Igavec Noticias Noticias Oaxaca
#Opinion: Alfredo Martínez de Aguilar
Por más increíble que parezca, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto camina hacia el irremediable suicidio frente a la escalada subversiva de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Hasta ahora, la Federación no ha dado muestra palpable que le interese respetar y hacer respetar el Estado de Derecho y las leyes que de este emanan para preservar el Estado mexicano y defender el rumbo libertario de la nación en disputa.
No termina de ent
Alfredo Martínez de Aguilar
ender que la ebestida de la CNTE, las organizaciones sociales y grupos armados que le apoyan, van por la toma por asalto del poder con Manuel Andrés López Obrador y Morena en la elección presidencial de 2018.
El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto peca por demás de ingenuo al ceder ante las cada vez más crecientes demandas maximalistas de la CNTE. No quiere entender que para los activistas y milicianos centistas es el enemigo a vencer.
La apuesta de los dirigentes públicos y clandestinos de la CNTE es suma cero: Todo o nada. Y no van a ceder en su demanda central de abrogar la Reforma Educar para recuperar los privilegios de controlar el poder y el dinero de la educación pública.
Engañan al secretario de Gobernación al aceptar supuestamente suspender o modificar la Reforma Educativa. El mayor problema para el país es que este juego perverso permite a Miguel Ángel Osorio Chong administrar el conflicto en su beneficio político futurista.
No de otra manera puede entenderse que mientras más concesiones y privilegios otorga el gobierno federal a la CNTE ésta más se radicaliza en Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Michoacán y la Ciudad de México.
Ahora, amenaza con no iniciar el ciclo escolar el próximo 22 de agosto, si el gobierno federal no anula la Reforma Educativa y satisface todas sus peticiones, suspender los despidos y descuentos salariales a maestros que no se evaluaron o que faltaron a clases; liberar a 5 profesores acusados del secuestro de los niños Álvarez Benfield y 27 activistas sociales del Frente Popular Revolucionario vinculados a actos vandálicos.
Además, reclama la entrega de nuevas plazas docentes a sus simpatizantes sin cumplir con la evaluación que exige la ley. Para aumentar la presión a las autoridades, la Sección XXII decidió reinstalar, a partir de este lunes, los bloqueos en las principales carreteras del estado, a los centros comerciales y a las oficinas gubernamentales.
La asamblea estatal acordó “emplazar al gobiernos federal y estatal para que dé respuestas satisfactorias a las demandas del MDTEO (Movimiento Democrático de Trabajadores de la Educación de Oaxaca), el movimiento social y justicia para el crimen de lesa humanidad del 19 de junio, caso contrario los responsabilizamos del no inicio del ciclo escolar 2016-2017”,
Los maestros de la Sección XXII de la CNTE no ceden a pesar que en las últimas tres semanas fueron liberados ocho profesores que estaban presos por tentativa de homicidio, lavado de dinero, robo, daños; entre los cuales se encontraba su secretario general, Rubén Núñez Ginez; además, que los gobiernos federal y estatal pagaron los salarios descontados a los docentes que se han ausentado de las aulas.
Pero todavía hay algo más peligroso en la radicalización de la revuelta de la CNTE: la abierta amenaza a los empresarios, a quienes pidió no buscar la violencia o la represión, pues “éstas no le convienen a nadie: ni a ellos ni al país”, dado que el conflicto magisterial debe resolverse con diálogo y acuerdos de carácter resolutivo por parte del gobierno federal.
Sin embargo, mercenarios como son al servicio del mejor postor, nuevamente enseñan el cobre en Oaxaca al amenazar impedir la toma de posesión del gobernador electo del Partido Revolucionario Institucional Alejandro Ismael Murat Hinojosa.
Obligado es preguntar, a quién sirven en el PRI, PAN, PRD o Morena, los dirigentes de la Sección XXII de la CNTE al acordar en asamblea estatal sabotear la toma de posesión del nuevo gobernador oaxaqueño.
De ninguna manera es un acuerdo fortuito, sacado de la manga por azares del destino o generación espontánea. ¡No! Por el contrario, obedece a un plan debida y previamente preconcebido y fielmente acatado.
No hay que olvidar que el grupo de choque magisterial “Los Pozoleros”, dirigido por el recientemente liberado Othón Nazariega Segura, ha estado al servicio del ex gobernador Ulises Ruiz Ortiz.
Y que este grupo de golpeadores recibió ese nombre, porque se reunían en una pozolería en la ciudad de México, para coordinar acciones y recibir consignas del senador Eviel Pérez Magaña, hoy subsecretario de Sedesol.
No hay que olvidar que la Sección XXII de la CNTE y Manuel Andrés López Obrador llevaron al poder al gobernador Gabino Cué Monteagudo, cuando eran aliados, a través de la coalición PAN-PRD-PT-Convergencia.
Estos antecedentes confirman que en política no hay simples casualidades, sino causalidades, y que es innegable que en el acuerdo de sabotear la toma de posesión del gobernador Alejandro Murat hay mano negra.
Por otro lado, para nadie es desconocido que grupos y corrientes de la Sección XXII de la CNTE han estado al servicio de Jorge Enrique Castillo Díaz y, por tanto, del ex gobernador Diódoro Carrasco.
No podemos dejar de mencionar en este escenario político al todavía senador del Partido de la Revolución Democrática Ángel Benjamín Robles Montoya, quien con Manuel Camacho y Javier Corral construyó la coalición que llevó a Gabino Cué al poder.
De tal manera que, no es nada descabellado concluir que, seguramente detrás del acuerdo de la CNTE de impedir la toma de posesión del gobernador Alejandro Murat hay mano negra de algunos de estos personajes o de varios.
