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Comunicado
- “El campesino se llevó una gran sorpresa porque, aquello que vio era una visión de una procesión de muertos hacia los altares.
Heroica Ciudad Huajuapan de León, Oax. 1 de noviembre de 2019. De acuerdo al libro “Canasta de Leyendas Mixtecas”, en la agencia La Junta, ya pardeando la tarde el día uno de noviembre, un campesino regresaba de sus labores en el campo y a su paso se encontró una procesión, donde curiosamente vio comerciantes muy conocidos de Huajuapan, como Don Luis Ortiz Mendiola, conocido como Don Luis “Chumba”, relató, Santiago Barragán Zamora, Cronista Municipal.
El campesino, al ver a Don Luis, propietario de conocido comercio, fue a saludarlo y continúo su camino, al llegar a su casa ya había caído la noche, por lo que su esposa le sirvió la cena. “Ya cuando estaban cenando él le platicó a su esposa: fíjate que ya tenía tiempo que no saludaba a Don Luis Ortiz Mendiola; entonces su esposa contesto: no puede ser, porque Don Luis ya tiene años que falleció, contó.
La esposa añadió, lo sé perfectamente porque un familiar mío trabajaba en su tienda. Al escuchar esto el campesino se llevó una gran sorpresa porque, aquello que vio era una visión de una procesión de muertos.
El Cronista, dijo que esta anécdota aborda el regreso de los difuntos a los altares y, en este caso, Don Luis venía a la ofrenda a su tienda ubicada en la calle Trujano de esta ciudad.
Reseñó que existe otro relató que, de acuerdo con la tradición oral, habría ocurrido en el Cerro del Yucunitza, el cual refiere que un joven de Tehuacán acudió a Huajuapan a adquirir unos capisayos, que son una especie de capas que se tejen con palma, lo cuales servían para asilarse de la lluvia.
Esto pudo ocurrir antes de 1930 cuando el traslado entre Huajuapan y Tehuacán era a pie o a caballo, trayecto que podría llevar hasta un día y medio, se podía salir 7 de la noche y llegar a las 10 de la mañana, toda la noche caminaban, indicó.
El joven compró los capisayos y a su regreso empezó a llover fuertemente, lo que originó que perdiera el rumbo y ya no pudo avanzar más, supuso que eran las doce de la noche y el aún se encontraba perdido, fue en ese momento que escuchó que venían pisando las hojas secas a su alrededor.
Al escuchar esto, el joven pensó que si no eran espíritus malignos podría ser gente con espíritu más maligno o asaltantes de caminos, entonces sufrió un terrible miedo, en ese momento un rayo alumbro la cruz que se encuentra en el Cerro del Yucunitza y se encomendó con toda su alma a Dios, narró el cronista.
Al abrir los ojos el joven escuchó una voz que decía: quién anda ahí; a lo que contestó: yo soy Pedraza, soy de Tehuacán vine a comprar a Huajuapan; la respuesta fue: soy Pedro López, el bueyero, quien tenía una recua con la cual acarrea provisiones de Tehuacán y en estas fechas del Día de Muertos hacia varios viajes para traer velas, veladoras y otros insumos que no se producían en Huajuapan.
El joven le preguntó a Don Pedro que para dónde iba; y este contesto que para Tehuacán; entonces le dijo: “Oiga pues nos vamos, me perdí del camino; y emprendieron su camino juntos”.
Finalmente, el Cronista explicó que de este relato se recomienda a las personas que, “cuando den las 12 de la noche te conviene amigo estar dentro de tu casa con tu familia y escuchando las campadas de tu iglesia catedral y no estar en el monte y en la oscuridad”.
