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Opinión por: Felipe Sánchez Jiménez
Por primera vez, un gobernador ataja la actitud chantajista de una de las figuras sobresalientes de la COCEI. Se trata de la presidenta municipal de Juchitán, Gloria Sánchez López. Esta dama es una destacada activista de la dinastía COCEI que acostumbrada, como todos los de su clan, a obtener recursos públicos sin obligación de rendir cuentas, hoy se topó con pared. Quien le hizo ver la realidad de las cosas fue el mismo gobernador Alejandro Murat Hinojosa.
En los últimos dos días, doña Gloria con algunos de su Cabildo, echó a caminar su estrategia chantajista. Se plantó frente al palacio de gobierno para presionar al gobernador a que la recibiera personalmente y le autorizara una larguísima como absurda lista de peticiones porque, según ella, “18 mil damnificados” del terremoto que devastó el Istmo, “no han recibido atención”.
Apenas ensayaba sus reclamos y desenrollaba su discurso con el argumento de que “Juchitán no ha recibido ningún apoyo económico de los gobiernos estatal y federal o de alguna otra organización civil”, cuando Murat precisaba la realidad. Con datos y cifras, hizo caer los artificios de la juchiteca.
El gobernador atajó las pretensiones de coacción política al informar que “el Gobierno federal y estatal han aportado con oportunidad recursos a Juchitán”, como los 65
millones de pesos que recibió la misma presidenta por el pago de impuestos para la instalación de las eólicas.
Enseguida lanzó la interrogante: “primero debo preguntar: el municipio de Juchitán ¿cuántos recursos ha aportado para la reconstrucción?
Para deslucir la pretensión de la treta COCEI, el gobernador abundó que “ha sido público que se entregaron más de 63 mil tarjetas (fondos para reconstrucción de viviendas), de las cuales unas 15 mil están en el municipio de Juchitán”.
Hoy hay más de 360 escuelas en reconstrucción y faltan alrededor de 400 en las que se trabaja de acuerdo al convenio de transparencia que firmamos con los padres de familia, con los maestros, el gobierno federal y los municipios. Esta semana y en la siguiente estarán arrancando la siguiente etapa de reconstrucción y rehabilitación de escuelas. “El compromiso que yo hice desde diciembre pasado, es que las primeras escuelas se iban a entregar a partir de Marzo”.
ACORRALADA
La edil de Juchitán de Zaragoza, aseguró que su municipio, igual que otras 41 poblaciones del Istmo quedaron devastadas por los terremotos del 7 y 19 de septiembre de 2017, y no ha sido atendidas. En sus demandas dice que a cuatro meses de los fenómenos sismológicos que dejaron 14 mil 900 damnificados, la ciudad de Juchitán quedó en el olvido y hay muchos pendientes que el Ayuntamiento no ha podido atender por falta de recursos.
Pero sus dichos quedaron como “medias verdades” con los datos que reveló Alejandro Murat.
Así echaron abajo la intención chantajista. La señora presidenta quedó en evidencia. En otra entrevista reconoció haber recibido los 65 millones de pesos de la empresa Eólicas del Sur ¿Que va a hacer con este dinero? Le preguntaron.
“Se aplicarán en gastos de reconstrucción y limpieza de calles”.
Anunció que, mediante la misma táctica de “negociación-movilización”, ira a la CdMx a buscar entrevista con el Presidente de la República”.
PERSISTENTES
El fracaso del plantón COCEISTA deja ver el principio del fin de las viejas prácticas de rapacidad políticas de la COCEI que desde los años 70s (des)gobierna Juchitán. Su intención de lucrar económica y políticamente, con los temblores y demás siniestros naturales (sequía-huracanes-temblores-vientos) que devastaron esa región, no cuajó. Aún así la edil Gloria Sánchez, está obcecada en esta iniquidad.
Son miles de familias juchitecas que han emigrado por la anarquía que ha sembrado la COCEI. Huyeron prácticamente de esa hermosa región, tan rica en su cultura y bellezas naturales. No pocos amigos juchitecos me han reiterado que huyeron de la prepotencia y avaricia de las familias Sánchez, De Gyves, López Nelio, entre otros que desde el poder, la corrupción, la impunidad, la delincuencia fomentada por ellos mismos, acabaron con la tranquilidad social de Juchitán. Este pueblo está convertido en “tierra de nadie” donde ellos actúan con todo cinismo, se siguen enriqueciendo, empobrecen a las mayorías y benefician solo a los suyos, a muy pocos.
Las viejas estructuras del chantaje político que permitieron a los creadores de la COCEI encumbrarse en el poder y la riqueza, empiezan a derrumbarse.
El pueblo juchiteco, entre los escombros que dejaron los terremotos, sacó el coraje para acotar los abusos. La crítica fue unánime cuando Gloria Sánchez y los caciques de la COCEI, anunciaron marchas y plantones para presionar al gobierno. Ellos querían la exclusividad para recibir toda la ayuda para los damnificados y el dinero para la reconstrucción. Quieren utilizar los apoyos para lucrar políticamente. El 18 de noviembre pasado hicieron el primer intento para sacar raja de la tragedia. Invitaron a la primera marcha pero no tuvieron eco. Fue una movilización reducida dado que los auténticos juchitecos censuran a su presidenta municipal. Mientras el pueblo sufre y trabaja para levantarse, los viejos caciques hacen lo suyo: negocios. Caminaron desde Juchitán hasta la base aérea de Ixtepec donde culminaron con un mitin. Esta movilización tuvo una singularidad: participaron indocumentados centroamericanos -maras salvatruchas-, mototaxistas que lo mismo sirven para bloquear calles y carreteras que para acarrear indocumentados, transportar asaltantes o narcomenudistas. A estos se ha reducido, principalmente, la clientela política cautiva de la COCEI cuyos patriarcas tienen casi medio siglo controlando el gobierno municipal.
