Por Alfredo Martínez de Aguilar
* A la creciente inseguridad y violencia de la delincuencia común, organizada y de “cuello blanco” en Oaxaca viene a sumarse la violencia y destrucción de la propiedad privada al protestar contra la gentrificación.
* Al atender la queja de los seis detenidos por la presunta violación de sus derechos humanos intervino la Defensoría para certificar su integridad y garantizar su presunción de inocencia. Su situación jurídica será determinada por la Fiscalía.
Con gran visión de futuro el estadista oaxaqueño Porfirio Díaz se adelantó a la ley de Murphy del ingeniero aeroespacial estadounidense Edward A. Murphy al afirmar: Por mal que estén las cosas, siempre pueden empeorar.
A la creciente inseguridad y violencia de la delincuencia común, organizada y de “cuello blanco” en Oaxaca vino a sumarse, ahora, la violencia y destrucción de la propiedad privada al protestar contra la gentrificación.
La gentrificación comprende el desplazamiento de las clases populares en los barrios tradicionales por comercios y espacios de hospedaje temporal Airbnb en ciudades con alto potencial turístico como Oaxaca.
Si bien apoyamos la lucha contra la gentrificación, que debe ser normada, condenamos enérgicamente la violencia porque no se construye destruyendo y al hacerlo, se desvirtúa y descalifica el objetivo de la lucha.
Además, no debemos perder de vista que la violencia genera más violencia como ocurre en la sierra de Guerrero al armar y entrenar para matar a niños paramilitares para combatir al crimen organizado.
O como los traileros que se unen y utilizan sus camiones para atropellar a rateros que quisieron parar a compañeros en las carreteras y autopistas de México, debido a la falta de la Guardia Nacional que vigile las mismas.
Martillo en mano, un supuesto activista presuntamente del Barrio de Xochimilco causó destrozos y rompió cristales de negocios del primer cuadro del Centro Histórico al protestar contra la gentrificación.
El contingente de alrededor de 50 activistas salió de la Cruz de Piedra hacia el zócalo de la ciudad, exigiendo con pintas vivienda accesible para los oaxaqueños, seguridad en la zona y desarrollo económico equilibrado
El supuesto activismo derivó en abierto vandalismo que rompió la tranquilidad de la tarde del sábado ocasionado por la violenta protesta, de un reducido grupo de manifestantes en la capital oaxaqueña.
Ciertamente, los actos de vandalismo durante las manifestaciones de protesta no son nada nuevo en la ciudad de Oaxaca de Juárez, muchas veces se han salido de control ante la complacencia de las autoridades.
Sin embargo, ahora la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) implementó un operativo de contención y detuvo a seis personas probables responsables de los destrozos ocasionados en la zona.
Las personas detenidas fueron puestas a disposición de las autoridades competentes del Ministerio Público en la Fiscalía General del Estado, quienes se encargarán de deslindar las responsabilidades consecuentes.
La SSPC reiteró su respeto al derecho a la libre manifestación pacífica; sin embargo, se pronuncia en contra del daño a espacios públicos, propiedad privada y, sobre todo, de agresiones a la ciudadanía.
Al atender la queja de los seis detenidos por la presunta violación a sus derechos humanos intervino la Defensoría para certificar su integridad y garantizar su presunción de inocencia. Su situación jurídica será determinada por la Fiscalía.