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CRÓNICA POLÍTICA: PRI, como los buitres…

#Opinión Por:Rosy RAMALES

Idelfonso Zorrilla Cuevas fue un político en toda la extensión de la palabra, ex rector de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), de trato amable, pero de carácter fuerte; inteligente, astuto. Le tocó ver la transición de la Comisión Electoral al Instituto Federal Electoral y las respectivas réplicas en las entidades federativas cuando todavía el órgano lo presidía un representante del Ejecutivo.

Y militaba en el PRI. ¿Defecto o suerte? Bueno, en esa época tampoco había mucho de dónde escoger; existía el PAN, pero nunca fue proclive a la derecha, y el PRD era incipiente. Así que toda su vida la pasó en las filas del Revolucionario Institucional en la época de partido poderosísimo, dominante; cuando nadie se atrevía a desobedecer las órdenes del jefe político del priismo, representado por el Presidente de México y en los estados por los gobernadores, pero sobre éstos dominaba aquél.

Zorrilla Cuevas sostenía una curiosa teoría: Que el PRI únicamente podía funcionar bajo el esquema de candidatos designados por el jefe político, ya sea de manera directa o mediante el camuflaje de otro método. En otras palabras, que el Revolucionario Institucional no estaba hecho para la democratización interna, pues había forjado una cultura distinta (la del clásico “dedazo” y disciplina ciega).

Para aquél viejo político, el partido empezaría a cavar su propia tumba cuando hiciera el intento de democratizarse y elegir a sus candidatos por voto universal de la militancia, directo y secreto. ¿Por qué agonizar o morir en el intento? Porque, según decía, la militancia y los gurús no estaban preparados para elecciones internas abiertas, precisamente por la atadura de la cultura, y que se iban a despedazar (quizá como los buitres) porque todos querrían quedarse con todo o con pedazos del poder repartido en las candidaturas.

Entonces, decía, “el día que eso pase, el PRI se acaba”. Palabras más, palabras menos.

Se lo escuché decir muchas veces cuando, después de entrevistarlo, platicábamos largo rato sobre la suerte de su partido ante la silente inconformidad de uno que otro priista debido a las llamadas “imposiciones” o “dedazos”.

La disciplina del priista (sostenía) era elemento fundamental para la fortaleza, poderío y hegemonía del PRI, pero todo con el acompañamiento del ejercicio de gobierno de respuesta al pueblo.

Lástima que Zorrilla Cuevas ya no está entre los vivos para disfrutar una tasa de café escuchando su plática, y preguntarle su opinión sobre la exigencia de priistas en la actualidad, de que el partido se abra a la elección democrática de candidaturas rumbo a los comicios del 2018, no solo para seleccionar al candidato o candidata del PRI a la Presidencia de México, sino a diputados y senadores al Congreso de la Unión, y para todos los cargos locales a jugarse en los comicios concurrentes en 30 entidades federativas.

¿Será realmente un clamor generalizado? ¿Será una insoslayable necesidad del PRI para subsistir? ¿O se trata solamente de reclamos airados de priistas excluidos actualmente de las mieles del poder interno? ¿Cuántos de los que hoy reclaman democracia interna la enterraron cuando tuvieron el poder? ¿Cuántos de quienes hoy piden elecciones internas por voto universal fueron beneficiarios del “dedazo”?

Claro, lo ideal, no solo en el PRI, sino en todos los partidos políticos, sería la elección democrática de sus dirigentes y candidatos a todo cargo de elección popular. Es más, hasta debieran abrirla a la ciudadanía en general, pues en las elecciones constitucionales los electores no tienen más opción que elegir entre las previas imposiciones cupulares o de grupos internos.

Pero que sean elecciones internas realmente democráticas, no simulaciones. ¿Podrán?

En fin, el caso es que en el PRI tras los comicios del pasado cuatro de junio, arreció la exigencia de democratizar al partido en la selección de candidaturas. La corriente “Democracia Interna”, liderada por el ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz, hasta cuestionó el júbilo del líder nacional priista, Enrique Ochoa Reza, por los pírricos resultados electorales.

Y doña Ivonne Ortega Pacheco, ex gobernadora de Yucatán, ex secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional del PRI y actual diputada federal, no hace mucho emprendió una campaña sobre todo en redes sociales para impulsar la democratización interna de su partido, advirtiendo la derrota en el 2018 y previamente un debilitamiento rumbo a la próxima Asamblea Nacional.

¿Tienen razón los priistas rebeldes? Mmm…pues valdría la pena la reflexión por parte de los asambleístas. Todo cambia, y quizá el PRI requiere tan solo llevar a la práctica sus principios democráticos, valorando la conveniencia de cristalizarlos de golpe y porrazo o de manera gradual.

No obstante cabe preguntar: ¿Candidatos del PRI emanados de elecciones internas por voto universal, garantizan el triunfo del PRI en los comicios del 2018? Tal vez funcione a los priistas como cuando se abre una válvula de presión y en consecuencia aminore el riego de descalabros electorales.

Pero externamente se necesita mucho más para reposicionar al PRI en el ánimo del electorado: Requiere de candidatos fuertes, convincentes, sin trayectorias manchadas por el engaño al pueblo, sin la imagen de beneficiarse de recursos públicos. Pero además, el partido necesita convencer con el ejercicio de gobierno bueno, pulcro y de beneficio general.

No se trata solamente de democratizar al partido para elegir (de manera real o simulada) a lo peor del priismo… o dicho en otras palabras, a la crema y nata de las mafias internas.

En fin, que hace seis años el PRI contó con un aspirante de perfil natural como Enrique Peña Nieto, y con un escenario de hartazgo ciudadano frente a dos sexenios panistas. Hoy no tiene lo uno, ni lo otro.

Lo que sí queda bien claro, como decía Zorrilla Cuevas, que cuando los priistas empiezan a disputar el poder interno se despedazan como buitres con la consecuencia de la derrota. Y lo disputan, sin ofrecer nada nuevo, pues el cambio y la democracia interna no se agota en la sección de candidaturas.

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correo: rosyrama@hotmail.com

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