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#Opinión
Por: Rosy RAMALES
Queridos lectores, como ustedes ya están enterados, tres disputarán la presidencia del Partido Acción Nacional (PAN) en el Estado de Oaxaca: Natividad Díaz Jiménez, José Manuel Vázquez Córdova y Luis de Guadalupe Martínez Ramírez.
Y los tres tienen sus pros y sus contras.
Natividad es mujer y sería muy honroso para el PAN oaxaqueño dar el ejemplo de ser dirigido por una mujer. Pero… aquí viene el pero… Juan Mendoza Reyes le hace sombra. Porque si bien el ahora diputado local y coordinador de la fracción parlamentaria panista, respalda absolutamente a Díaz Jiménez, también es cierto que su cercanía le resta simpatizantes a la candidata interna. ¿O…no?
Por el bien de Naty, Juan debería hacerse a un lado. O por lo menos procurar menos acciones que desencadenen sospechas sobre que ella es la “candidata oficial” del Partido Acción Nacional en Oaxaca. Incluso, panistas empiezan a preguntarse sobre el destino de los recursos de la fracción parlamentaria en la nueva LXIII Legislatura oaxaqueña.
¿Para la bancada o para la campaña? ¿Acaso piensan que encontrarán inversión segura en la elección interna? ¡Qué mal pensados!
Y eso resta votos a Natividad. Claro que si hay promesas de recompensa y demás artes electorales, sus seguidores pueden aumentar.
Pero lo bonito es ganar con votos reales, porque los votos de mentiritas o coptados, solo generan ingobernabilidad interna tarde que temprano.
En fin.
Chema es un joven (o más o menos joven) inteligente, preparado, panista de hueso colorado, y ha sido muy talachero. Y conoce de Derecho Electoral. Es un cuadro que ha brillado por sí mismo. Pero también tiene un pero… últimamente la cercanía de Gerardo García Henestroza, a quien se le vio en el registro de Chema como aspirante a la presidencia del PAN estatal.
La imagen de Henestroza quedó por los suelos en los dos meses que estuvo como presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucupo) en la Legislatura saliente.
A Natividad la repudiaron sus compañeros y a Henestroza, los trabajadores del Congreso. El pleito entre ambos fue evidente: Por el control de la bancada y de todos los derechos y privilegios implícitos en una coordinación parlamentaria.
En fin.
¿Y Luis de Guadalupe? Ah, dejó la presidencia municipal de Huajuapan de León para ir en busca de la presidencia del Partido Acción Nacional en el estado de Oaxaca. Tanto pelear por el honor y el orgullo de gobernar la tierra natal y al final botan el cargo. Caray.
Luis de Guadalupe ni necesidad tiene de andar del tingo al tango cuando posee su fiat notarial, es un prestigiado abogado y es de las mejores familias en Huajuapan de León.
¿Y su pero? Su cercanía con ex gobernadores.
En los corrillos panistas hasta sospechan de que su candidatura implica la entrega del PAN. ¿Será? ¿O solo es mero comentario ante un competidor de la talla de Luis de Guadalupe?
Sin duda, Luis de Guadalupe es un panista inteligente. Pero Chema también. Y Natividad por igual.
Y por uno de los tres tendrán que votar los panistas. ¿Quién ganará las elecciones? Mmm… eso sí quien sabe. ¿El que reparta más dinero? ¿El que prometa cargos? ¿O el que prometa darle un rumbo con sentido y crecimiento al tan devaluado PAN en Oaxaca?
Veremos quien gana las elecciones a efectuarse en diciembre. Los panistas son impredecibles. Ya ven, en vez de votar por Javier Corral, que representaba un cambio real, votaron por Ricardo Anaya Cortés para presidente del PAN nacional, y ahí están los resultados: Se peleó con quien lo impulsó, anda metido en escándalos de vida cómoda en Estados Unidos, y pretende ser candidato a la Presidencia de México sacando ventaja de su cargo de líder nacional panista. Claro, él lo niega.
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