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Por Alfredo Martínez de Aguilar
Por omisión y negligencia, por su ausencia física en el cumplimiento de su encargo, ya que el Fiscal General del Estado, Arturo de Jesús Peimbert Calvo, despacha desde la CDMX, es cómplice de la desaparición, asesinato y feminicidio de mujeres oaxaqueñas.
* Las instancias estratégicas de seguridad pública, procuración y administración de justicia, saben qué delincuentes comunes, organizados y de cuello blanco, están involucrados en la desaparición de mujeres adolescentes y jóvenes, pero no actúan.
¡Tengamos tantita madre, pueblo y gobierno! Salvemos a nuestras mujeres, abuelas, madres, hermanas, compañeras, amigas, novias, esposas, hijas, primas, sobrinas, conocidas o desconocidas!
A la luz de los hechos, ninguna mujer, particularmente niñas y jóvenes, está a salvo de agresiones, desapariciones, asesinatos y feminicidios. A las ancianas las atropella y mata el pulpo camionero.
Indignados por la creciente inseguridad y cada vez más brutal violencia, con desmembramiento de las víctimas, no podemos menos que lanzar a la luz pública provocadoras e irreverentes expresiones.
No se trata de irresponsables acusaciones temerarias ni mucho menos suicidas, pues amamos la vida y sus placeres, por el contrario, se trata de contribuir responsablemente a encontrar soluciones.
No podemos pasar por alto que, por omisión y negligencia, por ausencia, el Fiscal General del Estado, Arturo de Jesús Peimbert Calvo, es cómplice de la desaparición de las mujeres oaxaqueñas.
Para nadie es desconocido que el abogado de la sociedad oaxaqueña despacha desde la Ciudad de México y poco o nada le importa la violencia contra las mujeres, asesinatos y feminicidios sinfín.
Aclaremos paradas. Con audacia, nos atrevemos a señalar de responsable, no de culpable al representante de la institución de buena fe del Ministerio Público y representante de la sociedad.
El número de mujeres jóvenes desaparecidas, se ha disparado en diversas regiones del estado, especialmente en el Istmo de Tehuantepec, la Cuenca del Papaloapan, la Costa y los Valles Centrales.
No obstante, existir el diagnóstico preciso de las regiones y zonas consideradas “focos rojos”, extraña e inexplicablemente, hasta ahora no hay una respuesta interinstitucional clara y concreta.
De qué diablos sirve que la Secretaría de Gobernación haya declarado la Alerta de Violencia de Género Contra las Mujeres en 40 Municipios de Oaxaca, a pesar que el estado tiene 570 municipios.
El mayor problema a enfrentar en el combate de la violencia contra las mujeres es la todopoderosa impunidad, por las amplísimas redes de complicidad en la corrupción, que corrompe y pudre todo.
La lucha contra la impunidad es impostergable. Si la 4T no atiende las recomendaciones del Comité contra las Desapariciones Forzadas de la ONU, terminará en el cesto de basura de la historia.
Redes de complicidad que garantiza la total impunidad a sus cómplices al corromper con la escandalosa corrupción todas las áreas de seguridad pública, procuración e impartición de justicia.
Esas instancias estratégicas saben bien a bien qué delincuentes comunes, organizados y de cuello blanco, están involucrados en la desaparición de mujeres adolescentes y jóvenes, pero no actúan.
Ni siquiera los crímenes de Estado son perfectos, menos los delitos comunes, organizados y del narcotráfico. El problema es la complicidad y corrupción que frena y sabotea las investigaciones.
Pocos desconocen a las mafias familiares, de amigos y compadres, que trafican con la venta de información en las áreas de seguridad pública, procuración e impartición de justicia, local y federal.
Pero no sólo quedan debiendo mucho al pueblo en materia de seguridad pública los Tres Poderes del Gobierno del Estado, así como las instituciones y dependencias de los tres órdenes de gobierno.
La propia sociedad civil, también sale debiendo a las familias y al pueblo todo, toda vez que los diferentes sectores sociales, sobre todo, los organizados, son corresponsables en mayor medida.
Dónde está la voz de los dirigentes de las cámaras y organizaciones empresariales, dónde el clamor de seguridad y justicia para todos los oaxaqueños de los directivos de los varios clubs de servicio.
Más allá de manifestaciones cada vez más violentas y agresivas, gritando a todo pulmón incendiarias consignas, amén de destruir inmuebles públicos y privados, qué soluciones aportan las feministas.
alfredo_daguilar@hotmail.com
director@revista-mujeres.com
@efektoaguil
