Igavec Noticias Noticias Oaxaca
#Opinion Rosy RAMALES Pues ya están en ruta los trabajos para la selección y postulación del candidato o de la candidata del PRI a la gubernatura de Oaxaca; selección a realizarse por el método de Convención de Delegados, el cual ya sancionó el Comité Ejecutivo Nacional.
Pero conociendo la praxis priista, cabe preguntar: ¿En verdad será por Convención de Delegados? ¿O mediante el clásico “dedazo”?
Claro, de manera formal y legal será por Convención de Delegados, pero en los hechos es el “dedazo”, al cual se le da legalidad en una reunión de delegados a modo, quienes solamente llegan a avalar la “línea” previamente determinada, y así ungen a candidatos o candidatas.
Y todas y todos los aspirantes aguardan a ser llamados, ya sea por el presidente del PRI o por el jefe político en turno, informándoles algo así como lo siguiente: “Vas tú, felicidades”. Ja, y quienes no resultan seleccionados por el gran “dedo elector” acusan dados cargados, imposición, desaseo y todo lo que suele argumentarse en estos casos. Eso sí, habiendo siendo los favorecidos, el procedimiento habría sido el más democrático de todos los tiempos.
En fin. En un remoto caso de ir en serio el método electivo de la persona que encarne la candidatura priista a la gubernatura de Oaxaca, entonces se abre a competencia de planillas la previa elección de delegados en distritos y sectores, quienes asistirán a la Convención. Uy, pero un acontecimiento de esta naturaleza ocurre cada vez que pasa un cometa.
Pero suponiendo la existencia de delegados realmente electos, no producto de una falsa formalidad, cabe preguntar: ¿Los y las aspirantes están trabajando en sus propuestas de delegados a jugarlos en planillas? ¿O están confiando solamente en la buena voluntad del Espíritu Santo?
Y miren, querido lector, querida lectora, la situación del PRI en el estado de Oaxaca es compleja, ríspida, de confrontación, entonces habría sido mejor designar de manera directa y abierta al candidato o candidata a la gubernatura, que ir a una simulación de Convención de Delegados, que muchas veces genera heridas e insulta la inteligencia de la militancia.
Aunque como se trata de ir a la competencia para recuperar la gubernatura de Oaxaca, seguramente el PRI instrumentará la más fina operación cicatriz, salvo que descuiden este aspecto o hayan entregado la plaza. No obstante, el triunfo o la derrota priista siempre estará en función del ánimo de los ex gobernadores
Quizá la firma del acuerdo de unidad forme parte de dicha operación. Incluso, según ha trascendido en los corrillos priistas, el propósito del PRI es sacar la candidatura de “unidad”. Claro, signar un acuerdo en nada garantiza el respaldo de todos los grupos internos, sobre todo entre los priistas oaxaqueños, los cuales se pintan solos para trabajar en contra.
A propósito del acuerdo de “unidad”, ya lo firmaron los aspirantes de Durango y apenas esta semana lo signaron los aspirantes de Tlaxcala, ¿cuándo los de Oaxaca? ¿O aquí está muy complicada la situación?
EL HORNO NO ESTÁ PARA BOLLOS
Y vaya que el PRI la tiene complicada, no solamente por la disputa entre aspirantes a la candidatura a Gobernador de Oaxaca, sino por las condiciones electorales, pues a pesar de ser la primera fuerza electoral, la votación del longevo partido político ha venido en picada en un crecimiento de menos 7.2% junto con su aliando Verde.
Para ejemplificar, citaremos el extracto de un análisis (no es encuesta) realizado internamente, donde se hace referencia, y hasta con gráficas, de los siguientes datos nada alentadores para el PRI:
Con estadísticas de las tres ultimas elecciones, en el estudio se preguntan “¿Qué nos dice la participación ciudadana?”, contestando lo siguiente:
- En los procesos donde se elige Gobernador la participación es alrededor del 60 %.
- El punto más alto de participación se observa en la elección presidencial de 2012. (61.23 %)
- En las elecciones intermedias la participación es entre el 35% y 40%.
- En 2015, la elección federal reciente, la participación se cae…
Luego se desglosan datos relevantes sugiriendo que sean “Para tomar en cuenta en Oaxaca”:
- Respecto de la comparación de la última elección intermedia la alianza PRI- PVEM en Oaxaca registró un descenso de 13.8 % de preferencia electoral.
- La participación ciudadana fue del 36.1 %
- El total de votos obtenidos por el PRI-PVEM representan el 10.9 % de la lista nominal.
- A pesar de haber recuperado 6 distritos y ganado en total 7 de 11 distritos electorales, el crecimiento del PRI-PVEM es de -7.2%
Y en una evaluación general, en el estudio se plantea: “¿Qué nos dice la historia electoral?”, y se responde:
- El análisis final indica que a pesar de que el PRI se ubica como el partido con más presencia en Oaxaca, la oposición ha sido efectiva en las alianzas y coaliciones para obtener triunfos electorales.
- ¿Qué tal? O sea, ¿qué los priistas sí están analizando un escenario de derrota frente a una alianza efectiva? ¿Será por eso el run run sobre un plan para fracturar a los pretendidos aliancistas? Aunque ni hace mucha falta, pues a lo largo de seis años los “coalicionistas” solitos se han perjudicado.
