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- Caminar 30 minutos al día y evitar consumo de alimentos con grasa, lo más recomendable.
En la prevención de la diabetes mellitus, enfermedad asociada con alteraciones de los niveles de glucosa en sangre, es clave tener estilos de vida saludables (consumir frutas y verduras, y poca carne roja y grasas), además de hacer ejercicio 30 minutos diariamente.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Oaxaca, a través de su Jefatura de Prestaciones Médicas, pide a la población no consumir alimentos ricos en grasa, carbohidratos y harinas, pues con el tiempo se va deteriorando el funcionamiento del organismo, lo que predispone a la aparición de la diabetes mellitus.
Fabiola Cruz Galindo, jefe de Oficina de Dieto terapéutica y Enseñanza del Hospital General de Zona (HGZ) No. 1, del IMSS en Oaxaca, explicó que la obesidad está asociada a la aparición de la diabetes; se caracteriza por una acumulación progresiva y excesiva de grasa, particularmente en el abdomen y por un incremento en el peso corporal.
Las principales causas de la obesidad son el consumo elevado de alimentos con alta densidad energética e industrializados, como la comida chatarra, además de dulces, chocolates, refrescos, hamburguesas, pizza, frituras, capeados, dorados, etcétera.
La especialista del IMSS advirtió que el bajo consumo de frutas y verduras, el sedentarismo, el no realizar actividad física, además de factores psicosociales y enfermedades secundarias, son las principales consecuencias de la obesidad.
Al no llevar una alimentación correcta y saludable, existe el peligro también de presentar otras enfermedades crónicas degenerativas como: hipertensión arterial, cáncer, así como riesgo de presentar dislipidemia (colesterol y triglicéridos elevados), dolor en articulaciones y apnea del sueño, entre otras enfermedades cardiacas.
En ese sentido, la especialista Cruz Galindo emitió algunos consejos nutricionales para la población como: eliminar azucares añadidos en bebidas y alimentos; evitar consumir alimentos fritos, capeados, dorados y ultra procesados; incluir frutas y verduras en la alimentación diaria, incluyendo alimentos con buen aporte proteico, de origen animal o vegetal; ingesta de agua simple diariamente; realizar ejercicio físico mínimo 5 días a la semana durante 30 minutos y no olvidar realizar un chequeo anual preventivo.
