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#Opinión Lic. Santiago I. Barragán Zamora/ Cronista de Huajuapan de León.
Exhaló su último suspiro, se fue el notable Cronista de Oaxaca, como es sabido su encuentro con Dios ocurrió la tarde del 29 de junio de 2016 ¡era el sendero y luz de la Crónica de la Ciudad de Oaxaca! Y luego ¿Quién tendrá la calidad moral y el talento para sucederlo?.
Humanista extraordinario, ejemplo de honradez intelectual, tomó en sus manos el tiempo y lo dejó para siempre en la memoria social a través de las crónicas que legó a la humanidad.
Que existencia tan excepcional, admirablemente productiva y alejada de la ordinariez, en su vida dominó nobles artes que solicitaron de su inteligencia: la gráfica, la fotografía y la narración en las que se desarrolló eminentemente, es cierto don Rubén Vasconcelos Beltrán, fue un genio polifacético, he ahí la magnitud de su sucesión.
Hasta el último momento mantuvo una actividad creadora febril, fiel a la historia, a el arte y en general a la cultura de Oaxaca que encontró más habitable que la realidad misma.
La ciudad de Oaxaca derrama sus amargas lágrimas por la pérdida de la voz más ejemplar que la Crónica ha dado en el devenir de las últimas décadas y la otrora Antequera se pregunta ¿Quién tendrá la capacidad, el conocimiento y la memoria para sucederlo?
Con lo escrito por don Rubén Vasconcelos Beltrán, Oaxaca ganó respeto en el mundo como ciudad con un legado histórico y arquitectónico de gran riqueza, por lo tanto quien sea nombrado Cronista de Oaxaca, -máximo cargo al que puede acceder un oaxaqueño que verdaderamente ame y valore a su ciudad capital-, deberá tener la calidad humana y moral así como la altura intelectual del maestro Vasconcelos Beltrán, solo así honraremos su ilustre memoria, y demostraremos que sabemos ser agradecidos con nuestros grandes hombres.
Cuan exactas resultarían ahora las palabras que escribió el músico Catalán Pau Casal al enterarse del fallecimiento de Albert Einstein “siempre sentí por él la mayor estimación, ciertamente era un gran sabio, pero aún mucho más que eso. Era, además un pilar de la conciencia humana en unos momentos en los que parece que se vienen abajo tantos valores de la civilización” tales líneas bien podrían dedicarse a don Rubén Vasconcelos Beltrán.
Después de los homenajes póstumos y de cuerpo presente al hombre íntegro que plasmo en páginas interesantes y hermosas el acontecer de la Ciudad de Oaxaca, sigue la especialísima labor de buscar y encontrar a su sucesor, tarea que no es, ni será sencilla.
