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#Opinión Por:Alfredo Martínez de Aguilar
(A la memoria de Esteban Santos Bravo, guerrero nacionalista y patriota, al lado de quien dimos nuestros primeros pasos en el periodismo en el ya desaparecido semanario Pulso de Oaxaca. Un brazo solidario a su familia, amigos y compañeros de lucha. Descanse en paz)
Oaxaca ha sido, es y será tierra de promisión. Desde siempre la Providencia bendigo a la tierra de nuestros viejos abuelos. Pero, también, es tierra de conquista y saqueo, explotación irracional e injusticias.
En una palabra, tierra de asquerosa complicidad y corrupción. A la venta están los cuerpos y las conciencias. Sus malos gobernantes convirtieron la violación de la Ley en la principal fuente de riqueza mal habida.
Sobra el talento en la Gran Señora del Sur, la Sultana, la Perla del Sur, a la que cantara el excelso poeta mixteco Alfonso Francisco Ramírez Baños, abogado y escritor, egresado del glorioso Instituto de Ciencias y Artes.
Dolorosa y lamentablemente, las más de las veces el talento de los oaxaqueños se ha utilizado en forma por demás negativa, ruin y mezquina, para hacer mal. La anarquía se ha enseñoreado de la Vieja Antequera.
Ahí están, salvo excepciones, los ex gobernadores y los políticos de todos los partidos, así como los funcionarios, que fácilmente olvidan que ante todo son servidores públicos y se sirven del pueblo con la cuchara grande.
El lenguaje de la política es misterioso e insondable. Sin embargo, si se lee entre líneas es posible descifrar sus crípticos mensajes. Un ejemplo claro y concreto son las fuertes declaraciones del gobernador Alejandro Murat.
En entrevista con Humberto Cruz, a través de El Noticiero de La Mejor, el gobernador Alejandro Murat Hinojosa advirtió que en su gobierno no permitirá ningún «Chuky» ni «Coco». En ésta administración no habrá personajes «siniestros ni vice-gobernador», lanzó el mandatario.
al dar el manotazo anhelado por millones de oaxaqueños, según información de la Agencia JM.
Obligado es preguntar qué información confidencial tenía en su poder el mandatario estatal para ponerle nombre con todas sus letras a los villanos favoritos y enemigos públicos de Oaxaca.
Seguramente Alejandro Murat sabía de la conjura en su contra horas antes del estallido de los dos primeros artefactos explosivos, con el propósito de sembrar terror entre la población.
Los dos primeros explosivos caseros fueron colocados en el cajero de Santander en Calzada Madero y en las oficinas de la PRODECON, y el tercero en el cajero de Banamex Santa Rosa.
Porque qué otro motivo poderoso pudo tener el gobernador para poner el dedo en la purulenta llaga y dar los nombres de dos de los personajes siniestros, genialmente perversos.
No hay que olvidar jamás que Jorge Eduardo Franco Vargas y Jorge Enrique Castillo Díaz han sido desde el gobierno de Diódoro Carrasco la mano negra que mece la cuna de los conflictos.
Después de seis y doce años, respectivamente, resurgieron con mucho mayor poder que en el gobierno diodorista. Fungieron como vice gobernadores de Ulises Ruiz y Gabino Cué.
Su desempeño como operadores político y financiero, llevó al triunfo de Gabino. Franco entregó la ubicación de las casillas ‘zapato’ para evitar el fraude de Ulises a favor de Eviel Pérez Magaña.
Jorge Castillo, por su parte, sentó a Gabino con Carlos Ahumada, el constructor argentino, financiero de las campañas de los candidatos del Partido de la Revolución Democrática.
Junto con Gerardo Cajiga Estrada, Jorge Castillo, orquestó el colosal fraude en la compra de aeronaves, patrullas y armas en la Secretaría de Gobernación con Diódoro Carrasco.
Indispensable es detenerse para analizar el caso particular de Jorge Franco, importante actor político que, con su soberbia y desmedida ambición, marcó un parteaguas en Oaxaca.
Educado en la Escuela del Honor de las instituciones nacionales, jamás regateamos mérito alguno a los demás, por tanto, reconocemos la genialidad, que no simple inteligencia, de Jorge.
Ello no significa que tampoco dejemos de reconocer su enorme perversidad, producto de su ambición política y económica sin límite, ni llenadera alguna, al incendiar Oaxaca en 2006.
Por ahora sabemos que, después de robar el triunfo a Gabino Cué e imponerse como gobernador Ulises Ruiz traicionó a José Murat al no cumplir los compromisos políticos contraídos.
Lo que todavía no sabemos es quién traicionó a quien entre Ulises Ruiz y Jorge Franco Vargas, después que el primero convirtió al segundo no solo en su hijo putativo, sino en su delfín.
Por ahora difícil saber la causa, no imposible, a menos que nos den la oportunidad de entrevistarles para formular ésta y otras preguntas que flotan en la opinión pública.
Lo cierto es que sintiéndose traicionado por Ulises Ruiz, Jorge Franco puso personalmente a disposición de Gabino Cué la estructura electoral y la ubicación de las casillas ‘zapato’.
De esta manera, Jorge Franco, el todopoderoso ex secretario general de Gobierno de Ulises Ruiz se vengó con la rotunda derrota del candidato del PRI a gobernador, Eviel Pérez Magaña.
Reportes de inteligencia revelan la autoría intelectual de Jorge Franco en la colocación de explosivos caseros en el pasado, particularmente en el cajero de Banamex Naranjos, que no explotó.
Asimismo, se le responsabiliza del incendio de algunos negocios emblemáticos en Oaxaca, como el Restaurante El Regio, ocurrido el 25 de septiembre de 2006, con el objetivo como ahora de sembrar terror entre la población.
A escasos doce días de tomar las riendas de la entidad a las sombras de la madrugada en CORTV, Alejandro Murat dejó en claro que «en Oaxaca voy a gobernar yo, con la consulta a la ciudadanía».
Al releer la cartilla a sus colaboradores anticipó que los integrantes del gabinete vienen a trabajar, y advirtió que «el que no lo haga, o no haga las cosas bien, se va; o se va a la cárcel». ¿Será que se acabaron los negocios?
Reiteró que el suyo será un gobierno desde las regiones, y los secretarios deberán salir todas las semanas a atender a la gente y dirigir los proyectos, sin importar que sean sus amigos o compadres.
Esperamos que los juniors de la vallistocracia, del Estado y de la Ciudad de México, a los que ha invitado a servir a Oaxaca, lo entiendan para hacer realidad El Milagro Oaxaqueño.
@efektoaguila
