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Por Rosy RAMALES
Esta, es la semana decisiva del proceso de selección de consejeras y consejeros del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), pero también para el rumbo democrático de nuestro país en la víspera del proceso electoral más grande en la historia de México: Renovación de la Cámara de Diputados Federal junto con elecciones locales en las 32 entidades federativas (aun con variantes en plazos).
El acuerdo respectivo marca el 22 de julio de 2020 como la fecha para la selección de las cuatro consejerías vacantes al concluir el periodo de Pamela San Martín Ríos y Valles, Enrique Andrade González, Benito Nacif Hernández y Marco Antonio Baños Martínez.
Las cuatro quintetas de finalistas seleccionadas por el Comité Técnico de Evaluación ya pasaron a las entrevistas; algunos por sus méritos propios, pero otros por componendas políticas con partidos, con diputados, y hasta con consejeros en funciones del Consejo General del INE.
No pretendo descalificar el trabajo del Comité Técnico de Evaluación (aun cuando el perfil de algunos de sus integrantes lo descalifiquen por sí mismo), pues un órgano de tal naturaleza siempre estará en el ojo del huracán porque los partidos políticos intentan imponer a sus afines.
Quien conoce cómo se desarrollan este tipo de procedimientos sabe de sobra que los partidos, que los grupos políticos y poderes fácticos impulsan, promueven y financian aspirantes a consejerías. Claro, existen honrosas excepciones, pero son quienes menos posibilidades tienen a pesar de sus conocimientos en materia electoral.
Y en ese jaloneo, pues los partidos han puesto en entre dicho el trabajo del Comité Técnico de Evaluación con la consecuencia de la división de opiniones entre las mismas bancadas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, incluida la bancada morenista.
Por tanto, empieza a verse dificultad en que la Junta de Coordinación Política logre sacar exitosamente a las cuatro candidaturas finales a las consejerías del Consejo General del INE para ser votadas en el pleno el 22 del mes en curso; y que ahora se sabe serán dos mujeres y dos hombres en razón de la integración de las cuatro quintetas.
¿Y qué pasa si en las siguientes horas persiste la división y el rechazo hacia las quintentas con todo y cualquier pronunciamiento a favor por parte del líder la bancada de Morena y líder de la Jucopo, Mario Delgado?
Bueno, la Constitución es muy clara, también e acuerdo correspondiente: Se pasa al siguiente procedimiento: La insaculación de los finalistas, por el pleno de la Cámara de Diputados; o sea, se procede a seleccionarlos al azar, lo cual se llevaría a cabo el día 23 del mes en curso.
¿Y si no? Entonces se pasaría al último procedimiento alternativo que también es por insaculación de los finalistas, pero ahora por parte del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación previa remisión de las listas por parte de la Cámara Baja; y la fecha señalada para tal efecto es el 24 de julio.
Como ven, no hay mucho tiempo.
Sin embargo, hay especialistas en materia electoral y diputados que coinciden en señalar que la selección de las personas a ocupar las cuatro consejerías se irá a la reposición de las quintentas, aunque la Constitución no lo prevea de manera específica ni tampoco la convocatoria.
No obstante, “la política todo lo puede”. Y si en la Jucopo toman el acuerdo de regresar las quintentas al Comité Técnico de Evaluación para reponerlas, lo hará. Y entonces quizá nadie impugne…o tal vez impugnen algunas de las personas que integraban las primeras quintetas.
Pero “la política todo lo puede”, así puede salir la selección de dichas consejerías.
En fin, lo que sí es que con sus honrosas excepciones (por ejemplo Carla Humphrey y algunas personas más) el resto de aspirantes de consejeras y consejeros del Consejo General del INE traen un perfil bajo y partidizado.
Si se deciden por la reposición de las quintentas, deberán hacerlo lo más rápido posible porque los plazos están sobre el tiempo.
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