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Opinión por Alfredo Martínez de Aguilar
- Hoy por hoy, la Iglesia Católica tiene en la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca a un líder fuerte, Monseñor Pedro Vásquez Villalobos, quien apoya las medidas sanitarias en las parroquias y capellanías para evitar el contagio por el coronavirus SARS-COVID-19.
- La creciente presencia de las iglesias cristianas, sobre todo, en los sectores sociales, políticos y de gobierno, obliga a incorporarlas a un Acuerdo Ecuménico para que independientemente que sigan salvando almas, aquí y ahora, contribuyan a proteger la salud y la vida.
Al margen de mal entendidos fanatismos fundamentalistas, la ciencia política estudia la existencia de los grupos de interés y de presión denominados de manera general poderes de facto frente a los poderes de iure.
Entre los poderes fácticos o de hecho, se encuentran de manera destacada secularmente las Iglesias cristianas y preponderantemente, sobre todo, la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, por seguir siendo mayoritaria en el mundo.
Además, al formar un amplísimo ejército transnacional, dado sus votos de obediencia al Papa, hoy en día a Francisco, sus hombres más inteligentes y confiables participan en todas las actividades humanas de la geometría política y de la ingeniería financiera global.
Nada de lo humano es ajeno a los hombres y mujeres de la Iglesia Católica. Ciertamente algunos de ellos han cometido graves errores y hasta crímenes de lesa humanidad como la pederastia, pero su existencia y presencia es una realidad inocultable.
Las instituciones de las iglesias cristianas en cuestión, se han convertido en verdaderas multinacionales con innegable poder político y económico. La Iglesia Católica suma en el mundo más de 1300 millones de seguidores fieles.
En México, según el último Anuario Estadístico de la propia Iglesia cuenta con 103 millones 495 mil 670 católicos, que representan el 82.3 % de una población total estimada en 133 millones 542 mil 493 habitantes en el país.
Y en Oaxaca la fuerza de la feligresía de la Iglesia Católica sigue siendo mayoría, a pesar que por la falta de congruencia y compromiso de algunos de sus jerarcas y sacerdotes cada día pierde adeptos como institución.
El territorio de la jurisdicción eclesiástica de la Arquidiócesis abarca 33 mil 648 kilómetros cuadrados. Es guía espiritual de 1 millón 132 mil católicos, de los 4 millones de oaxaqueños, es decir más de una cuarta parte de habitantes.
Actualmente, cuenta con 178 sacerdotes asignados a 111 parroquias. Tiene 236 religiosos profesos, de los cuales 230 son mujeres. Realiza aproximadamente 24,550 bautismos al año, así como 5,240 matrimonios.
La creciente presencia de las iglesias cristianas, sobre todo, en los sectores sociales, políticos y de gobierno, obliga a incorporarlas en un Acuerdo Ecuménico para que independientemente que sigan salvando almas, aquí y ahora, contribuyan a proteger la salud y la vida.
Hoy por hoy, la Iglesia Católica tiene en la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca a un líder fuerte, Monseñor Pedro Vásquez Villalobos, quien apoya las medidas sanitarias en las parroquias y capellanías para evitar el contagio del COVID-19.
A la suspensión de las diversas actividades religiosas, con visión y sensibilidad política, el Arzobispo inició, a través de las benditas redes sociales una intensa y permanente campaña de apoyo espiritual, a quienes han perdido a sus seres queridos por la pandemia.
Mediante un video, monseñor Pedro Vásquez Villalobos se dirige al corazón de quienes viven en Oaxaca y en el extranjero y han perdido a sus seres queridos por el COVID-19 y no pueden realizar sus funerales al tener que cremarlos.
Invita a quienes gusten a enviar los nombres de sus seres queridos para celebrar con estos la ceremonia de la Eucaristía en la capilla del Arzobispado. El correo que pone a disposición de los deudos es comunicacion@arquioax.org, a fin de ofrecer sus oraciones por ellos.
El probado liderazgo milenario de la jerarquía y fundamentalmente de los sacerdotes de la Iglesia Católica no es ni debe ser pasado por alto por los gobiernos del mundo y menos, ahora, en la globalización al tratarse de una multinacional.
Mucho menos en tiempos de tribulación y de rechinar de dientes por la crisis humanitaria en materia de salud, económica y alimentaria por el creciente desempleo, provocadas por el coronavirus SARS-COVID-19.
Y menos todavía en momentos sumamente difíciles para el Gobernador Alejandro Murat Hinojosa por la falta de operadores políticos eficaces y eficientes, que den resultados efectivos, y por los estragos generados por la propia pandemia del COVID-19.
Los enemigos de su padre José Murat más que del propio Alejandro Murat aprovechan la paralización de la vida económica en Oaxaca por la emergencia sanitaria, para aliarse con los traidores al interior del gabinete legal y ampliado.
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