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#Opinión Por:Alfredo Martínez de Aguilar
México no es un Estado policíaco, pero sí parapolicíaco, parido por el viejo sistema político mexicano. Dejó de ser una dictadura perfecta, como le llamara Mario Vargas Llosa.
Y menos ahora, pero sí es una ‘dictablanda’. Los Gobiernos federal y estatales, así como diversos poderes fácticos cuentan con un ojo que todo lo ve y un oído que todo lo oye.
Ante el estúpido desmantelamiento del sistema de seguridad nacional por los panistas Fox y Calderón, los organismos responsables de la misma, se convirtieron en lavaderos de chismes.
Los espacios vacíos no existen en política. La complicidad del Gobierno de la República convirtió al magnate de las telecomunicaciones Carlos Slim en Big Brother orwelliano.
Al mejor estilo de la novela de George Orwell 1984, Carlos Slim Helú, primo hermano de Alfredo Harp Helú, cogobierna el país como Gran Hermano o Hermano Mayor al ver y oír todo.
Los millones de llamadas cotidianas desde teléfonos fijos o móviles son grabadas, clasificadas y archivadas, si tienen alguna utilidad política o económica por las empresas de Carlos Slim.
Los sistemas de rastreo, intercepción telefónica y escucha de los Gobiernos federal, estatales y municipales, permite a los gobernantes estar enterados de lo que ocurre en su entorno.
Por tal motivo, se tiene la impresión generalizada que los presidentes de la República y los gobernadores de los estados en turno son los hombres mejor informados en el país.
Sin embargo, el acceso a este tipo de tecnología permite a políticos como Iván Corro Labra, Jorge Franco Vargas, Benjamín Robles y Jorge Castillo, montar ‘nidos’ de escucha.
Pero no son los únicos. Gobernantes y políticos compiten con los jefes de las bandas del crimen organizado, los capos de los cárteles del narcotráfico y con los comandantes de la guerrilla.
Sabedor de la genial perversidad de personajes siniestros como Iván Corro, Jorge Franco, Benjamín y Jorge Castillo, ha tomado al toro por los cuernos y puesto el dedo en la llaga.
En entrevista con Humberto Cruz, a través de El Noticiero de La Mejor, el gobernador Alejandro Murat Hinojosa advirtió que en su gobierno no permitirá ningún «Chuky» ni «Coco». En ésta administración no habrá personajes «siniestros ni vice-gobernador», lanzó el mandatario.
al dar el manotazo anhelado por millones de oaxaqueños, según información de la Agencia JM.
A escasos doce días de tomar las riendas de la entidad a las sombras de la madrugada en CORTV, Alejandro Murat dejó en claro que «en Oaxaca voy a gobernar yo, con la consulta a la ciudadanía».
Al releer la cartilla a sus colaboradores anticipó que los integrantes del gabinete vienen a trabajar, y advirtió que «el que no lo haga, o no haga las cosas bien, se va; o se va a la cárcel».
Reiteró que el suyo será un gobierno desde las regiones, y los secretarios deberán salir todas las semanas a atender a la gente y dirigir los proyectos, sin importar que sean sus amigos o compadres.
Esperamos que los juniors de la vallistocracia, del Estado y de la Ciudad de México, a los que ha invitado a servir a Oaxaca, lo entiendan para hacer realidad El Milagro Oaxaqueño.
Confiamos en la inteligencia de sus compadres, impuestos como secretarios de Despacho, que con humildad y sencillez ya no hagan berrinches y entiendan que servir a Oaxaca, es un gran honor.
Y como gobernar también es consultar, recalcó que se preguntará a la gente en torno a las obras y acciones relevantes, y se comprometió a que no vendrán nuevas empresas foráneas a la construcción de obras.
Éste último mensaje más que claro, preciso, conciso y macizo, está dirigido con todas sus letras a la mafia de Gabino Cué, integrada por Netzahualcóyolt Salvatierra López y Sergio Pimentel Coello, así como José Zorrilla de San Martín Diego y Alberto Vargas Varela.
El mensaje también está dirigido a los ex directores de Caminos y Aeropistas de Oaxaca (CAO), José Luis Pinacho Gómez y Guillermo Martínez Gómez, quienes no solo hicieron grandes negocios con empresarios foráneos, sino que se dedicaron a extorsionar a los constructores locales.
Por instrucciones de Jorge Castillo, los grandes negocios, cuyo dinero era para el gobernador Gabino, según videograbaciones en poder de la Fiscalía General del Estado, se hicieron desde la Secretaría de las Infraestructuras,
Desde el Fideicomiso para el Desarrollo Logístico del Estado de Oaxaca (FIDELO), dependiente de la Secretaría de Turismo y Desarrollo Económico, y desde la Secretaría de Administración, se hicieron grandes obras, como el estacionamiento y puente de El Fortín y el CityBus, respectivamente.
Es el colmo de la ilegalidad, la soberbia, la prepotencia y el cinismo mayúsculo, llevados de la desmedida ambición por enriquecerse a manos llenas, sin ningún límite ni llenadera alguna, confiando que al ganar la coalición PAN-PRD gozarían de total impunidad.
Hoy por hoy, Alejandro Ismael Murat Hinojosa tiene la gran oportunidad de combatir la corrupción y pasar a la historia como el único gobernador que coadyuvó a meter a la cárcel a su antecesor, Gabino Cué, y a su mafia, por rateros. ¿Lo hará? ¡Que conteste su conciencia!
En la ruta de gobierno, el gobernador mencionó que en enero se anunciarán los proyectos en que habrá de trabajar en los próximos años; y aseguró que para transparentar sus acciones rendirá cuentas, a través de los medios de comunicación.
Los responsables de esta última área estratégica tendrán la visión y sensibilidad para caminar al paso acelerado de Alejandro Murat y apoyarle optimizando su eficiencia y eficacia, que no demostraron durante la campaña ni han demostrado en los primeros doce días de gobierno, pues aún no se pagan los adeudos a los medios de comunicación.
@efektoaguila
