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Fraguas y Murat, juntos en la ciudad sin ley

Opinión por: José Luis Fierro

Este miércoles, en un acto protocolario y a escondidas, ante una audiencia compuesta únicamente de funcionarios municipales y de los más allegados, el Presidente Municipal José Antonio Hernández Fraguas, rindió su primer informe de actividades al frente de la Presidencia Municipal, al acto asistió el Gobernador Alejandro Murat Hinojosa, y aunque el informe es del edil, la responsabilidad de lo que ocurre en la capital del estado también corresponde al mandatario estatal.

Debemos ser claros y justos con Hernández Fraguas, ha tenido la capacidad para sobrellevar las actividades rutinarias del municipio, apoyándose en una agenda imaginaria llena de eventos para mantenerse ocupado y desaparecido del palacio municipal, también ha conseguido mantener la comunicación fluida y constante con la ciudadanía a través de sendos boletines que resaltan los avances cotidianos de su imaginario gobierno, es por ello, que más allá de las actividades burocráticas que lo mantienen agobiado y aunado según dicen a su larga enfermedad que lo aqueja, la realidad cotidiana que vivimos los ciudadanos de a pie y otros en auto, sigue siendo aplastante.

En fin, mientras el Presidente Municipal vive en su realidad virtual, hasta ahora los únicos verdaderamente preocupados por lo que sucede alrededor del palacio es el ciudadano que habita en la capital oaxaqueña donde prevalecen dos problemas muy graves y notorios, la inseguridad y la pésima movilidad urbana.

Es comprensible que tanto para el edil como para el Gobernador, las condiciones lamentables de las calles, con baches y topes no les hagan alguna mella en su economía, las reparaciones y refacciones de sus camionetas corren a cuenta de nuestro dinero, que a través de impuestos lo depositamos religiosamente en cada una de las oficinas a las que acudimos a hacer algún trámite.

Tampoco la inseguridad es una preocupación, ya que cuentan con un equipo de seguridad a su alrededor, cortesía de dichos impuestos.

En el rubro de la inseguridad, estamos siendo testigos de una mayor frecuencia de eventos delictivos que han originado linchamientos, síntoma de un clima de impunidad y molestia ciudadana totalmente reprobables por sí mismos, pero que un sector importante de la ciudadanía justifica ante la falta de seguridad que se supone deberían estar brindando las instituciones tanto del gobierno municipal como de gobierno estatal.

No basta con los reproches del Director de Seguridad Pública Municipal para condenar los linchamientos, esto no resuelve la problemática. Es aquí donde la responsabilidad del gobierno estatal interviene y toma forma, ya que el clima de impunidad también es parte de su competencia.

Esta zozobra que vivimos día a día por la escasa o nula protección a uno de nuestros máximos derechos como ciudadanos que es el de brindarnos la seguridad a nuestra persona y bienes, no es sólo responsabilidad del edil José Antonio Hernández Fraguas, también lo es del Gobernador Alejandro Murat Hinojosa, ya que no sólo se trata de la capital oaxaqueña sino de los municipios conurbados que integran la zona metropolitana.

Si cualquiera cierra una calle sin consecuencias, bloquea cruceros y nada sucede, si un grupo de personas golpea salvajamente a un administrador de un mercado público por aplicar la normatividad, como le sucedió a Melitón Lavariega recientemente, o un comando armado asesina impunemente a la directora del Instituto de Estudios Superiores de Oaxaca (IESO) que en vida respondía al nombre de Elsa Gay García, quiere decir que las leyes son un simple adorno ya que las autoridades no hacen lo que les corresponde para aplicarlas y garantizar nuestra seguridad.

Por tanto, las acciones del gobierno a favor de los ciudadanos permanecen en el cajón de los asuntos sin importancia, no existe el compromiso de ninguna manera para afrontar los problemas de inseguridad y movilidad.

Cada día aparecen nuevos vehículos rotulados ofreciendo el servicio de taxi o moto taxi, conducidos por choferes que nadie sabe a ciencia cierta si presentaron su examen de manejo, si no cuentan con antecedentes penales, si la unidad cuenta con permiso o si el concesionario posee seguro de daños y de vida en protección al usuario.

Esto último, aunque puede afectar a los usuarios de la capital oaxaqueña, resulta que sólo es facultad del gobierno estatal, y denota la falta de coordinación entre ambos niveles de gobierno. Hay un gobierno estatal que autoriza concesiones y permisos pero sin consultar con la autoridad municipal para saber si las calles de la capital tienen espacio para más vehículos.

Es lamentable que se den informes de papel y datos retocados, que sólo sirven para justificar la incapacidad para gobernar, y que desafortunadamente no exista a la vista una política pública para el mejoramiento y ampliación de infraestructura vial que alivie los congestionamientos provocados por un gobierno que sigue desatendiendo las exigencias sociales.

Esto genera una situación más compleja en la que se necesita que ambos niveles de gobierno, no sólo el municipio de Oaxaca de Juárez, asuman una responsabilidad compartida para enfrentar la delincuencia, la impunidad y la deficiente movilidad urbana con nuevas ideas, con obras viales, que vayan más allá de tapar baches, en esto habrá que incluir a todos los conurbados con el objetivo de sentar las bases para lograr un desarrollo social y económico que hasta ahora no han conseguido por el desinterés , por eso podemos afirmar que Oaxaca de Juárez es una ciudad sin ley.

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