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#Opinión Por Alfredo Martínez de Aguilar
A la vista de todos los oaxaqueños está la escandalosa corrupción en el sexenio que, por fin, termina en un mes y medio más. Lo visto no es juzgado. Es algo verdaderamente inédito, jamás visto, sin precedente alguno en la historia del Gobierno de Oaxaca.
Y no se trata de simples especulaciones o información infundada difundida por los diversos medios de comunicación masiva, no, por el contrario, se trata de graves irregularidades, debidamente documentadas por las propias instancias gubernamentales.
Ahí estan las recientes declaraciones del Auditor Superior del Estado, Carlos Altamirano Toledo, quien reveló que todas las observaciones que se hicieron en cada auditoría, en los ejercicios fiscales del sexenio, suman miles de millones de pesos,
El auditor aclaró que en los procesos hubo aclaraciones y devoluciones, y solo se mantienen abiertos 348 expedientes en contra de funcionarios públicos por no comprobar el destino de alrededor de 500 millones de pesos durante el sexenio que está por concluir.
Pero lo peor es que de los 348 expedientes abiertos solamente 227 han sido turnados al Ministerio Público o están listos para turnarse al representante social por lo engorroso y tardado de los trámites para integrar los expedientes por parte de la ASE.
Primero, hay que remitirlos a la Secretaría de Finanzas, para tratar de recuperar los recursos no justificados. Hay casos en los que esa dependencia puede embargar bienes a un ex funcionario o funcionario público. El problema es que integrar el expediente lleva más de tres años.
El Órgano Fiscalizador Superior del Estado realiza la auditoría, hace las observaciones, cita a los probales responsables para que aclaren, pero éstos pueden ampararse e iniciar procesos dilatorios, hasta que remiten todo a la Secretaría de Finanzas o se da vista al Ministerio Público.
Tramitología que las más de las veces trae consigo casi de manera obligada garantizar la impunidad al evitar que los probables responsables de diversos delitos en perjucio de la hacienda pública estatal sean enérgicamente sancionados para sentar un precedente positivo.
Imagínese, querido lector, qué magnitud tan escandalosa alcanza el monto de la corrupción por miles de millones de pesos, aunque hayan devuelto gran parte, durante el gobierno coalicionista de la primera alternancia que logró sacar del poder al PRI, después de 80 años.
Ante esta condenable realidad, obligado es preguntar qué pasó a los amigos y compadres del gobernador Gabino Cué Monteagudo, por qué enloquecieron con el fugaz poder sexenal y más grave todavía, porque todos ellos son juniors supuestamente con dinero.
Es el caso de Germán de Jesús Tenorio Vasconcelos, José Zorrilla de San Martín Diego y Netzahualcóyotl Salvatierra López, entre muchos otros que no pertenecen a la vallistocracia, como José Luis Pinacho Gómez, todos candidatos naturales a terminar en la cárcel.
Para que esto ocurra, basta que al tomar posesión el gobernador Alejandro Murat Hinojosa mantenga la decision y voluntad política de cumplir el compromiso que hizo en campaña de combatir la corrupción, lo que le llevó al triunfo al despertar la esperanza de justicia.
Los expedientes turnados al Ministerio Público son los casos de los ex titulares de la Secretaría de Salud, de las Infraestructuras, de Caminos y Aeropistas de Oaxaca, entre otros muchos, cuyas auditorías arrojaron observaciones que no han sido atendidas, mucho menos solventadas.
Esta última circunstancia reviste singular importancia porque derruye el mito que quienes tienen dinero son garantía de honestidad al ser nombrados funcionarios públicos, independientemente que en Oaxaca muchas familias supuestamente adineradas, en realidad, no lo son.
Además, esta realidad confirma, al mismo tiempo, que las más de las veces las familias de la llamada vallistocracia viven del blof. Asimismo, confirma que el poder y dinero supuestamente hace inteligentes a los estúpidos y a los inteligentes les enloquece.
No menos condenable resulta que Gabino Cué Monteagudo lograra derrotar al Partido Revolucionario Institucional con el compromiso y bandera de la lucha contra la corrupción y finalmente terminara su gobierno en medio de la más escandalosa corrupción.
Frente a este sombrío escenario gubernamental, es necesario señalar que los oaxaqueños no tienen por qué pagar las consecuencias de las raterías de los funcionarios públicos del cambio, que nunca llegó, y que terminó en menos que simple ‘morralla’ política.
Y menos aúnn tienen por qué pagar las graves consecuencias de la ‘sequía presupuestal’, resultante de la escandalosa corrupción, los proveedores y prestadores de servicios del Gobierno de Oaxaca en general, porque muchos de ellos han sido obligados a quebrar o cerrar.
Vamos, en un acto de estricta justicia, el propio gobernador Gabino Cué Monteagudo no tiene por qué pagar las graves consecuencias de descrédito político y moral nacional por la escandalosa corrupción de sus amigos de la infancia y colaboradores más cercanos.
Si, en realidad, el mandatario oaxaqueño no coinvirtió a sus amigos y compadres en socios como suele ocurrir en muchos otros casos, es indispensable que se deslinde de sus acciones de corrupción para no resultar salpicado innecesariamente del lodo de éstos.
La renuncia o inhabilitación así sea por 80 años, como en el caso de Germán Tenorio, no exime de responsabilidad en una investigación a fondo a Germán, Pepe Zorrilla, Netza Salvatierra, José Luis Pinacho a los que hay que agregar a Alberto Vargas Varela, entre otros.
El gobernante oaxaqueño informó que se reunió con el secretario de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreña, para revisar la posibilidad que antes que concluya su administración puedan entregar le recursos para liquidar las cuentas que están pendientes.
En entrevista, señaló que en la medida que lo apoyen con la entrega de los recursos dejaría menos pendientes de pagos, además de que podría concluir el pago de la Penitenciaría de Tanivet, sin dejar de lado que las deudas quedarán sustentadas.
“Nunca he dejado de pagar a nadie, asegura Gabino Cué, ahí está el recurso para la nómina de los trabajadores y he planteado la manera en la que pueden sacar los pagos al próximo gobernador Alejandro Murat”.
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