Elecciones en el sindicato de telefonistas

El 1 de septiembre iniciaron las votaciones en el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana para elegir a la dirección sindical que durará hasta septiembre de 2024, donde el líder eterno, Francisco Hernández Juárez, pretende reelegirse por doceava vez como secretario general, acumulando así 48 años consecutivos en el poder del sindicato. Los trabajadores telefonistas tendrán diez días naturales para votar, pero lo hacen en medio de una serie de irregularidades.

La primera de ellas, contraviniendo las indicaciones de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, ya que ésta suspendió los procesos electorales para la renovación de directivas sindicales hasta el 30 de septiembre para no exponer a los trabajadores a contagios por la pandemia. No se sabe por qué razones esta Secretaría hizo caso omiso de su propio ordenamiento, ya que hasta el momento le ha dejado las manos libres a la dirección de este sindicato para continuar el proceso electoral.

Por lo que se refiere a la segunda serie de irregularidades, es lo mismo que en todas las reelecciones anteriores de este longevo y cansado secretario general: uso indebido de toda la estructura de representación del sindicato para favorecer a su planilla, la de color Verde, contraviniendo sus estatutos: desde los delegados departamentales hasta el mismo secretario general, e incluso la Comisión Nacional Electoral; ha juntado la revisión del contrato colectivo de trabajo de los telefonistas con el proceso electoral para llevar agua a su molino; redujo el tiempo de propaganda de las planillas de un viernes para el lunes de la semana siguiente, pero extendiendo a diez días el período de votación para tener manga ancha en las nocivas prácticas de acarreo y falsificación de votos, según las denuncias de telefonistas que han participado en elecciones anteriores.

En este proceso contiende una planilla democrática opositora a la reelección de Hernández Juárez, la Roja, encabezada por Walfred Nieto y apoyada por la importante corriente nacional de trabajadores, Telefonistas Construyendo Democracia, pero con desventaja frente a todo el aparato sindical volcado a la reelección. Incluso debe remontar el apoyo que la empresa Teléfonos de México siempre le ha dado al neoliberal y longevo líder, más ahora que sus dueños pretenden acabar con una de las más importantes conquistas laborales: la pensión jubilatoria, mediante la imposición a los telefonistas del canje de una parte de ésta por acciones de Telmex de dudoso valor debido a los problemas financieros y regulatorios que presenta esta empresa.

En estas elecciones los telefonistas decidirán si mantienen al frente del sindicato a una persona que por 44 años consecutivos ha dejado perder importantes conquistas laborales plasmadas en su contrato colectivo de trabajo hasta llevarlos al borde de la extinción de la empresa misma, o si eligen el cambio hacia la recuperación de su organización sindical como un verdadero instrumento de lucha, y no de sumisión y pleitesía a una de las familias más ricas del mundo, como ha sucedido hasta el momento.

 TELEFONISTAS CONSTRUYENDO DEMOCRACIA