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Por Alfredo Martínez de Aguilar
Al dormir con el enemigo el presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Salomón Jara Cruz, nada de extraño tiene que continúe el sabotaje de las trascendentales obras del Corredor Interoceánico.
* Nino Morales Toledo, Jesús Romero López y Emilio Montero Pérez no entienden que no entienden que no serán candidatos a senadores, por lo que se deben poner a trabajar y dejar las “grillas aldeanas”.
Al igual que todos los gobernantes de ayer y de hoy, el presidente Andrés Manuel López Obrador está rodeado de enemigos y traidores que por desmedida ambición política y corrupción le traicionan.
Lo mismo ocurre con el gobernador Salomón Jara Cruz. Sus amigos y colaboradores más cercanos están dedicados de tiempo completo a su abierta campaña por las diputaciones federales y las senadurías.
Al dormir con el enemigo el presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Salomón Jara Cruz, nada de extraño tiene que continúe el sabotaje de las trascendentales obras del Corredor Interoceánico.
La modernización y la rehabilitación de las vías del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT) tienen más de un año de retraso por los bloqueos de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni).
Es el mismo caso de la Escollera Oeste en las Salinas del Marqués en la modernización del puerto petrolero de Salina Cruz, y que se agrava por el fraude al utilizar piedra caliza en su construcción y no material basáltico.
Los sindicatos de transportistas en pugna por los contratos de acarreo de material pétreo sabotean la construcción de la Escollera, amén de las autoridades municipales y representantes agrarios de las Salinas del Marqués.
Por supuesto, que hay mano negra de actores a cuyo establo político pertenecen los protagonistas de los prefabricados conflictos, a través de los cuales presionan y chantajean al gobierno federal y local por posiciones y dinero.
La prioridad geopolítica estratégica de esta obra insignia del presidente López Obrador en el único puerto petrolero mexicano en el Océano Pacífico, obliga a ordenar una investigación a fondo sobre la corrupción.
Evitar este mayúsculo fraude reviste trascendental importancia dado el interés del gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, por apoyar las inversiones de sus empresarios en el Corredor Interoceánico.
Empresarios norteamericanos encabezados por el responsable del cambio climático en el gobierno de EEUU, John Kerry, están interesados en crear cuatro parques eólicos y un gasoducto en territorio oaxaqueño.
Arriban hoy a Oaxaca con el presidente López Obrador para sostener reuniones y conocer de primera mano los detalles de las obras del Corredor Interoceánico que facilitará el traslado de mercancías, un de océano a otro.
La Ucizoni inició un nuevo bloqueo ayer en la carretera transístmica del Istmo de Tehuantepec, a propósito de la visita del Presidente Andrés Manuel López Obrador, acompañado de funcionarios y empresarios de Estados Unidos.
Asimismo, ayer domingo se cumplieron 21 días de otro bloqueo de las vías del ferrocarril del Istmo de Tehuantepec en el tramo Mogoñé Viejo-Vixidu por ejidatarios manipulados por el dirigente de la Ucizoni.
En las presiones y chantajes de diversas organizaciones políticas y sociales que sabotean los proyectos insignia de AMLO falta trabajo de inteligencia y operación política para prevenirlos, inhibirlos y desactivarlos.
Lo peor de todo es que innecesariamente estallan conflictos en la capital oaxaqueña, con marchas y bloqueos, al no ser atendidas las justas demandas de pueblos y comunidades en el lugar mismo donde surgen.
La gran sorpresa es que no entienden que no entienden Nino Morales Toledo ni Jesús Romero ni mucho menos Emilio Montero Pérez, que no serán candidatos a senadores. No tienen ninguna posibilidad.
Como es lógico y natural, descuidan sus funciones, además de provocar “fuego amigo” entre ellos. La consecuencia obligada de ello es la generación de “infiernitos” que afectan gravemente la gobernanza.
En un ejercicio de creación de escenarios futuros, desde ya podemos adelantar que por razones de paridad de género, una senaduría será para una joven mujer estrechamente cercana a los afectos del gobernador.
Salvo algún imponderable grave, la otra senaduría será para un alto servidor público de origen oaxaqueño en el Gobierno federal al que el presidente López Obrador le guarda especial afecto por su probada lealtad.
De tal manera, pues, ni Nino Morales ni Jesús Romero ni menos Emilio Montero deben continuar dando rienda suelta a sus sueños de opio, máxime cuando a uno de ellos le han pedido dos veces la enuncia por inepto y desleal.
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