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Opinión por Rosy Ramales.
El proceso de selección de cuatro consejeras y/o consejeros del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) está reflejado una lucha partidista y hasta de poderes fácticos por colocar a los suyos en las consejerías vacantes a partir de los primeros días de abril próximo.
Incluso, cabe la probabilidad de que los actuales consejeros y consejeras de dicho Consejo, empezando por los salientes y siguiendo con Lorenzo Córdova Vianello, impulsen sus propias cartas a las consejerías que en breve dejarán Marco Antonio Baños, Enrique Andrade González, Pamela San Martín Valles y Ríos, y Benito Nacif Hernández.
El Comité Técnico de Evaluación debe tener en cuenta que son las y los consejeros del Consejo General del INE quienes eligen a las consejeras y consejeros de los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLES), los cuales no son otra cosa que los Institutos Electorales en las entidades federativas a partir del modelo creado en el 2014.
Un modelo que pretendía constituir órganos electorales independientes, sin intromisión del gobernador y partidos políticos vía sus diputados locales. Resultó peor. El consejero presidente del INE y su séquito complacieron a los partidos designando en las consejerías de los OPLES a personas afines y dieron cuotas a poderes fácticos.
Y así obedecieron a quienes los pusieron. No se hagan los santos.
Pero además Lorenzo Córdova y demás consejeros y consejeras entre sí mismos se repartieron consejerías de los OPLES cuando la designación recaía en una persona que se desempeñaba o se venía desempeñando como consejera o consejeros en los órganos desconcentrados del INE.
Claro, no fue la regla. Sin embargo, pululan los casos. En las entidades federativas se sabe quiénes son. Como dice la vox populi: Pueblo chico, infierno grande.
Aunado a ello, Córdova Vianello y sus consejeros y consejeras del Consejo General del INE exageraron en sus atribuciones especiales de modo tal que los OPLES se convirtieron en meros organismos ejecutores de las decisiones del Instituto, con la salvedad de las pocas facultades reservadas a los organismos locales.
Y como además el Consejo General tiene la atribución de remover a los consejeros de los OPLES, éstos se convirtieron en siervos de Lorenzo y séquito, con sus excepciones.
Hay toda una red de cosas extrañas. Solo así se explica que nunca hayan procedido remociones en determinados OPLES, como en el de Oaxaca por ejemplo.
Por cierto, a nuestro correo llegó el siguiente mensaje: “La sobrina directa del Consejero Nacif es la secretaria del presidente ()… Dígame si no tiene ahí ya el compromiso de poner a quien el Presidente o el Secretario quiera” .
Se trata de un mensaje en ocasión de la reciente designación de la persona titular de la consejería vacante en el Consejo General del IEEPCO, donde quedó quien se venía desempeñando como coordinador de comunicación social (un cargo dependiente del consejero presidente).
Omitimos el nombre de la señorita porque puede ser una coincidencia; algunas personas se apellidan igual y no por eso tienen parentesco o no por eso fueron colocadas por el familiar. ¿Será el caso?
Retomando el tema: Al proceso de selección de las cuatro consejerías del INE se han inscrito consejeros y consejeras de OPLES. ¿Por aspiración propia? ¿O impulsados por Lorenzo y séquito? ¿O promovidos por partidos políticos?
Hasta los llamados “protagonistas del cambio verdadero” pretenden despacharse con la cuchara grande vía la integración del Comité Técnico de Evaluación, para el cual la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha hecho propuestas con afinidad morenista, la misma de la titular, Rosario Piedra Ibarra.
Y también en aras de los derechos humanos, la Cámara de Diputados modificó los requisitos para permitir a naturalizados y a miembros del Servicio Profesional y Nacional Electoral participar en el proceso de selección a las consejerías del INE.
Interesante y riesgoso.
Ven, todos buscan el control del árbitro electoral.
GUSTAVO MEIXUEIRO Y RITA BELL
Gustavo Meixueiro Nájera y Rita Bello López Vences, consejero presidente y consejera electoral, respectivamente, del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO) se inscribieron en el proceso de selección de consejerías del INE.
Están en su legítimo derecho y reúnen los requisitos legales.
¿Y morales?
El IEEPCO no goza del mejor prestigio en la entidad federativa, sobre todo por el desempeño en elecciones de Sistemas Normativos Indígenas, y por las afinidades de ciertos personajes.
Ambos forman parte del primer OPLE integrado para Oaxaca en el 2014, que fue por concurso de oposición. Sin embargo, en su momento el representante del PRD ante el Consejo General del INE, Camerino Márquez, señaló:
“En Oaxaca, el candidato a presidente del Consejo, Gustavo Meixueiro Nájera, omitió en su currículum que fue secretario particular del actual representante del PRI ante el INE, José Antonio Hernández Fraguas. En adición, se afirma, fue secretario técnico del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados, durante la presidencia del propio José Antonio Hernández Fraguas”.
Y fue un secreto a voces que Gustavo Meixueiro contó con el decidido apoyo pactado de miembros del Consejo General del INE para llegar a la presidencia del IEEPCO. Un cuadro cercano a la cúpula del PRI de aquél entonces, lo dijo así:
“Sus padrinos fueron Benito Naciff, Murayama y Marco Baños el priísta de Manlio Fabio Beltrones”.
Y ahora que se supo de la inscripción de Gustavo Meixueiro para ser consejero del INE, en medios locales y redes sociales han vuelto a revivir su primer padrinazgo, el de Fraguas; aunque en su momento ambos lo han negado rotundamente.
No obstante, lo siguen vinculando y, en consecuencia, también lo vinculan al círculo de Lorenzo Córdova. Y por tal razón en círculos políticos locales lo dan por descartado en el proceso de selección pues los morenistas lo que menos quieren son personas afines al actual consejero presidente del INE.
Aunque Gustavo Meixueiro lo mismo le hace ojitos al PRI que a Morena, o que al PAN o al PRD. Hasta tiene “controlados” a ciertos representantes de partidos políticos.
En fin, Meixueiro Nájera se convirtió en promotor de Rita Bell López Vences. Incluso, tal preferencia le costó cierto desencuentro con el entonces consejero Gerardo García Marroquín dada la inequidad en el trato del consejero presidente del IEEPCO respecto de todos los consejeros y consejeras electorales en relación al trato preferencial con Rita.
Por eso la ganona fue Elizabeth Bautista cuando la designación de la magistratura vacante en el Tribunal Electoral del Estado de Oaxaca. Cuando se decidió que fuera mujer, le cerraron las puertas a Marroquín, pero también a Rita.
En los corrillos locales lo cuentan así: “Rita se peleó con Marroquín y cuando lo bajaron de magistrado electoral vetó a Rita y pidió a Ricardo Monreal que la magistrada electoral fuera Elizabeth Bautista”.
Claro, cualquiera de ellas y ellos podrá negar la historia y tener una versión diferente.
Retomando el tema: Ahora Rita compite para ser consejera del INE y según uno de sus padrinos, tiene muchas posibilidades de llegar porque ha hecho buenas relaciones con Organismos No Gubernamentales y legisladoras feministas, además con las consejeras del propio Instituto.
Incluso, ya relegó a sus amistades en el PAN, y se le ha visto rondar grupos de mujeres de Morena.
Dicen que la senadora Martha Lucía Micher Camarena, de Guanajuato, también forma parte de los respaldos con que cuenta Rita.
Y Rita, cuentan, anda algo desesperada porque en breve vence su periodo como consejera electoral del IEEPCO, entonces si no queda como consejera del INE, se irá a su casa.
