**La comida y festejo, una tradición popular**
E. García/IGAVEC
HUAJUAPAN DE LEÓN, Oax.- Cándido Moran Vélez, rector del Seminario Conciliar de San Rafael Arcángel de esta ciudad, dijo que el festejo del 02 de febrero es conocido por varios nombres aunque litúrgicamente es la presentación es la “Presentación del niño Jesús” y popularmente es la “Fiesta de la candelaria”.
También es conocida como Día de la Candelaria o Fiesta de Luz, entre su costumbre esta la comida con tamales y atole es popular por los católicos.
Parte de la fiesta popular es la tradición en las familias, sus preparativos inician el día 06 de enero con la tradicional partida de la rosca la cual lleva diferentes imágenes del niño Jesús, misma que al sacar la persona tiene que ser parte de la fiesta del 02 de febrero.
Es párroco, mencionó que todo ello es una costumbre, aunque todo es derivado a la celebración del niño Dios que se recuerda a través de en un ambiente familiar de fiesta y armonía.
Agregó que el termino Candelaria, viene de Candela que quiere decir Luz, y por lo cual también es que también se conoce como “Fiesta de la Luz” y por lo que durante la eucaristía se enciende todas las luces para presentar a Jesucristo como luz de las naciones.
Moran Vélez, dijo que este día es cuando se cumplieron los 40 días que el niño Jesús fue presentado en Templo, esto de acuerdo a la ley del Antiguo Testamento.
“José y María, cumplían la ley del antiguo testamento que dice que a los 40 días que una mujer diera a luz, se tenía que presentar al templo para purificarse, pero ella no necesitaba porque permanecía virgen, fue el anciano Cineon que reconoció al niño como salvador de la naciones, por eso es la fiesta de la presentación de Señor”, señaló.
La Virgen de la Candelaria
La Fiesta de “La Candelaria” se celebra cada 2 de febrero, coincidiendo con la celebración de la presentación del Señor y la purificación ritual de la Virgen María, a mediados del siglo V esta celebración era conocida como la “Fiesta de las luces”.
Algunos sostienen que comenzó en oriente con el nombre del “Encuentro” y luego se extendió a occidente en el siglo VI, llegándose a celebrar en Roma con carácter penitencial.
Se desconoce con certeza cuándo comenzaron las procesiones con velas relacionadas a esta fiesta, pero ya en el siglo X se celebraban con solemnidad.
De acuerdo a la historia, la advocación a la Virgen de la Candelaria tuvo su origen en Tenerife (España), donde se apareció en 1392 a dos aborígenes “guanches” que pastoreaban su rebaño.
Ellos al llegar a la boca de un barranco, vieron que el ganado no avanzaba, por lo que uno avanzó para ver lo que pasaba y vio en lo alto una pequeña imagen de madera de una mujer, como de un metro de alta que portaba una vela en la mano izquierda y cargaba a un niño en el brazo derecho, mientras que el pequeño llevaba en sus manos un pajarito de oro.
Los indios, como tenían prohibido hablar con mujeres que estuvieran solas, le hicieron señas para que se apartara del camino y como no les hacía caso, uno tomó una piedra para lanzársela, pero el brazo se le paralizó, su compañero tomó la imagen e intentó romperla, pero en el intento, se cortó sus propios dedos.
Por lo anterior corrieron a avisar al rey, quien fue con todos sus guardias al lugar del acontecimiento y tomaron la figura y la llevaron a la casa del rey, los encargados de llevársela fueron los pastores que la encontraron, quienes al instante de tomarla en sus manos, quedan curados del brazo uno y de los dedos.
Ante este milagro, el rey ordenó que todo el pueblo honrara a aquella figura de mujer, a quien le llamaron “La Extranjera”, en noviembre de 1826, una tormenta terrible azotó a la isla de Tenerife, llegando al Santuario de la Virgen y las aguas se llevaron la imagen.
Los padres dominicos acordaron mandar a hacer una imagen nueva y en la festividad del día 2 de febrero de 1830, bendijeron la nueva imagen de Nuestra Señora de la Candelaria.