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Opinión por Raul Maldonado Zurita
- 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la mujer.
PASANDO LISTA DE PRESENTE en el aula de la vida para decirte que, en México nueve mujeres son asesinadas cada día, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, de 2015 a la fecha, suman 3,200 feminicidios a nivel nacional. Solo de enero a junio de 2019 se registraron 470 casos, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), la violencia que ejercen parejas, esposos, exnovios o exesposos contra las mujeres en México es «severa y muy severa» en 64.0% de los casos, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2016., el 19.4% de las mujeres de 15 años y más ha enfrentado, por parte de sus parejas, agresiones de mayor daño físico, que van desde los jalones o empujones hasta golpes, patadas, intentos de asfixia o estrangulamiento e incluso agresiones con armas de fuego y abusos sexuales.
Cifras que nos invitan a la reflexión, y nos unen en una sola voz: ¡Ya basta de violencia contra la mujer! ¡Ni una muerta más!
Susana Chávez, poeta y activista asesinada, nos dejó su creación literaria: SANGRE NUESTRA
Sangre mía, de alba, de luna partida, del silencio,
de roca muerta, de mujer en cama, saltando al vacío,
Abierta a la locura.
Sangre clara y definida, fértil y semilla,
Sangre incomprensible gira,
Sangre liberación de sí misma,
Sangre río de mis cantos,
Mar de mis abismos.
Sangre instante donde nazco adolorida,
Nutrida de mi última presencia.
Cuando un hombre impone sexo a su esposa, eso es violencia; cuando una mujer gana menos que un hombre en el mismo puesto de trabajo, eso es violencia. Si un adolescente maltrata a su novia, eso es violencia; si un grupo de amigos le grita cosas a una mujer solo para demostrar su “hombría”, eso es violencia. Cuando un marido obliga a su mujer a prostituirse, eso es violencia; cuando un hombre cree que “su” mujer es “su” objeto, eso es violencia. Y todo eso es responsabilidad nuestra. De todos y todas.
Hoy quiero recordar este día con las palabras de miel que los poetas han dedicado a las mujeres. En los versos de Mario Benedetti, “Si Dios fuera mujer”: ¿Y si Dios fuera mujer? Pregunta Juan sin inmutarse, vaya, vaya si Dios fuera mujer es posible que agnósticos y ateos no dijéramos no con la cabeza y dijéramos sí con las entrañas.
Rubén Darío también dejó en las poderosas manos del tiempo “Balada en honor de las musas de carne y hueso”: Nada mejor para cantar la vida, y aun para dar sonrisas a la muerte, que la áurea copa donde Venus vierte la esencia azul de su viña encendida. Por respirar los perfumes de Armida y por sorber el vino de su beso, vino de ardor, de beso, de embeleso, fuérase al cielo en la bestia de Orlando, ¡Voz de oro y miel para decir cantando: la mejor musa es la de carne y hueso!
La mujer tiene que ser amada y respetada. La ignorancia mal llamada machismo tiene que desaparecer. Amado Nervo nos dice: “el proverbio persa dijo: No hieras a una mujer ni con el pétalo de una rosa”; más yo te digo: “No la hieras ni con el pensamiento».
