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#Opinión por Rosy RAMALES
Santa María Xadani es un municipio localizado en el Istmo de Tehuantepec y es el único de los 153 municipios oaxaqueños de régimen de partidos políticos donde los órganos electorales anularon la elección de concejales al ayuntamiento y, por lo tanto, habrá comicios extraordinarios en el próximo mes de junio.
Sin embargo, hay fuerzas interesadas en la no celebración de dichos comicios, en que las ciudadanas y ciudadanos del municipio no ejerzan sus derechos político electorales de votar y ser votados. Tan es así que en días pasados le prendieron fuego a las instalaciones del Consejo Municipal Electoral.
¿Quiénes fueron? Lo investiga el Ministerio Público. Incluso, el caso lo atraerá la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales, la cual ya envió a Víctor Maldonado como comisionado.
Amén de la indagatoria, la quema de las instalaciones del Consejo Municipal estuvo precedida de un bloqueo de manifestantes de diversos partidos políticos, según se identificaron. Sin embargo, se desconoce si en realidad militan en los partidos que señalaron: Morena, PAN, PRS y PUP.
¿Son ellos los interesados? ¿O es el administrador municipal? ¿O es el mismo PRI?
El administrador, cuentan en los corrillos políticos, se ha engolosinado con el poder y ha complacido en todo a quienes se oponen a la celebración de las elecciones extraordinarias. ¿Será?
Y, por otra parte, es endeble el respaldo del PRI a Oscar Guerra, quien en las elecciones ordinarias fuera su candidato en coalición con el PVEM. ¿Lo habrán abandonado? Incluso, es incierto que vuelva a ser el candidato en la extraordinaria.
Además se habla de la intención de constituir un Consejo Municipal paritario entre todas las fuerzas políticas, pero que no haya elecciones extraordinarias.
ESTADO DE MÉXICO, VOTO INDECISO Y VOTO OCULTO
Con alguna variaciones, las últimas encuestas difundidas en diversos medios de comunicación reflejan una competencia electoral cerradísima en el Estado de México para la elección de gobernador; es una contienda de tercios en el arranque de las campañas: Josefina Vázquez Mota del PAN, Delfina Gómez Álvarez de Morena y Alfredo del Mazo Maza del PRI.
En los datos difundidos, una encuesta ubica como puntero a del Mazo con el 32% en la preferencia electoral, a Josefina y a Delfina empatadas con el 26%, y en cuarto lugar sitúa a Juan Zepeda del PRD con 12%.
En otra encuesta, al parecer encargada por la Presidencia de la República, Josefina viene punteando con 23.98%, le pisa mucho los talones del Mazo con 23.86%, Delfina vendría en el tercer sitio con el 21.27% y Zepeda apenas con el 6.98%.
Y hay otra –de tantas más—de la firma Massive Caller, levantada e 24 de marzo, la cual arroja un 23.46% para Delfina, un 20.08% para Josefina, 19.82% para del Mazo y 8.78% para Zepeda.
¿Qué encuesta es la buena? Francamente no es recomendable confiarse en alguna, porque la experiencia ha demostrado que en ocasiones las encuestas fallan. Eso sí, pueden tomarse como referencia sobre todo cuando hay coincidencia en lo cerrado de los resultados.
Y en este caso, marca alerta para los competidores principales porque en la campaña pueden pasar dos cosas: O crecen o se desploman. Bueno, y quizá alguien pueda mantener su preferencia electoral.
Claro, los resultados de una elección no dependen solamente de la preferencia electoral, sino es determinante la movilización y una estructura electoral leal, a prueba de todo tipo de tentaciones.
Hay un dato importante: El alto porcentaje de los encuestados que manifestaron que “no sabe” por quien votará en las elecciones de gobernador del Estado de México; anda alrededor del 20%. ¿Es voto indeciso? ¿voto oculto? ¿Abstencionista?
Y es precisamente ese porcentaje el que puede definir la elección. ¿Para qué candidato o candidata se irán esos votos? Si se trata de voto oculto es probable que sea voto anti PRI, que es el partido en el gobierno en esa entidad federativa.
Si es voto indeciso, empezará a definirse en la campaña electoral y también es probable que en su mayoría sea anti-priista y tienda a favorecer a Morena, al PAN o al PRD.
Entonces, ¿perderá el PRI la elección de gobernador del Estado de México? Sería el pronóstico. Sin embargo, al Revolucionario Institucional le queda como recurso la pulverización del voto, algo como lo ocurrido en el estado de Oaxaca, donde tres de los competidores eran tan fuertes que dividieron el voto opositor y el PRI ganó, con apenas el 30% del total de votos emitidos, pero ganó y con una diferencia inobjetable de alrededor de cien mil votos.
Una derrota o un triunfo electoral siempre es multifactorial, donde cuenta la trayectoria del candidato o de la candidata, sus errores, aciertos. Cuenta también la actuación del partido en el gobierno… ¿el PRI ha gobernado bien en el Estado de México? ¿en la Presidencia de la República? ¿El gobierno federal ejercido por los panistas ha dejado buen sabor de boca a los mexiquenses? ¿La izquierda ha rendido buenas cuentas?
En fin, según la lectura de los datos de las encuestas los tres principales competidores arrancaron campaña muy parejo. Y el PRD empieza tan a la zaga, que difícilmente podrá alcanzarlos.
¿Quién ganará la elección del Estado de México? Es impredecible. Pero si el PRI pierde, sería la antesala para la derrota a la Presidencia de México, salvo que recurra a arreglos electorales.
El Estado de México representa no solamente alrededor de 11 millones de votantes, sino también poder económico y político rumbo a las elecciones presidenciales del 2018.
