Tiburcio Pérez Castro, el autor de Boda, Desprecio e Infidelidad y otros relatos, ha estado involucrado desde hace unos cuarenta años, en la preservación de su lengua materna y en la transmisión de la historia de su comunidad natal, Ñoo Iton en mixteco o San Juan Yolotepec en castellano-náhuatl, o Yolo para sus miembros. Aprovechó el encierro provocado por la pandemia de 2020-2021, para trasladar a sus lectores al Ñoo Iton de su juventud, revisitando con ellos, leyendas y costumbres locales.
Es un honor y un placer escribir este prólogo, tanto como lo fue leer este libro. Porque estos pequeños relatos, con tintes humorísticos (Desprecio), mantienen al lector en vilo hasta el remate final, siempre inesperado y a veces pícaro (Canicas de Coyul). Atraerán tanto a los que buscan una literatura entretenida como a los que desean conocer las tradiciones y la vida de una comunidad mixteca a mediados del siglo XX.
De hecho, en la precisión de los detalles y la elección de los temas, estos relatos se asemejan a las narraciones etnográficas. Tiburcio Pérez Castro, estructura sus tramas en torno a las tradiciones y la vida en Ñoo Iton, describiendo la vida cotidiana de sus personajes y los acontecimientos de sus existencias. Mejor que en el libro de un etnógrafo, nos enteramos de la producción artesanal de sombreros (Boda, Infidelidad), el trueque (Rebozo), la crianza de los hijos por otras personas que no sean sus padres (Pancho Charpe), el ritual del pedido de la novia (Boda), las enfermedades mágicas (Serpiente), la forma de impartir justicia (Confiesa que tú lo mataste), y muchas otras características de lo que sucede en una comunidad mixteca.
Ocupa un lugar especial la escuela, institución central del pueblo por la que el autor tiene cariño: Su construcción, las fiestas escolares, la educación, pero también la discrepancia entre el castellano que allí se aprende, y la práctica de la lengua mexicana. Se registran las tensiones y luchas entre los maestros, portadores de una cierta forma de modernidad, y los habitantes, algunos apegados a sus prácticas (Rebozo).
Tiburcio Pérez Castro, también nos lleva a pasear por el paisaje de Ñoo Iton, mostrándonos sus cañadas, cerros y ríos (Serpiente), así como el pueblo vecino de Petlalcingo, estado de Puebla, donde todo se compra y se vende. Pero no se limita a las fronteras de la comunidad y su región. Va mucho más allá, pintando un cuadro de la migración, de las idas y venidas entre la comunidad y Veracruz o Ciudad de México. Allí trabajan en la construcción (Veinte mil pesos), viven en barrios obreros y disfrutan de entretenimientos como la lucha libre (Boda). Además, el círculo puede cerrarse cuando los emigrantes o sus hijos vuelven a trabajar y vivir en el pueblo (Infidelidad).
Sin embargo, a pesar de este profundo arraigo en las costumbres, las historias nunca se encierran en lo pintoresco, sino que están ancladas en el contexto social y económico actual, en particular, el de la pobreza recurrente de la población, causa de las migraciones de corta y larga duración. Tampoco están congelados en un tiempo antiguo o inmutable. Los habitantes y sus prácticas van evolucionando cuando se trata de casarse (Boda).
El lector se deja llevar por estos cuentos, que cree oír contadas oralmente, porque rebotan en el pasado sin perderse nunca. A la vez, una evasión a través de la imaginación y una inmersión en la vida de los habitantes, antiguos y contemporáneos, estos relatos se leen con deleite, tanto si se conoce la Mixteca y sus habitantes, como si se está descubriendo aquí.
Paris, septiembre 2021
Dra. Francoise Lestage.
Profesora investigadora en la Universidad de Paris