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#Opinión Por:Alfredo Martínez de Aguilar
Javier Duarte de Ochoa y Guillermo Padrés Elías, ex gobernadores priista y panista de Veracruz y Sonora, respectivamente, corruptazos los dos, se pitorrean de la tardía lucha anticorrupción del PRIAN, “la mafia del poder”, y los mandan soberanamente al diablo al mejor estilo pejista.
Otros corruptazos que siguen su ejemplo y se zurran de risa en Oaxaca, son los aliancistas diodoristas-gabinistas Jorge Enrique Castillo Díaz y Germán de Jesús Tenorio Vasconcelos, Netzahualcóyotl Salvatierra López, José Zorrilla de San Martín Diego y Alberto Vargas Varela.
Sendos casos prueban fehacientemente que la corrupción cuanto mas escandalosa, no sólo no tiene límites ni llenadera alguna, sino que tampoco es privativa de un partido en particular, pues se hace extensiva a todas las siglas, colores y signos ideológicos. Es decir, a la partidocracia.
Todos por igual se pitorrean y están cagados de risa del supuesto o real combate a la corrupción. Por ello, Javier Duarte de Ochoa y Guillermo Padrés Elías, mandaron al diablo a sus partidos, Revolucionario Institucional y Acción Nacional, respectivamente, y no comparecieron.
El controvertido gobernador con licencia de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, no se presentó ayer a comparecer ante su partido, el Revolucionario Institucional, que analiza su expulsión.
“La audiencia que fijó la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del CEN del PRI para escuchar a Javier Duarte esta tarde, ha concluido. Los integrantes de la Comisión han comenzado a elaborar el acta correspondiente para dar cuenta de lo ocurrido”, informó la misma en un comunicado.
“El ex gobernador de Veracruz no acudió a su cita. Tampoco respondió a los oficios que se le enviaron desde hace tres semanas a sus oficinas en aquel estado”, apuntó.
“Al no responder al llamado de la Comisión, ha perdido su derecho de audiencia y también su derecho de defensa, de acuerdo a lo que establecen los Estatutos del partido”, finalizó el comunicado informativo a los medios.
Al respecto, el priista Armando Barajas Ruiz sí acudió ante la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI a presentar sus alegatos a su querella presentada contra el gobernador con licencia de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, para ser expulsado del partido.
Entrevistado a su llegada a la sede del PRI dijo que Duarte no asiste a comparecer “por obvias razones que estamos exponiendo, sería ilógico que se presentara y también sería cínico si lo hiciera en la forma como lo hicieron en Acción Nacional que presentaron un documento diciendo que no se presentaba porque hay una orden de aprehensión”.
Protegidos por el PRIAN-gobierno, a través de sus estructuras mafiosas, desde ya podemos adelantar que el único castigo que recibirán los ex gobernadores priista de Veracruz y panista de Sonora será simplemente ser expulsados de sus partidos en una especie de inhabilitación política.
El ex gobernador de Sonora no se presentó a la audiencia prevista con la Comisión Anticorrupción del PAN; envió un escrito en el que refiere que no le sería posible comparecer “porque no quiere ser aprehendido y exhibido públicamente en beneficio de intereses políticos espurios”.
Por ello, dijo Padrés en la carta, solicitó se le tuviera presentado por escrito y por ofrecidas todas las pruebas, aportadas en su comparecencia del 26 de septiembre pasado.
De acuerdo con la hoja de ruta del caso de Guillermo Padrés que analiza la Comisión Anticorrupción del PAN, al insistir a la cita, dicho organismo estaría ya en posibilidad de emitir un dictamen dónde solicite la expulsión del partido del ex funcionario.
Dicho dictamen, en caso de ser redactado en tal sentido deberá ser turnado a las Comisiones de Orden y Justicia del partido, quienes tendrán a su cargo el resolutivo final sobre el ex gobernador acusado por malversación de fondos.
El mayor problema para México y los mexicanos es que la escandalosa corrupción no se circunscribe a Javier Duarte de Ochoa y Guillermo Padrés Elías, ex gobernadores priista y panista de Veracruz y Sonora, respectivamente, pues también involucra a los ex gobernadores priistas de Chihuahua César Duarte Jáquez y de Quintana Roo Roberto Borge Angulo.
Pero también baña de estiércol a prácticamente todos los ex gobernadores y gobernadores de todos los estados de la República y salpica de lodo a amplísimas redes de complicidad, integradas por familiares, amigos, compadres, todos finalmente socios y cómplices.
Lo peor, es que “la mafia del poder”, a través de la partidocracia que controla la aprobación del presupuesto desde sus bancadas en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, se auto otorga este año, por ejemplo, una bolsa de 3 mil 838.5 millones de pesos solamente para gasto ordinario.
Ello, sin contar que en 2015 recibieron un monto extra de mil 172.8 millones de pesos por tratarse de un año electoral. Los nueve partidos políticos con registro nacional le cargan cada mes al Instituto Nacional Electoral (INE) un gasto millonario para pagar sueldos de asesores y secretarias que trabajan en sus representaciones.
Las representaciones del PRI, PAN, Morena, PT, Movimiento Ciudadano, Partido Verde, Panal y Encuentro Social cuentan con ocho asesores cada uno, mientras que el PRD, por una razón que no se precisa en el documento, tiene a 11 colaboradores en esas funciones.
Como es lógico y natural ante la total impunidad éste esquema de corrupción se replica en las Legislaturas de todos los estados, como ha ocurrido tradicionalmente en Oaxaca, porque históricamente los Congresos estatales son importante fuente de financiamiento de las campañas político-electorales de todos los partidos. Así cuando diablos van a cambiar las cosas.
@efektoaguila
