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CRÓNICA POLÍTICA: ¿Qué será de México con un Poder Judicial infiltrado o manipulado?

Opinión por Rosy RAMALES

La renuncia del Ministro Eduardo Medina Mora obliga a centrar la atención en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCNJ); máximo órgano de administración de justicia y de control de la constitucionalidad en nuestro país.

¿Qué sería de México con un Poder Judicial infiltrado por intereses económicos o políticos inconfesables, o supeditado al Ejecutivo? ¿Dónde quedaría el equilibrio de Poderes?

Tras el escándalo que ha envuelto a Medina Mora (por supuestos depósitos en cuentas en el extranjero y por polémicas decisiones jurisdiccionales) era de esperarse su renuncia como Ministro de la SCJN, por conciencia propia o por presiones sociales o políticas.

En su carta de renuncia, Medina Mora no refiere ninguna causa, ni siquiera de índole personal. No obstante, la dimisión ayudaría a proceder en su contra en caso de que las autoridades competentes le comprueben la ilicitud de depositos bancarios.

La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) mexicana colabora con los gobiernos británico y estadunidense para investigar 32 transferencias bancarias que habría recibido Medina Mora entre 2016 y 2018, según dijo Santiago Nieto, titular de dicha dependencia.

Aunque el aun Ministro –dejará de serlo hasta que el Senado apruebe la renuncia– negó haber recibido depositos o transferencias millonarias; éstos habrían sido hechos a las cuentas de Compulsiones y Asociados S.A de C.V., cuya accionista era su esposa Laura Pérez Vázquez.

Solamente una investigación profesional e imparcial arrojará la verdad sobre los hechos imputados a Medina Mora. Lástima que en nuestro país la procuración y la administración de justicia estén tan desprestigiadas, así como la política. Y así, a veces justos pagan por pecadores.

En fin, en base al principio de presunción de inocencia, Medina Mora no tendría por qué renunciar, sino hasta cuando en un proceso le hayan comprobado hechos fuera de todo orden legal. Claro, los señalamientos pesan, sobre todo porque según las investigaciones las hacen gobiernos extranjeros.

Ya está dañada la reputación de Medina Mora, y a su mermada calidad moral como Ministro se suma el haber otorgado una suspensión al gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez CalderónEl Bronco, que prohíbe al Congreso local sancionarlo por haber utilizado a empleados de su gobierno para recabar firmas de apoyo para su candidatura presidencial en 2017.

Ahora bien, Medida Mora pudo haber renunciado harto de ser “calumniado” o por presiones políticas para que el gobierno de la “Cuarta Transformación” acomode ministros en la Suprema Corte, y el resto se cuadre.

Pronto serán elegidos cuatro nuevos ministros.

Como haya sido, por el bien de México más vale que la renuncia de Medina Mora obedezca a razones de conciencia propia, a una decisión personal para evitar sigan empañando su nombre. Porque sería muy grave que obedezca a presiones políticas o a una actitud de cambiar impunidad por el cargo.

Entonces, ¿qué intereses definen la integración de los tres Poderes.

Lo que sí, casi es moda sexenal la persecusión de aquellos con cola larga que no se ciñen  a los intereses de los nuevos gobernantes, máxime si distan de afinidades política.

Pero no le había tocado a miembros de la Corte. ¿O es casualidad?

Y bueno, si se trata de combatir la corrupción, pues qué bien. Lo malo y grave sería recurrir a mecanismos persecutorios para quitar y poner ministros.

En fin, ¿por qué un ministro debe presentar la renuncia al Ejecutivo? Porque así lo exige el artículo 98 de la Contitución Política General; lean:

Cuando la falta de un Ministro excediere de un mes, el Presidente de la República someterá el nombramiento de un Ministro interino a la aprobación del Senado, observándose lo dispuesto en el artículo 96 de esta Constitución.

“Si faltare un Ministro por defunción o por cualquier causa de separación definitiva, el Presidente someterá un nuevo nombramiento a la aprobación del Senado, en los términos del artículo 96 de esta Constitución.

“Las renuncias de los Ministros de la Suprema Corte de Justicia solamente procederán por causas graves; serán sometidas al Ejecutivo y, si éste las acepta, las enviará para su aprobación al Senado.

“Las licencias de los Ministros, cuando no excedan de un mes, podrán ser concedidas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación; las que excedan de este tiempo, podrán concederse por el Presidente de la República con la aprobación del Senado. Ninguna licencia podrá exceder del término de dos años.”

Mmm… ¿y cuál es la causa grave? La carta de renuncia de Medina Mora no la alude.

Por otra parte, ¿por qué un Ministro debe someter su renuncia a consideración del titular de otro Poder, así como la licencia por más de un mes? O sea, ¿por qué someterse a la decisión del Presidente de la República? ¿Son razones de contra-pesos y equilibrios? ¿O se trata de una supremacía presidencial?

Vaya, parece ser momento de reformar la Constitución para establecer contra-pesos reales. La “Cuarta Transformación” no puede seguir actuando en base a reglas del presidencialismo omnimodo.  

Es más, el Presidente de México no debería ni siquiera proponer Ministros; que éstos lleguen al cargo a lo largo de una carrera judicial efectiva, seleccionados previamente por concurso de oposición y luego sometidos a procedimientos de insaculación.

LOS NUEVOS MINISTROS

En fin, pero mientras llegan tiempos color de rosa, el Senado debería procurar designar como Ministros a las personas con carrera judicial, con prestigio de honestidad en su trayectoria profesional.

Porque si designan a personas afines al partido gobernante, afectan a México.

Eviten casos como el de Medina Mora; no sigan pervirtiendo al Poder Judicial.

Medina Mora fue titular de la Procuraduría General de la República en el sexenio del panista Felipe Calderón Hinojosa; y en el sexenio de Vicente Fox Quesada (también del PAN), se desempeñó como director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y como Secretario de Seguridad Pública federal.

Y fue designadoministro en 2015 cuando ya gobernaba nuevamente el PRI.

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