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Rosy RAMALES
Como nunca, en la sesión extraordinaria de ayer se mostró la línea, la etiqueta, la marca, de las y los consejeros del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO), y hacia dónde se encamina peligrosamente este órgano: No precisamente a garantizar el voto de las y los electores, sino a cuidar los intereses de los grupos políticos perfectamente definidos rumbo a la sucesión gubernamental.
Se vio también, en ésta y en la sesión siguiente de carácter especial, que la ley es letra muerta para las y los consejeros, con sus honrosas excepciones.
“¡Es el ‘cachorro’!”, exclamó en voz baja el representante propietario del PRD ante el Consejo General del IEEPCO, Antonio Álvarez, en alusión a la oposición de sus homólogos el PRI y del PVEM, Orlando Acevedo Cisneros, y Martín Ortiz Vela, respectivamente, quienes proponían retirar del Orden del Día de la sesión extraordinaria el punto sobre los lineamientos a observar por los partidos políticos al postular candidaturas comunes para las elecciones del 2016, porque no están reglamentadas.
Están en la Constitución particular, pero no en una ley secundaria. Entonces, este caso es similar al de Colima donde los órganos electorales nacionales negaron la reglamentación de las candidaturas comunes.
La consejera Nora Hilda Urdiales secundó la petición, proponiendo además consultar al INE si procedía o no que el Consejo General del IEEPCO aprobase los lineamientos. A ella la identifican plenamente con el ex presidente del Consejo General del entonces Instituto Estatal Electoral, José Luis Echeverría Morales, y éste con los Murat, el ex gobernador José y el aspirante a la candidatura del PRI a Gobernador de Oaxaca, Alejandro, cuya elegibilidad, por cierto, defendió a capa y espada en entrevistas radiofónicas siendo funcionario municipal. Claro, el escudo fue emitir una opinión como ex arbitro electoral.
Llegó un momento en que la sesión se trabó en las dos posturas: La del PRI-PVEM y la del PRD y demás partidos, en su mayoría, que estaban a favor de aprobar los lineamientos sobre las candidaturas comunes tal y como venía el proyecto de acuerdo. Incluso, el consejero Gerardo García Marroquín también se sumaba a la propuesta de retirar la aprobación de los lineamientos, pero argumentando que el INE los emitirá ejerciendo su facultad de atracción, además, planteó más adelante, el 16 de este mes INE firmará con el IEEPCO un convenio de colaboración en el cual se establecerá la reglamentación de las candidaturas comunes.
Su posición, ciertamente en parte, fue vista por algunos representantes partidistas, que en corto opinaron, como una estrategia a favor de el “cachorro”, pues José lleva muy buena amistad con Ricardo Monreal, pariente político, al parecer de Marroquín. ¿Será verdad tal influencia?
Extrañamente, Marroquín parece irreconciliablemente confrontado con el consejero presidente, Gustavo Meixueiro Nájera, quien, por su parte, hacía tiempo mandando a segunda ronda la discusión de la aprobación del Orden del Día. El consejero se preguntaba “para qué”, lo mismo que algunos representantes partidistas, y de paso reprochó la falta de existencia de un reglamento adecuado, pues el vigente data de varios años atrás.
Hubo un momento en que Gustavo se ausentó de la mesa y cuando volvió se generó el planteamiento de aprobar las propuesta de representantes partidistas, como el del Verde y el del PRI. “Recibió una llamada”, acusó en cortó un integrante del Consejo General.
Alguno de ellos propuso que los partidos políticos nacionales de nueva creación no tengan derecho a participar con candidaturas comunes hasta después de su primera elección local. Claro, en una redacción distinta. Y después de más de cinco horas de discusión, ésta propuesta y otras más fueron aprobadas por mayoría de votos de las y de los consejeros electorales.
Ups. ¿No se están extra limitando las y los consejeros en sus funciones? Pareciera como si estuvieran legislando. Porque una cosa es reglamentar lo existente, y otra cosa es establecer disposiciones sobre lo inexistente jurídicamente. Las disposiciones generales solo acotan las participación de los nuevos partidos políticos nacionales a ir coaligados cuando compiten por primera vez, pero no más. Y si bien, las candidaturas comunes está en la cancha local, la propuesta aprobada es una abierta violación a los derechos políticos de los partidos políticos.
Un acuerdo con tal debilidad corre el riesgo de ser impugnado. Y en este caso hasta parece con dedicatoria a Morena, aunque también el PES no podría competir bajo la figura de candidaturas comunes.
¿Por qué Gustavo consintió aprobar una aberración? Claro, no pasará nada si nadie impugna la determinación del Consejo General del IEEPCO.
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