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#Opinión Por: Rosy RAMALES
En la víspera del inicio del Proceso Electoral 2017-2018 resultan hasta normales las dimisiones, las adhesiones y los pronunciamientos a favor de conformar todo tipo de alianzas, que llegado el momento procesal necesariamente tendrán que constituirse en coaliciones de partidos políticos porque no hay otra forma legal de unirse para competir electoramente en el ámbito nacional.
Lamentablemente, esa “normalidad” política-electoral en la cual se está moviendo la oposición al PRI casi en su conjunto, refleja ambición del poder por el poder, no el poder como una acción transformadora para mejorar las condiciones de vida de los mexicanos.
Es la búsqueda de ganar como sea o por lo menos de la sobrevivencia política, máxime cuando en el 2018 junto con las elecciones de Presidente de México, diputados federales y senadores, habrá comicios concurrentes en 30 entidades federativas, de las cuales en ocho elegirán gobernador: Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán.
En otras entidades habrá elecciones de concejales a los ayuntamientos o de diputados locales; o ambas.
Así que la lucha electoral será cruenta. Sin embargo, la oposición está obligada a dejar de lado la búsqueda del poder por el poder. ¿Podrá? Veremos.
Por lo pronto, en el ámbito nacional este fin se semana ocurrieron eventos políticos de relevancia para las elecciones del 2018; y evidentemente las decisiones de los órganos nacionales de los partidos políticos, de grupos y de personajes, impactarán en los comicios locales positiva o negativamente.
PADIERNA, BEJARANO Y MORENA.
Francamente es incierto cuánto mal o cuánto bien hará al PRD la renuncia de Dolores Padierna y de su esposo René Bejarano. De entrada, la dimisión de ella merma al grupo parlamentario perredista en el Senado de la República.
¿Y electoralmente? Quizá generen un socavón al PRD, porque seguramente se llevarán a la militancia de su corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN), salvo la partición de la misma entre quienes los sigan y quienes permanezcan en las filas del partido del Sol Azteca.
Se verá en los días subsiguientes o tal vez hasta el día de la jornada electoral.
Por otra parte, también es incierto por el momento cuánto bien o cuánto mal hará la adhesión de Dolores Padierna y de René Bejarano a Morena en respaldo de Andrés Manuel López Obrador, líder nacional de este partido y aspirante a la Presidencia de México.
Si los esposos se llevan a Morena la militancia de IDN, beneficiará al traducirse en votos, no solo de los idenistas, sino también del electorado cautivo a base de apoyos “sociales” por parte de esa corriente. ¿Pero el mal prestigio del “Señor de las ligas” ayuda a AMLO respecto del voto de la sociedad civil?
La desbandada perredista para sumarse a AMLO se ha venido registrando sobre todo a lo largo del último año. Sin embargo, con sus honrosas excepciones, ha sido lo peor del PRD.
La también reciente renuncia al PRD de Rey Morales Sánchez, secretario de Políticas Alternativas de Seguridad Pública del Comité Ejecutivo Nacional, era hasta necesaria para el partido, aunque según él quienes lo dirigen “lo han pervertido…” Vaya, en su estado natal, Oaxaca, el ahora ex perredista vivió del partido.
Con sus excepciones, quienes se han ido del PRD para sumarse a Morena es porque su futuro político lo ven en este partido vendiéndole por el momento a AMLO la idea de que en ellos tienen a los más leales adeptos.
¿Cómo se les llama? ¿Oportunistas? Aparte están los perredistas que sí aportan capital político y prestigio a AMLO.
LA SOBREVIVENCIA DEL PRD
Tiene razón Alejandra Barrales cuando dice que quienes se quieran ir del PRD que lo hagan pronto, para no estorbar el trabajo del partido. Claro, siempre es mejor tener al enemigo fuera; dentro es más peligroso.
No obstante el aire de seguridad de Barrales (ratificada en la presidencia del PRD nacional) y la minimización de las dimisiones, el PRD anda muy perfilado al socavón electoral, gracias a la fuerte presencia de Andrés Manuel López Obrador y al crecimiento de Morena.
No se dude entonces que la pretensión de conformar el Frente Amplio Democrático sea más bien una estrategia de sobrevivencia del PRD, que a cambio de posiciones en el Congreso de la Unión, algunas gubernaturas, diputados locales y concejales a los ayuntamientos, deje al PAN la candidatura a la Presidencia de México.
Por lo pronto, este domingo durante su Consejo Nacional, el pleno del PRD votó a favor de unirse al Frente Amplio Democrático con el PAN y con los partidos políticos que quieran sumarse.
Claro, el FAD, que necesariamente tendrá que convertirse en coalición tal vez con esa denominación, todavía no es un hecho. Lo será hasta el debido registro ante el Instituto Nacional Electoral (INE), y aún así, existe el riesgo de la división y fracaso del Frente porque alguno de los partidos miembros decida salirse.
EL ACUERDO DE AMLO
Andrés Manuel López Obrador consiguió la adhesión a su Acuerdo Político de Unidad de personajes representativos de la izquierda mexicana como, por ejemplo Ifigenia Martínez; además de ex perredistas, empresarios y personalidades.
Pero mientras uno se le suman, otros se hacen de lado porque siguen enojados; es el caso Ricardo Monreal, a quien (como era de esperarse) diversos partidos políticos, incluido el PRD le están haciendo ojitos para postularlo como su candidato a la jefatura de Gobieno de la Ciudad de México.
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