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Opinión por Rosy Ramales
Resulta increíble que el Subscretario de Salud Hugo López-Gatell Ramírez hable tan a la ligera en relación al coronavirus en nuestro país cuando él mismo ha dicho que el Gobierno Federal hará lo que recomienden los especialistas.
Y los especialistas como la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde el sábado pasado (cuando fueron confirmados cien mil casos en el mundo de COVID-19) recordó “a todos los países y comunidades que la propagación de este virus puede frenarse considerablemente o incluso revertirse si se aplican medidas firmes de contención y control”.
Medidas firmes.
¿Cuáles son en México? El Subsecretario de Salud se ha concretado sobre todo a recomendar a las personas llevar a cabo las medidas de limpieza e higiene como, por ejemplo, lavarse las manos frecuentemente durante veinte segundos (al ritmo de la primera estrofa de Las Mañanitas) y procurar el estornudo de etiqueta.
Mejor instituciones académicas han empezado a tomar medidas preventivas como la suspensión de clases presenciales en el Tecnológico de Monterrey.
Incluso, científicos de la UNAM pidieron al gobierno federal no menospreciar el futuro y plantear acciones ante la próxima entrada de la fase 2 del Covid 19.
Esperemos que en el transcurso de este día el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador anuncie al fin la aplicación inmediata de medidas firmes de contención y control frente a la probable propagación comunitaria del coronavirus.
Porque hasta el momento le han preocupado más temas como la fortaleza del peso, la rifa del equivalente del valor del avión presidencial, y el financiamiento de sus programas clientelares…perdón…de sus programas sociales.
El Gobierno Federal ni siquiera ha tomado en serio las recomendaciones publicadas en la página web de la misma Secretaría de Salud como, por ejemplo, la de evitar el contacto personal suspendiendo saludos de mano, abrazos y besos.
Incluso, hace algunos días el propio López-Gatell públicamente hizo dicha recomendación a la población en general. Y ahora sale justificando los abrazos y besos dados por AMLO en sus giras de trabajo, pues “la gente lo quiere mucho”.
El mismo presidente López Obrador en una de sus mañaneras le restó importancia a las medidas, diciendo que no pasa nada, que hay que abrazarse.
Bueno, ¿tan seguros están de la fortaleza de México para enfrentar y controlar la propagación masiva del coronavirus en nuestro país? ¿O de plano ignoran la realidad?
López-Gatell se ha visto hasta lambiscón.
Le da más valor a las palabras del presidente López Obrador, que a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para garantizar la salud de las y los mexicanos en la etapa comunitaria del coronavirus, en puerta.
Por cierto, a todo esto ¿por qué sale más López-Gatell que el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, explicando la situación de México frente al coronavirus?
En fin, la OGM ha hecho una serie de recomendaciones a los Estados nacionales. Pero en México poco se ha hecho caso. Por lo menos eso parece, esa imagen se proyecta.
Mejor los gobiernos locales empiezan a tomar medidas preventivas. Por ejemplo, el Gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, suspendió la realización del Medio Maratón Rock and Roll 2020, que se llevaría a cabo este domingo 15 de marzo y en la que estaba previsto la asistencia de más de tres mil 500 corredores, muchos provenientes de 13 países, y el respectivo concierto.
Además suspendió eventos masivos y recomendó a la Iniciativa Privada abstenerse de organizar eventos masivos hasta que los protocolos nacionales “indiquen un cambio favorable de escenario o disminución de riesgo”.
Francamente la pandemia preocupa, aunque el Gobierno Federal exhorte a la población en general a guardar la calma.
Y cómo no va a preocupar si en menos de 24 horas se han multiplicado los casos de COVID-19 en nuestro país, que en alrededor de 15 días más entrará en fase comunitaria.
Incluso, López-Gatell comentó que 8 de cada 10 personas tendrán la enfermedad, pero en grado leve y no se darán cuenta de eso, por lo que es indispensable distinguir entre virus, infección y enfermedad.
Pues ojalá no pase nada. Ojalá que la pasividad del Gobierno Federal no sea mortal para los mexicanos. Ojalá sea cierto que ya tiene bajo control la propagación del coronavirus en México, y, en su caso, la infraestructura médica para la atención de los pacientes con COVID-19.
