OAXPRESS: El caso de Nochixtlán lleva el estigma de convertirse en el segundo capítulo de Ayotzinapa

#Opinión Por:  Juan Pérez Audelo

http://www.oaxpress.info/comentario-hoy-jueves-13-octubre-2016/

El caso de Nochixtlán lleva el estigma de convertirse en el segundo capítulo de Ayotzinapa: un vertedero de mentiras, verdades a medias, chantaje y manipulación. El Subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa va y viene. Reuniones por aquí, reuniones por allá. Dinero para las supuestas víctimas, para que al rato lo nieguen los manejadores del caso.

La Procuraduría General de la República, bajo presión de la llamada Comisión de Víctimas entregó el informe de la investigación. ¿Bajo qué argumentos pidieron la entrega de los citados informes? La idea era negociar la entrada de los peritos a realizar su trabajo. Pues no. Le cerraron el paso. El argumento es de risa: no llevaban los instrumentos para realizar su trabajo. Ahora hasta técnicos en criminalística o criminología resultaron.

Manipulados por una maestra de la Comisión Política de la Sección 22, un grupo de sujetos se adueñó de una población tranquila, apacible. A Nochixtlán le robaron la paz social; le arrebataron su identidad; su vida y su historia. En este catálogo de mentiras, uno de sus brillantes asesores, se sacó de la manga una genial impostura: los ocho muertos del 19 de junio, fueron producto de ejecuciones extrajudiciales. Es decir, no producto de un enfrentamiento entre civiles y policías, como en realidad fue, sino el viejo juicio sumario: el responsable fue el Estado.

Hay un intento perverso, premeditado y ruin para que la verdad no se sepa. Hay que prolongar la investigación, diferirla, torcerla. Es prioridad de los manipuladores encubrir a los verdaderos criminales. A los infiltrados; a los provocadores. ¿Por qué no han citado a declarar a los que manejan  a grupos como COMUNA, MAIZ, FALP, y otros que estuvieron el día de los hechos? ¿Por qué tanto obstáculo para que la PGR realice su trabajo? Obvio: ahí hay gato encerrado.

Al pueblo ya no se le engaña. Ya a nadie se le puede dar atole con el dedo. La idea es mantener el tema de Nochixtlán vivo. Dejarlo como una permanente piedra en el zapato del gobierno; abrirlo y presionar. Tenerlo como una veta inagotable de presión, para obtener dádivas y una efeméride para celebrar año con año, a los mártires. Un argumento más para cerrar la súper carretera; para extorsionar a los automovilistas; para sacar dinero para el chesco.

Pero nada de sacar a flote la verdad, en donde salgan chamuscados algunos que hoy se han erigido en los redentores ex officio; en las víctimas dolientes; en las Hermanitas de la Caridad que ante la bofetada en una mejilla, con singular estoicismo, pusieron la otra. (JPA)