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#Comunicado
Muchas gracias, muy buenas tardes a todas y todos.
Diputado César Camacho, presidente de la Junta de Coordinación Política, compañera diputada coordinadora, compañero diputado coordinador, distinguidas y distinguidos integrantes del presídium, compañeras y compañeros diputados presentes, distinguidas personalidades descendientes de nuestros héroes del diecisiete, bienvenidas y bienvenidos a esta Cámara de Diputados.
Amigas y amigos todos aquí presentes.
Es, desde luego, motivo de enorme satisfacción el que el día de hoy, podamos aquí reunirnos para empezar a reflexionar -diría yo- en un nuevo momento de lo que tendrán que ser los grandes temas que, estoy seguro, van a continuar ocupando nuestra atención. Ya lo hemos escuchado en las intervenciones que se han dado, porque es no solamente motivo de una festividad el que hoy nos reunamos y que tengamos frente a nosotros ya este magnífico mural escultórico del maestro Ponzanelli que, además, muy reconocido en todo nuestro país por diversas obras; pero que hoy nos deleita y al mismo tiempo nos ilustra con su capacidad de recoger artísticamente lo que es precisamente esta herencia que afortunadamente sigue siendo la columna vertebral de nuestro marco jurídico.
Por supuesto que nos sentimos muy orgullosos de esta herencia del trabajo que durante meses enteros infatigables se permitieron desarrollar los Constituyentes de 1916-1917 en Querétaro, y que finalmente lograron enriquecer una propuesta que, originalmente, el jefe constitucionalista Venustiano Carranza llevó por mandato constitucional también a los constituyentes, al órgano constituyente reunido en Querétaro.
Y al mismo tiempo que festividad, debemos verlo también como un motivo para pensar en el diseño del México que hoy se nos exige por la sociedad de nuestro país y del México que requiere, efectivamente, abrir un derrotero con una visión de futuro.
Así como se concibió en lo fundamental el México que hemos logrado construir, que se ha logrado construir en este Centenario después de la Constitución, con una gran imaginación quienes allí se reunieron en este órgano legislativo y con un gran compromiso social, sobre todo diría yo, así debiéramos nosotros también pensar el México de hoy y, sobre todo, diseñar el México del futuro.
Hay -desde luego- motivo y estoy seguro que así será ya se ha empezado a dar este debate más allá de la política en el seno de la academia, en el seno de los estudiosos del derecho que, si la Constitución nuestra que hoy tenemos, que hemos heredado, es solamente reformable para su perfeccionamiento o es necesario un diseño más profundo.
Pero, son de los grandes asuntos, de los grandes temas que, estoy seguro que vamos a vernos obligados, por la fuerza misma de los acontecimientos, cuando digo fuerza misma de los acontecimientos, quiero decir exigencias del debate que se nos van a plantear en términos teórico-jurídicos; pero también en términos del México que queremos construir, porque seguimos -hay que reconocerlo- teniendo todavía enormes déficits y, lamentablemente, nos encontramos particularmente en el terreno de lo social con grandes deficiencias y no tenemos todavía, por infortunio de la mayoría de la sociedad mexicana, de las mujeres y de los hombres de nuestro país, un México más justo, un México que haga precisamente que le rinda, en los hechos, honor a lo que concibieron los constituyentes del diecisiete.
Yo, desde luego, apuesto a que -como aquí bien se dijo en intervenciones anteriores- asumamos, reasumamos, retomemos este compromiso y que lo hagamos con la enorme responsabilidad de que el ser hoy la Legislatura del centenario de la Constitución del diecisiete, nos permita con bríos renovados y con compromiso con el país y con las causas sociales más profundas salir adelante.
Muchas felicidades y muchas gracias.
