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Miércoles de ceniza, la fe en Dios

**La cruz vista como amuleto de buena suerte**

E. García/IGAVEC

HUAJUAPAN DE LEÓN, Oax.- Con el miércoles de ceniza inició el periodo de cuaresma, tiempo en que se recuerda los 40 días que ayunó Jesús, antes de su pasión y muerte.

Desde tempranas horas, las familias llegaron a las diferentes parroquias de la ciudad para tomar la ceniza, otras pidieron algunos minutos permiso en su trabajo,  amas de casa llevaron a sus hijos tras recogerlos de la escuela, así se vivió este día hasta largas horas de la noche, luego que monseñor, Teodoro Enrique Pino Miranda, ofició la última celebración Eucarística en la Iglesia Catedral.

En su homilía, dijo la Cuaresma es “un tiempo de conversión para afrontar victoriosamente con las armas de la penitencia el combate contra el espíritu del mal”, para dar paso a los presentes a recibir la ceniza que padres y seminaristas colocaron en la frente de los fieles, al tiempo que decían “Arrepiéntete y cree en el evangelio”.

Para los católicos este día es momento de iniciar ayunos y penitencias para librarse de sus pecados, algunos dejan de comer sus alimentos preferidos, mientras que otros optan por hacer “sacrificios” como alejarse por algún tiempo de consumir bebidas alcohólicas  o el tabaco.

En la Iglesia Catedral,  se formaron largas filas, otros decidieron trasladarse a otras iglesias aledañas o las que se encuentran en sus colonias o agencias  para refrendar su fe.

De acuerdo a la Iglesia, la imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el cielo, es tiempo de oración, penitencia y ayuno.

Las palabras que se usan son “Concédenos, Señor, el perdón y haznos pasar del pecado a la gracia y de la muerte a la vida”, “Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás» y “Arrepiéntete y cree en el Evangelio”.

Su Origen

Antiguamente los judíos acostumbraban cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y los ninivitas también usaban la ceniza como signo de su deseo de conversión de su mala vida a una vida con Dios.

En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un hábito penitencial.

En el año 384 después de cristo, la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma acostumbra poner las cenizas al iniciar los 40 días de penitencia y conversión.

Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos de año anterior.

“El mensaje es que todo lo material se acaba, mientras que el alma se lleva a la eternidad”

El ayuno y la abstinencia

El miércoles de ceniza y el viernes santo son días de ayuno y abstinencia, la abstinencia obliga a partir de los 14 años y el ayuno de los 18 hasta los 59 años; el ayuno consiste hacer una sola comida fuerte al día y la abstinencia es no comer carne.