Xoconostle, en los campos de la Mixteca

Edwin García/IGAVEC

Huajuapan de León, Oax.- El Xoconostle del náhuatl xococ, que significa agrio y de nochtl que quiere decir tuna, es una milenaria fruta parecida a la pitaya de mayo que se obtiene de plantación de un nopal en tonos rojizos y amarillos que adornan los campos de la Mixteca Baja.

“En la mayoría de los pueblos de la Mixteca podemos apreciar huertos de pitaya de mayo, pues esta fruta ha cobrado gran importancia durante las últimas décadas, que hasta países orientales se han llevado la semilla para poder cultivarla y comercializarla en sus mercados. En el mes de agosto inicia la temporada del xoconostle, un tipo de tunillo que es igual de importante, nutricional y económicamente hablando”, comentó el ingeniero agrónomo Moisés Torres.

Agregó que tras una encuesta local, han podido determinar que en el 80% por ciento de los huertos hay cultivos de pitaya, principalmente en comunidades como: Santa María Acaquizapan, Santiago Chazumba, Santa Gertrudis Cosoltepec, Santo Domingo Tianguistengo, Olleras de Bustamante, entre otras.

Mientras que solo en el 20% por ciento de estos se cosecha el xoconostle, en zonas como: San Juan Bautista Coixtlahuaca, Suchitepec, Tepelmeme Villa de Morelos y Asunción Nochixtlán, siendo la primera que obtiene mayor rendimiento con 700 toneladas por temporada, subrayó.

Consideró que aún que la pitaya tiene mayor comercialización e importancia productiva en la región, es necesario que las familias cultiven ambas especiales a fin de fortalecer la oferta durante un periodo mayor de tiempo.

Agregó que este fruto no entra en estado de putrefacción tan rápidamente como la tuna dulce y la pitaya, ya que puede permanecer hasta un año en la planta en estado de madurez sin que se deteriore.

“La pitaya y xonocostle representan una opción productiva en condiciones de alta marginación, lamentablemente las practicas del cultivo son precarias; hace falta que los interesados en verdad se muevan y exijan a las dependencias los programas que están obligados a otorgar para lograr un equilibrio económico en esta zona”, apuntó.

El también comerciante, urgió a las autoridades y universidades realizar más investigaciones que puedan ser aplicadas en las comunidades para subsanar las carencias que siguen sufriendo las familias.

Historia

El xoconostle es una de las riquezas mesoamericanas que a pesar de tener sus primeras apariciones hace mil 500 años, se ha extendido por todo el continente, pues su pulpa color amarillo pálido y en ocasiones rojo, ofrece un sabor ácido y refréscate que actualmente se funde con muchos platillos típicos.

En la actualidad esta fruta acompaña bebidas como: margaritas y simples caballitos de tequila. Su combinación con diferentes variedades de queso ya es un secreto para varios cocineros tradicionales.

“La piel del xoconostle endulzada o cocinada como cualquier otra piel es una gran fuente de antioxidantes; sabemos que no hay estudios suficientes, pero podemos decir que sus propiedades contienen elementos anticancerígenos”, comentó la señora Lourdes Mata, habitante de Santiago Miltepec.

Para realizar una salsa de sabor fresco, mencionó que primero: asan unos tomatillos; jalapeños, xoconostle. Después se pisa la mezcla en un molcajete o procesado hasta que alcance una textura gruesa.

Propiedades

El Xoconostle crece en suelos áridos como en: Hidalgo, Guanajuato, Jalisco, Zacatecas, Estado de México y Oaxaca. ¨Proviene de una variedad específica de nopal, por tanto es muy parecido a la tuna, aunque su sabor es agrio, de ahí su nombre (Xococ es agrio en nahuatl).

Contiene: vitamita A,C,K,Fribra, Calcio, Magnesio, Potasio, Hierro y Cobre. Además es una opción importante para evitar el incremento de la diabetes y prevenir enfermedades cardiorrespiratorias.

Fruto culinario y medicinal

Después de la sedentarización de los pueblos indígenas, algunos mantuvieron la costumbre de cultivar algunos nopales de xoconostle en los patios de sus casas a fin de tenerlos siempre frescos, tanto para su uso culinario como medicinal, elemento fundamental de la farmacopea mesoamericana.

El pueblo Otomí es el protector del conocimiento culinario y medicinal de este fruto; algunos elementos que se usan y fueron usados son: las semillas de la tuna detenía el flujo; la goma o mucílago templaba el calor de los riñones; para eliminar las fiebres ingerían el jugo.

También se utilizaba para exceso de bilis la pulpa de la tuna y las pencas; para el tratamiento de hernia, hígado irritado, úlceras estomacales y erisipela, utilizaban la raíz. El mucílago o baba del nopal servía para manos y labios partidos.

Las pencas aliviaban el dolor e inflamaciones, así como el dolor de muelas. La pulpa de las tunas servía para la diarrea. La savia del nopal, contra las fiebres malignas; las pencas descortezadas ayudaban en el parto y las espinas para la limpieza de infecciones.