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Por Rosy RAMALES
Sin duda, la noticia que más alegra a los mexicanos es la reducción del sueldo y privilegios de los llamados “representantes”; “populares” si son diputados o de los “Estados” si son senadores.
Y he aquí una gran mentira del sistema político: Los plurinominales o de representación proporcional. Porque ni representan al pueblo ni a las entidades federativas; más bien son una invención para beneficiar a los partidos políticos.
¡Qué se acaben!
Incluso, los senadores plurinominales rompen con el principio del Pacto Federal.
En total son 128 senadores: 64 de mayoría relativa, 32 de primera minoría y 32 plurinominales. ¡Todos mantenidos por el pueblo para tan pocos resultados!
Verán el gastito. Según declaraciones Martí Batres cada Senador de la República tiene una dieta de 300 mil pesos mensuales. ¡Imagínense! Es un insulto en comparación al salario mínimo o a los ingresos de personas dedicadas a la iniciativa privada, la cual contribuye para el gasto público. Pero los “representantes” se pasan de listos.
Y aparte los senadores tienen seguro de vida, gastos médicos mayores, bonos, viáticos y comida gratis. Bueno, llegan a reuniones-desayunos en espacios ex profeso en las instalaciones del Senado, con chef y toda la cosa. Nada que ver con la torta de tamal del empleado, sino a los senadores les sirven viandas exquisitas y caras.
Por eso bien haría en prosperar la propuesta de Morena de reducir la dieta de los senadores de 300 mil a 90 mil pesos mensuales, que ésta sea su percepción neta; y todavía es mucho.
En total Morena plantea los siguientes recortes en millones de pesos: 110 en dietas y prestaciones, 110 en ingresos y prestaciones a los altos mandos administrativos, 240 en estructura administrativa, 500 en contratos por honorarios, 800 en aportaciones a grupos parlamentarios y comisiones, 220 en pasajes y viáticos, y 20 en materiales y suministros.
Ups. ¡Con razón hasta se matan para ser senadores o senadoras! Qué terrible que las mujeres también participen del atraco en despoblado al erario vía escaño. ¡Cuánto gasto mientras hay millones de mexicanos muriendo de hambre en los cinturones de miseria y en las poblaciones en pobreza y pobreza extrema.
Esos pobres que se volcaron en las urnas electorales el pasado 01 de julio a favor de Andrés Manuel López Obrador para Presidente de la República, y de una manera ciega y uniforme hacia a todos los demás candidatos de la coalición “Juntos Haremos Historia”, integrada por los partidos Morena, del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES).
Ahora a cumplirles. Nada que vamos a “consensuar” las propuestas como dice Martí Batres. Vaya, ahora tendrán aplanadora y bien que pueden aprobar las reducciones, máxime cuando para ello no se requiere mayoría calificada.
Así que no intenten dar al pueblo “atolito con el dedo”, porque empezará la decepción y los cuestionamientos de una opinión pública hoy más que nunca obligada a señalar el incumplimiento de los gobernantes y “representantes”.
No pase como en Oaxaca cuando en el 2010 Gabino Cué Monteagudo ganó la gubernatura impulsado por una coalición PRD-PAN-PT-Convergencia, entraron queriendo cambiar el mundo, pero solo hicieron reformas en beneficio propio y todo partidizaron; incluso, los órganos autónomos.
Caray, los senadores son una pesada carga para el pueblo. Vean nada más cuánto ahorro podría tenerse suprimiendo gastos innecesarios como esa partida de aportaciones a grupos parlamentarios y comisiones y estructura administrativa, que no se sabe el destino a ciencia cierta.
Eso sí, ahí han cobrado hijos y querencias de cuanto senador. Y a otras partidas van los gastitos personales como, por ejemplo, los hechos por Layda Sansores. ¡Qué vergüenza!
Pues a ver si Morena cumple, porque en sus filas también pululan los cuadros con sueños de grandeza y no se van a conformar con solo la dieta. Lo mismo que petistas y pesistas. Imitan muy bien las practicas priistas, incluso han metido hasta a las esposas e hijos en cargos de elección popular. ¿Qué pensará AMLO de ello?
En fin, es bueno el plan de austeridad republicana para la Cámara de Senadores planteado por Morena en voz de Martí Batres, con lo cual habría un ahorro anual de alrededor de 2 mil millones de pesos anuales. ¡Casi la mitad del actual presupuesto para los senadores de 4 mil 900 millones de pesos!
Ojalá.
ELIMINAR PLURIS
Para la austeridad republicana en un país con millones de habitantes pobres y en pobreza extrema, no bastan los ahorros que pueda haber con recortes a los presupuestos a las cámaras del Congreso de la Unión; la medida debe replicarse en los Congresos de las entidades federativas.
Y al mismo tiempo deben eliminar la figura de las senadurías y diputaciones plurinominales, para que en las próximas elecciones intermedias ya no se asignen a los partidos políticos 200 diputados y diputadas de representación proporcional, ni 32 senadores de lista.
La eliminación de la figura de “representación proporcional” sería un ahorro de fondo para la federación. Además para las entidades, porque al tratarse de una federación, éstas por mandato constitucional adoptarían la misma regla.
Morena y aliados ¿lo harán? A partir de la próxima Legislatura podrán. Si no lo hacen, será porque en realidad no quieren.
