Oaxpress: La situación que enfrenta el actual régimen, en lo que se refiere al factor económico es preocupante

#Opinión Por  Juan Perez Audelo

La situación que enfrenta el actual régimen, en lo que se refiere al factor económico es preocupante. El pago de los intereses de la deuda contraída en el pasado, nos ha puesto ante las autoridades hacendarias en luz amarilla. Pero además, el déficit dejado para la operación gubernamental, que implica el lastre de desvío de recursos, falta de solventación de las erogaciones y los remanentes de la corrupción que se enquistó en el anterior régimen, nos ha dejado más pobres aún.

Estimaciones conservadoras tasan el fraude en 15 mil millones de pesos. Pero hay otros cálculos que van más allá. Y en las investigaciones han intervenido no sólo la Contraloría local, sino instancias federales como la Secretaría de la Función Pública y la Auditoría Superior de la Federación. Esto es, el saqueo de la entidad no se compara ni siquiera con el Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz. A un solo ex funcionario se le han encontrado cuentas por 14 mil millones.

Hay razón pues que en los meses que lleva esta administración no haya para medicinas, menos para obras. Es decir, ni siquiera presupuesto suficiente para los rubros prioritarios, como es la atención a los más pobres. Esta situación no la han entendido –ni creo que lo asimilen- los manipuladores de grupos y organizaciones que se han auto-erigido en los nuevos Mesías y salvadores de los pobres.

Hay que ver solamente los cercos a la Ciudad Administrativa, los bloqueos carreteros, el chantaje y la presión. El gran negocio de la protesta social, capitalizada por conocidos pájaros de cuenta los cuales –hay pruebas de ello- sólo buscan su beneficio personal. Si alguien lo duda puede preguntarle a Flavio Sosa, franquicitario de COMUNA. ¿Acaso es fortuita la retención de empleados de la Secretaría General de Gobierno en La Cieneguilla, Miahuatlán o en San Lucas Ojitlán, por parte de seguidores de Juan Rojas Morales, dirigente de CORECHIMA? Por supuesto que no. A otro perro con ese hueso. Detrás de todo es el interés económico.

Cuatro o cinco personas, bajo el membrete de un fantasmal Comité de Víctimas se han adueñado y lucrado con la vida de la antes tranquila comunidad, Asunción Nochixtlán. ¿Les interesa que el asesinato de ocho personas y de dos centenas de heridos, entre ellos policías estatales y federales se esclarezca y se castigue? Por supuesto que no. Se acaba el negocio. Ya no habrá bandera para seguir cada año haciendo homenajes o seguir manteniendo al gobierno con el pie en el cuello. De ese tamaño es la farsa. Insisto: ¿No es tiempo ya de desenmascarar a estos demagogos disfrazados de luchadores sociales? (JPA)