CRÓNICA POLÍTICA: En Oaxaca lo más grave que hay es la corrupción es impunidad

#Opinión Por:Rosy RAMALES

En Oaxaca lo más grave que hay es la corrupción; además hay impunidad. Ups. Y no lo dice esta escribiente, lo afirmó el Auditor Superior del Estado (ASE), Carlos Altamirano Toledo en una entrevista realizada por Lupita Thomas, directora de Quadratín-Oaxaca; no tiene desperdicio; escúchenla. Aquí les dejamos el link:

https://www.pscp.tv/w/bEjqjzcyNDU4MzV8MW1uR2VtYm5Oa0FHWMBB6wIHdMschpn57EbYUELZ1n6rhhB9BqhlQI3_N56_

Por cierto, los diputados y diputadas del Congreso de Oaxaca no leen las notas ni tampoco escuchan las entrevistas. Quizá en ocasiones se conforman con leer la síntesis, y ya es mucho pedirles. Pero generalmente andan en ayuno informativo y cultural. Ignoran, incluso, que estar informado da poder.

¿A qué viene a colación el comentario? Al escándalo que hicieron por supuestas declaraciones realizadas por el Auditor en contra de la Junta de Coordinación Política en dicha entrevista. Pobre, al comparecer ayer ante las Comisiones de Administración de Justicia y de la Auditoría Superior, diputados y diputadas lo arrinconaron con reclamos sobre en qué se basaba para determinar que la Jucopo solapa actos de corrupción. Ja, y no dijo eso.

Ciertamente, hay una nota con el siguiente encabezado: “Solapa Congreso de Oaxaca corrupción por más de 126 mdp”. Pero no es declaración del Auditor, sino de una relación de por los menos diez casos de munícipes investigados por actos de corrupción, y cuyas auditorías importa tal cantidad; la información apareció a ocho columnas en por lo menos cuatro diarios locales y en la agencia informativa.

Una de dos: O los diputados y las diputadas locales padecen de falta de comprensión de la poca lectura que puedan hacer, o se sintieron realmente descubiertos. Incluso, se indignaron porque en uno de los diarios a ocho columnas refieren el reparto de 700 millones de pesos entre los legisladores. ¿Y…no?

Y se creen tan castos que para salvar su honra enviaron un comunicado con el siguiente encabezado: “Carlos Altamirano, Auditor Superior del Estado, Se retracta de declaraciones contra JUCOPO del Congreso del Estado”.

Solitos se evidencian. Y el Auditor tuvo que salir a decir en Twitter: “Me atribuyen declaraciones que no hice y ahora dicen que me retracto; no puedo retractarme de lo que no dije”.

Está de risa, ¿no? Pero también para preocuparse.

Porque de entrada, las y los diputados locales se dieron una prórroga para aprobar las leyes reglamentarias relativas al andamiaje jurídico Anticorrupción. Precisamente por eso los legisladores se reunieron con el Auditor Superior de Estado para escuchar sus observaciones y propuestas para la elaboración de las normas correspondientes, y le salieron con airados reclamos por declaraciones que no hizo.

Cuando más bien deben preocuparse porque el Congreso oaxaqueño “no cumplió” con la armonización de la norma secundaria como bien dice el Auditor.

Y eso que es uno de los Congresos “que más recursos gastan en operación y mantenimiento”; alrededor de 700 millones de pesos.

“Lamentablemente no ha sido posible auditar al Congreso del Estado de Oaxaca”, dice el Auditor en la entrevista con Lupita Thomas, realizada, no en la banqueta, sino a la mesa de un café.

¿O sea que la Auditoría ha sido negligente, omisa, incapaz? Pues Carlos Altamirano Toledo argumenta que en el cumplimiento de la obligación de auditar al Congreso se enfrentan al problema de la falta de capacidad operativa de la Auditoría, la cual apenas tiene un presupuesto de 70 millones de pesos cuando, por ejemplo, la de Chiapas recibe más de 100 millones.

Y el presupuesto de la ASE lo asigna el Congreso oaxaqueño.

Aunque tampoco debe ser pretexto la falta de recursos para auditar al órgano legislativo. Más bien parece existir una negra nube de intereses por parte de legisladores, y no precisamente del todo de la actual Legislatura, sino de la anterior también. ¿O a qué razón atribuyen a que a estas alturas estén pendientes de dictaminarse y aprobarse las Cuentas Públicas 2014, 2015 y 2016.

Incluso, la actual Legislatura en este periodo ordinario de sesiones por mandato constitucional debe aprobar la segunda parte de la Cuenta Pública 2016. Y no se les ve ánimo en lo mínimo para proceder en consecuencia; eso sí, la Auditoría debe enviar a tiempo el expediente correspondiente.

Es más, las comisiones del Congreso solicitaron una prórroga para dictaminar las cuentas pendientes.

Entonces, de que se asustan cuando dicen que el Congreso oaxaqueño “solapa actos de corrupción”. Y si no los solapa, por lo menos aplaza su investigación, dictaminación y resolución, por los siglos de los siglos amén.

Precisamente en la entrevista, Carlos Altamirano refiere (por no decir, se queja) que en el Congreso local tienen ya una lista enviada desde hace un mes por parte de la Auditoría Superior del Estado sobre auditorías, al parecer a munícipes, donde resultan actos de corrupción.

¿Y por qué envió la lista al Congreso y no directamente a la Fiscalía General del Estado? Porque la Legislatura anterior aprobó una ley donde obliga a la Auditoría a remitir las auditorías a la Junta de Coordinación Política para que ésta autorice presentar las querellas correspondientes. Ups.

Es una ley, como bien dice el Auditor, “que le ata las manos a la Auditoría”. Entonces en la Jucopo hay dilación para proceder en contra los munícipes que hayan desviado recursos. Por cierto, varios de los diputados locales saltaron a la curul siendo presidentes municipales.

En fin, retomando la obligación y la falta de recursos de la Auditoría Superior del Estado, que tampoco el Carlos Altamirano se escude en la escases presupuestal, porque es un secreto a voces que en dicho órgano “autónomo” los jefes se despachan con cuchara grande y también tienen cierto acercamiento con presidentes municipales y diputados.

¿Chinto tapa a chinto?

Caray, ¿y así quieren reelegirse diputados y diputadas?

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Correo: rosyrama@hotmail.com