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El “candidato de la militancia” y el “candidato oficial” del PRI

CRÓNICA POLÍTICA: Di No a ser Primera Dama y a actividades “honoríficas

Opinión por. Rosy RAMALES

Buena decisión de la señora Beatriz Gutiérrez Müller de no ser “Primera Dama”. Desde la campaña de su esposo, Andrés Manuel López Obrador, dio las razones de su “no”: Por lo clasista del término y  porque en México no debe haber damas de segunda.

El concepto fue acuñado para nombrar así a la “mujer distinguida, especialmente la de buena educación y clase social alta”. Luego en el ámbito internacional se usó para nombrar a la “mujer casada con un jefe de Estado o con un jefe de Gobierno”.

En la enciclopedia libre Wikipedia se dice que “el primer país en utilizar el título de Primera Dama parece haber sido Estados Unidos”, pues cuando éste se fundó “el presidente se encontraba sin un título adecuado para su esposa”, sin poder usar el europeo de “reina consorte”.

Luego, debido a la influencia política y cultural de Estados Unidos el “título” de Primera Dama se extendió a otros país.

Claro, México como vecino lo asumió. Y la respectiva esposa de los presidentes de la República se ha llamado pomposamente “Primera Dama”; título prácticamente nobiliario que además le ha dado derechos ilegales e inmerecidos a la cónyuge (mérito del título).

Además, en nuestro país ser Primera Dama es el pase automático al cargo de Presidenta “Honoraria” del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), institución que quizá tiene sus orígenes en el Instituto Nacional de Protección a la Infancia (INPI) de 1961.

Se cuenta que el Presidente de México, Adolfo López Mateos, dio atención especial a la niñez al considerarla como el futuro del país, y que su esposa, Eva Sámano, fue la indicada para ocuparse de las labores. Y así, él afianza la Asociación Protectora de la Infancia y posteriormente lo convierte en el INPI, cuyo patronato presidió ella.

Dicho Instituto tuvo a cargo el programa de reparto de desayunos escolares, organizó festivales de beneficencia, hizo reparto de ropa y de juguetes, llevó ayuda a damnificados y realizó campañas de matrimonios en ceremonias colectivas.

Quizá en ese momento de la historia de México, el papel de la “Primera Dama” pasó de la mera actividad protocoloria de la esposa del Presidente a un papel activo en el Poder Ejecutivo con facultades de decisión sobre las políticas públicas.

Y con el curso del tiempo el papel de “Primera Dama” se ha distorsionando, y a la mujer que lo encarna ha dado atribuciones extra legales y hasta poder político-económico. Ninguna ley crea dicho título, pero las consortes se los toman muy en serio agazapadas en la función de Presidenta Honoraria del Sistema DIF.

Bueno, ¿por qué esa función la ha desempeñado la esposa del mandatario? Caray, es un acto de nepotismo puro.

Además, en las elecciones votamos por Presidente de la República, no por pareja presidencial. Incluso, la Constitución establece claramente que el Poder Ejecutivo se deposita en una persona, no en un matrimonio.

Se ha dado de todo. Ha habido esposas que han cumplido cabalmente con el papel que en el protocolo social y político les corresponde como, por ejemplo, acompañar a su esposo como Presidente de la República a ceremonias oficiales nacionales e internacionales.

Pero ha habido algunas que pretendieron convertirse en Vicepresidentas de México. Ahí está el caso de Martha Sahagún, esposa de Vicente Fox Quesada; ambos del PAN. El entonces Presidente de la República no movía una bota sin la aprobación de ella.

Incluso, con Marthita cobró auge la aspiración presidencial de las “Primeras Damas”, tras haber usado este título para posicionarse electoralmente en el ánimo de la ciudadanía.

 Aunque a veces la pésima imagen del marido las aniquila. Ahí está el ejemplo de Margarita Zavala; el desempeño de su esposo, Felipe Calderón, como Presidente de la República, la afectó en su propia aspiración. Y lástima porque ella es buen cuadro político.

Cuando el priista Enrique Peña Nieto asume la Presidencia, se dijo que su esposa Angélica Rivera no jugaría un papel activo (como doña Marthita) en su calidad de “Primera Dama”. Y lo cumplió, pero quizá porque desde el principio cometió un grave error: La Casa Blanca.

Además, Angélica Rivera siempre ha sido vista como la artista de telenovelas, no como la esposa del presidente Peña Nieto. ¿Será que ahora que éste concluya su mandato, también se termine el feliz matrimonio?

En fin, retomando el tema. Qué bueno que la señora Beatriz Gutiérrez Müller no será “Primera Dama” ni desempeñará la función de Presidenta “Honoraria” del Sistema DIF Nacional; las tareas pasarán a la Secretaría de Salud.

La eliminación de tales funciones en la esposa del Presidente de la República, quizá permita ahorrar dinero, pues seguramente se gasta más en las giras de la “Primera Dama” como cabeza del DIF, que en los beneficios a las comunidades visitadas.

Por ejemplo, para entregar cobijas baratas y despensas básicas gastaban más en vehículos, gasolina, chóferes y el séquito de guaruras; además del gasto del avión. Incluso, quizá haya habido alguna “Primera Dama” nacional con aeronave solo a su disposición.

Ah, y eso de cargo “honorifico” siempre ha sido algo opaco. En realidad quien sabe si las consortes presidenciales hayan recibido un sueldo, una compensación o un bono.

BEATRIZ, ¿EN ACTIVIDADES CULTURALES?

Junto a la confirmación sobre de que Beatriz Gutiérrez Müller no será “Primera Dama”, ni Presidenta Honoraria del Sistema DIF-Nacional, se dijo que ella participará “honoríficamente” en actividades culturales.

Mmm. ¿Y cómo qué? No vaya resultando que al final de cuentas la esposa del Presidente de la República siga desempeñando un papel activo en las funciones del Poder Ejecutivo, de manera ilegal.

¿Dirigirá la política cultural del país? ¿Presidirá patronatos culturales? Y…¿cómo con qué derecho? ¿Nada más por ser la esposa del Mandatario? Volveríamos a la misma practica viciada.

Los mexicanos votaron por un cambio radical, que implica la exclusión de la esposa del Presidente de cualquier actividad del Ejecutivo. No más nepotismo institucional, ni más corrupción a través de éste.

La señora Beatriz es una persona inteligente, con sus propias actividades profesionales y académicas. ¿Por qué abandonarlas?

¿SE ACABARÁN LAS “PRIMERAS DAMAS” LOCALES?

Como no es un título en ley como para eliminarlo mediante una reforma, esperemos que las esposas de los gobernadores de las entidades federativas también rechacen ser llamadas “Primeras Damas”.

Lo que sí, como ya no habrá Sistema DIF-Nacional con presidenta “honoraria” en la persona de la esposa del Presidente de México, tampoco habrá Sistema DIF-Estatal encabezado por la esposa del gobernador…¿o sí?

Todavía no está muy claro cómo va a funcionar. Hasta ahora se sabe que la función del DIF-Nacional pasará a la Secretaría de Salud; quizá ocurra igual en las entidades, salvo que los gobernadores creen su DIF estrictamente local como posición para la esposa.

Pero se verán muy mal. Los mandatarios locales, del partido que sea, deben tener presente el claro mensaje de los mexicanos en las urnas electorales: ¡Cambio, cambio, cambio!

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