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#Opinión Por:Rosy RAMALES
*.- El metro-city bus, quien sabe si entre en operación
En una primera revisión a la situación que guarda la Secretaría de Vialidad y Transporte (Sevitra), la nueva administración estatal encontró un desorden total en esta dependencia, donde desaparecieron alrededor de cien folios de concesiones que hacen un total de 20 millones de pesos, considerando 200 mil pesos por cada concesión.
¿Concesiones de qué tipo? ¿Taxis? ¿Mototaxis? ¿Urbanos? Ese es un dato reservado por el momento.
¿Quién las desapareció? Es lo que andan investigando.
La Sevitra tuvo dos titulares: Primero fue José Antonio Estefan Garfias quien renunció al cargo para ser candidato del PRD a la diputación federal por el distrito de Santo Domingo Tehuantepec, la cual ganó. Luego asumió la titularidad de la dependencia el panista Carlos Moreno Alcántara, quien duró hasta el final del sexenio del gobernador coalicionista Gabino Cué Monteagudo.
Claro, hasta que las instancias investigadoras tengan el resultado podrá saberse si alguno de los entonces Secretarios está involucrado en la desaparición de los folios de las concesiones, o si es responsabilidad de algún funcionario menor de la misma Sevitra. Incluso, a cualquiera de ellos debe aplicarse el principio de presunción de inocencia: Nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario.
Mmm. Hay muchas dudas entorno al extravío. Los folios ¿son solo folios? ¿O ya son concesiones firmadas y toda la cosa? ¿Quién firma las concesiones? ¿El gobernador o el titular de la Sevitra? O sea, ¿los documentos extraviados estaban firmados? ¿Por Gabino Cué o por alguno de quienes fueron Secretarios de Vialidad y Transporte en su sexenio?
Caray, ¿dónde estarán esas concesiones o esos folios? ¿En una alcantarilla? ¿O pegadas en unidades de transporte?
Como sea, en los corrillos políticos cuentan que el extravío de los folios es un asunto que no puede disculparse, entonces la administración estatal actuará en consecuencia. Claro, igual y en una negociación político-electoral pueden acordar que nada pase; y entonces todos felices y contentos.
En fin, dicen que en la Sevitra no hay ni computadoras… Bueno, sí hay algunas, pero no las suficientes. No saben qué pasó con el equipo de cómputo, el cual, por cierto rentaban junto con copiadoras. ¿Rentar? ¿Entonces no forman parte del patrimonio del Gobierno del Estado, sino de particulares? Ups. ¡No hay ni chatarra!
Otra de las situaciones raras detectadas en la Sevitra es la operación de una o de dos señoras que en alianza con funcionarios menores de esta dependencia hicieron el gran negocio con placas. ¿Qué señoras? Es lo que están investigando. Al parecer una de ellas tiene vínculos partidistas.
EL METRO-CITY BUS
Ya adentrados en el tema del transporte, cabe preguntar: ¿Por qué la Secretaría de Administración tenía a cargo aspectos de la construcción de las obras relativas al metro-city bus? ¿Sinfra solo fue convidado de piedra?
Quien al parecer sí fue convidado de piedra en el tema, fue el panista Carlos Moreno, pues otros colaboradores de Cué de su gabinete legal y extra-legal tenían metidas las manos y hasta los codos en el asunto del metro-city bus, y Carlos solamente, como el chinito, “milando”. ¿En serio?
Otras preguntas:
¿Por qué de metro-bus se cambio a city-bus? La administración estatal anterior inicialmente anunció que sería metro-bus (de esos carros que parecen acordeón), pero terminaron comprando 90 unidades para city bus. ¿Qué no eran 100? Por cierto, el costo de las unidades también es motivo de investigación porque es demasiado alto.
¿Por qué no se ha puesto en marcha el city-bus? Por dos razones: Primero porque la obra está inconclusa y mal hecha; y segundo, porque hay oposición de distintos sectores de la población, incluidos transportistas y ciudadanos. Los primeros porque temen ser desplazados y los segundos porque no saben cómo podrá transitar un city bus, las unidades particulares y los urbanos, si en estos momentos a duras penas pueden transitar y eso que no ha empezado a funcionar ese transporte moderno.
El problema de la operación del city-bus va para largo y pinta para tremendo lío social. ¿Lo pondrá en marcha la nueva administración encabezada por el gobernador Alejandro Ismael Murat Hinojosa (PRI)? ¿Va a asumir el costo social, político y electoral de una acción de gobierno de su antecesor? ¿O replanteara el proyecto quizá para ponerlo en marcha en la periferia de la ciudad? ¿Tal vez en una ruta por toda la orilla del Río Atoyac?
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Correo: rosyrama@hotmail.com
