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DETRÁS DE LA NOTICIA: Hambruna, riesgo de seguridad nacional postpandemia Covid-19

Opinión por Alfredo Martínez de Aguilar

* La crisis económica y alimentaria que sobrevendrá a la pandemia del COVID-19 será resultado del abandono de las Mipymes y del campo mexicano por parte del gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, debido al “austericidio” de la 4T.

* El Comando Estratégico de las Fuerzas Armadas que da seguimiento a la emergencia nacional, sabe que en México hay 90 millones de personas en pobreza y no 52.4 millones como asegura el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval).

Al caballo de color bayo del Apocalipsis montado por el jinete de la muerte sobrevendrá en la postpandemia del nuevo coronavirus el caballo negro cabalgado por el jinete del hambre.

Son signos de los tiempos del bioterrorismo como parte fundamental de la guerra bacteriológica entre los imperios globales de Estados Unidos y China, sin que sea el final de los tiempos.

La hambruna será la principal consecuencia de la pandemia global del SARS-COV2-COVID-19.

Moderna versión de la peste negra que diezmara a la población del mundo en el siglo XIV.

Aun cuando este escenario está previsto en la Agenda de las Fuerzas Armadas como riesgo de seguridad nacional, hasta ahora no se cobra del todo conciencia en el gobierno federal de la 4T.

El mejor indicador de esta cruel y descarnada realidad es el total abandono del campo mexicano por parte del gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, por el “austericidio”.

Déficit alimentario por la falta de producción agropecuaria y agroindustrial por la pobreza franciscana impuesta a los agricultores y a los pequeños y medianos empresarios Mipymes.

Es preocupación y ocupación de amplios sectores sociales como la jerarquía nacional de la Iglesia Católica y, por supuesto, por los órganos cúpula de las cámaras y organismos empresariales.

En forma por demás equivocada, el Presidente Andrés Manuel López Obrador ve como sus enemigos a quienes critican su falta de apoyo a los sectores productivos, sostén de la economía.

Al margen de la guerra “chairos” y “fifís” en las benditas redes sociales, trocadas en maldición política por el rechazo al “austericidio”, es una bola de nieve que arrasa la popularidad de AMLO.

El mayor problema a enfrentar por el gobierno en el segundo trimestre del año será la inevitable caída de la recaudación de impuestos por parte del Sistema de Administración Tributaria (SAT).

Ello traerá consigo como consecuencia lógica y natural la falta de recursos para cubrir la compra de votos, a través de los trece programas Bienestar, y en junio de 2021 tenemos elecciones.

Habrá renovación de gobierno en 14 de las 32 entidades de México, en 27 congresos locales, en ayuntamientos de 28 estados, al igual que en las 500 curules de la Cámara de Diputados.

Y en las elecciones intermedias federales y concurrentes en varias entidades federativas el Presidente Andrés Manuel López Obrador no es bien visto, lo que pone en riesgo a la 4T.

El hambre es parte central de la atención diaria del Comando de Incidencias, con la participación de 35 instituciones federales para dar permanente seguimiento a la emergencia nacional.

Ahí se organiza la distribución de insumos en todo el país, responsabilidad de la Secretaría de la Defensa, y se trabaja sobre planes en caso de terremotos, dado que el país es altamente sísmico.

La urgencia es el abasto, cuya cadena de suministros no puede interrumpirse por las graves consecuencias sociales que implica y la violencia que causaría la falta de alimentos en las calles.

Uno de los trabajos más importantes es el diseño de rutas confiables y fluidas para el abasto de alimento en todo el país, reflejado en tiendas y mercados, donde no hay escasez de productos.

No falta razón al Comando, toda vez que en México hay 90 millones de personas en pobreza y no 52.4 millones como asegura el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval).

Aunque las cifras del Coneval no son confiables, estima que 25.5 millones de personas tienen carencia alimentaria. O sea, antes de la pandemia la cuarta parte de la población padecía hambre.

Los expertos en inteligencia de las Fuerzas Armadas no ignoran, por el contrario, tienen presente que los estallidos sociales y las guerras civiles empiezan por hambre, pasando por saqueos previos.

Instalado el 18 de marzo para apoyar en la guerra contra el Covid-19 desde las sombras, el Comando trabaja 24 horas al día desde instalaciones de la Defensa Nacional en Constituyentes.

Con sobrada razón tiene como columna vertebral al gabinete de seguridad, con las secretarías de Seguridad, Defensa, Marina, Guardia Nacional y Protección Civil de la Secretaría de Gobernación.

El comando estratégico es coordinado por Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, representantes en 25 estados y sistemas espejos en varios de estos, revela Raymundo Riva Palacio.

La estructura fue definida por el secretario de la Defensa, general Luis Cresencio Sandoval, y el jefe del Estado Mayor, general Homero Mendoza, quienes juegan un papel central en su operación.

alfredo_daguilar@hotmail.com director@revista-mujeres.com

@efektoaguil

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