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#Opinión Alfredo Martínez de Aguilar
Dicho está por demás que la soberbia siempre será mala consejera. Es el pecado capital porque atenta contra la inteligencia, la parte divina de los seres humanos, y hunde a éstos en la estupidez mayúscula.
La amistad y generosidad de los colegas Octavio Vélez Ascencio y Alfredo Brena al compartir la información ‘Dilma Rousseff, «la guerrillera», pierde su última batalla política’, da pie a esta entrega tropicalizada.
Los detractores de la militante clandestina de izquierda la tildaban de soberbia, aunque Dilma Rousseff conservó siempre la fama de política honesta. Cualidad que al final perdió y llevó a su destitución como mandataria.
Su mandato, fue suspendido desde el 12 de mayo, por considerar que había violado la Constitución al aprobar maniobras fiscales para ocultar el déficit estatal en 2015. Incurrió, pues, simple y sencillamente en corrupción.
A su proverbial arrogancia la ex presidenta de Brasil sumaba su conocido desprecio por el diálogo y su impaciencia a la hora de negociar. Actitud que caracteriza a muchos dirigentes izquierdistas del mundo.
Es el caso concreto en México de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y más específicamente de su base mayoritaria en Oaxaca, la Sección XXII, conocidas por su gran soberbia.
Al igual que la guerrillera brasileña, cuyo mandato fue revocado por el Senado carioca, la CNTE y la Sección XXII se distinguen por su conocido desprecio por el diálogo y su impaciencia a la hora de negociar.
A la luz del desenlace final de la última batalla perdida por la ex Presidenta de Brasil, los dirigentes públicos y clandestinos de la CNTE y de la Sección XXII debieran poner sus barbas a remojar y aprender la lección.
Más pronto de lo que imaginan y esperan sus dirigentes, públicos y clandestinos, serán derrotados por la soberbia, agravada por el desprecio por el diálogo y su impaciencia a la hora de negociar. El Estado mexicano no se suicidará.
A quienes después de 111 días de ‘paro loco’ lo duden por ingenuidad o complicidad, ahí está la actitud totalmente intransigente e intolerante que en todo momento han mantenido los dirigentes de la disidencia magisterial en la mesa de diálogo.
Más de 50 horas de diálogo en más de 10 reuniones en la mesa de negociación establecida en la Secretaría de Gobernación se ha visto reducida a un diálogo de sordos ante la postura radical de la Comisión Nacional Única de Negociación (Cenun).
Esa posición maximalista sólo ha beneficiado, sin embargo, a las dirigencias de las secciones 7, 9, 11,14, 18 y 22, de los estados de Chiapas, la Ciudad de México, Michoacán, Guerrero y Oaxaca, al devolverles sus privilegios.
Equivocadamente a nuestro juicio, así como de millones de mexicanos afectados en los cuatro estados mencionados y la capital de la República, la Secretaría de Gobernación ha cedido en todo ante la CNTE incluyendo la liberación de dirigentes.
En contrapartida, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación mantiene una posición irreductible en demanda de la abrogación de la Reforma Educativa, lo que de antemano sabe que no prosperará, pero permitirá seguir presionando.
Como es lógico y natural las posiciones se han polarizado entre la CNTE y el Gobierno de la República. La revuelta magisterial se ha radicalizado y el presidente Enrique Peña Nieto se ha visto obligado a lanzar un ultimátum.
El primer mandatario aseveró que no habrá más diálogo con los miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), si antes no dan clases en las aulas que hoy están cerradas.
Al dar inicio del ciclo escolar 2016-2017, hizo un llamado a los maestros que están en oposición a la reforma educativa a que asistan a sus aulas, impartan educación y no hagan rehenes a los niños a causa de sus demandas.
«Primero la educación y luego el diálogo. El gobierno de la República siempre mostrará disposición para hablar y atender distintas demandas. Lo único que no está sujeto o sujeta a negociación alguna es lo que la reforma educativa prevé. La reforma educativa es muy clara: tiene por objetivo central asegurar calidad en la educación», señaló.
El Ejecutivo insistió en que no se puede hacer rehenes a la niñez y la juventud de nuestro país a partir de ninguna causa y de ninguna demanda.
Por ello, reiteró la petición a los maestros que están en oposición regresen a clases: primero educación y después de diálogo, ésa será la premisa en el actuar del gobierno de la República. «Y lo es porque el futuro de las niñas y niños de México no es negociable, no se puede negociar. Hoy a lo que estamos comprometidos y llamados gobierno, maestras y maestros y la sociedad en su conjunto es el darle hoy elementos y herramientas a las niñas y niños de nuestro país para que realmente puedan enfrentar los retos del siglo 21», aseveró.
Aurelio Nuño Mayer, secretario de Educación Pública, confirmó que no habrá mesa de negociación con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) hasta que no regresen a clases.
“No va a haber mesa. Desde nuestra óptica, y una vez más independientemente de las diferencias que puedan existir, no es posible el que se quiera poner a los niños como rehenes y se deje sin ir a la escuela”, señaló.
Horas antes de la ceremonia de inicio del ciclo escolar 2016-2017, el titular de la SEP afirmó en entrevista que se aplicará la ley a los docentes que decidan no asistir a clases, pero esperan que “la mayoría de las escuelas sí abran”.
Rechazó que los descuentos no se hagan efectivos. “Estamos en un punto donde es inconcebible que los niños no puedan estar en clases en estos estados. Espero que los líderes de la CNTE puedan recapacitar porque no se puede tener a los niños como rehenes”, señaló Nuño.
