón en mostrarnos escépticos del citado encuentro gobierno/Sección 22. (JPA)