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Por Alfredo Martínez de Aguilar
Con las severas denuncias de Marcelo Ebrard contra Claudia Sheinbaum aflora la evidente, pública y notoria fisura entre las “corcholatas” que se convertirá, en breve, en la fractura de Morena y la 4T.
“Nunca habíamos visto tanto acarreo, tanta paga de encuestas falsas, no había visto una campaña negra, incluso contra mi familia…”, acusó Ebrard en la conferencia que ofreció ayer miércoles por la mañana.
Al mismo tiempo, Ebrard aseguró que Sheinbaum Pardo ha usado a la Secretaría del Bienestar a su favor y a brigadistas para difundir que ella es la elegida por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Nunca se vio siendo yo jefe de gobierno de la Ciudad de México, nunca vieron todo el país pintado con financiamiento de la Ciudad de México, ni espectaculares de Marcelo en toda la república mexicana y nunca vieron que mandara brigadas del gobierno para apoyar mi postulación, jamás hice eso”, subrayó.
Un día antes de que Morena realice el sorteo de las casas encuestadoras, Marcelo pidió a la dirigencia del partido, frenar el acarreo y la propaganda que ha sido parte de la campaña de Claudia Sheinbaum.
Marcelo Ebrard insistió en que ha esperado pacientemente a que Morena actúe contra la campaña de Sheinbaum desde que comenzó a quejarse en noviembre del 2022, pero hasta la fecha no lo ha hecho.
Exigió a la dirigencia, a gobiernos estatales, secretarías de estado y demás funcionarios, respetar las reglas acordadas el 11 de junio sobre el proceso para elegir al abanderado o abanderada de Morena.
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