Huajuapan de León, Oax.- Luego de dos días de conclave se pudo observar la fumata blanca desde la chimenea de la Capilla Sixtina, anunciando a Robert Francis Prevost como el sucesor del Papa Francisco, por lo que ante esta situación, la Diócesis de Huajuapan manifestó que con el nuevo pontificado de quien tomó el nombre de León XIV, se espera construir una “Casita Sagrada” que el mundo tanto necesita.
Por lo anterior, Monseñor Miguel Ángel Castro Muñoz, Obispo de Huajuapan, manifestó su alegría por el inicio de esta nueva etapa de la Iglesia católica, como Obispos de la Iglesia que peregrina en México, adhiriéndose en obediencia filial al sucesor de los Apóstoles, por lo que espera que se fortalezca la misión encomendada para el Santo Padre al frente de la iglesia.
“Con gran alegría hemos recibido la noticia que después de la cuarta sesión de votación de los Cardenales electores, el Cardenal Robert Prevost, Prefecto del Dicasterio para los obispos ha sido elegido Papa y llevará el nombre de León XIV, convirtiéndose en el 267 sucesor de Pedro, reconociendo la voluntad de Jesucristo”, dijo.
Castro Muñoz, señaló que esta figura Papal guiará a los feligreses para cumplir con la misión que la iglesia y el mundo necesitan en este momento de la historia, por lo que esa casita sagrada, la cual no sólo es un templo material, sino también las condiciones que necesita una persona para vivir de acuerdo a su dignidad en el reconocimiento y respeto de sus derechos humanos y libertades fundamentales.
Cabe señalar que Robert Francis Prevost nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago, Illinois, Estados Unidos, siendo que en 1977 ingresó en el noviciado de la Orden de San Agustín (O.S.A.), en la provincia de Nuestra Señora del Buen Consejo, en San Luis. El 29 de agosto de 1981 profesó sus votos solemnes. Estudió en la Unión Teológica Católica de Chicago, graduándose con una licenciatura en Teología.
Asimismo, fue miembro de los Dicasterios: para la Evangelización, Sección para la primera evangelización y las nuevas Iglesias particulares; para la Doctrina de la Fe; para las Iglesias Orientales; para el clero; para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica; para la Cultura y la Educación; para textos legislativos, de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano, por mencionar algunas.