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Opinión por Rosy Ramales
- Las elecciones concurrentes de 2021 parecen lejanas. Sin embargo, están a la vuelta de la esquina; el proceso electoral correspondiente iniciará en casi diez meses, salvo que los legisladores federales modifiquen los plazos mediante una próxima reforma electoral.
Pero de que inicia en 2020, inicia.
Precisamente por eso vemos cómo cada día se incrementa más la actividad en los partidos políticos; interna y externa; por cierto, una actividad electorera en vez de ser permanente.
Es más, tan está a la vuelta de la esquina que partidos y aspirantes a cargos de elección popular, desde ahora se encuentran sometidos a encuestas diversas por sí mismos, o en ejercicios demoscópicos abiertos.
Claro, van midiendo sus posibilidades de triunfo frente al resto de las fuerzas electorales y la competitividad de prospectos para renovar la Cámara Baja del Congreso de la Unión y diversos cargos locales en las 32 entidades federativas, entre éstos 15 gubernaturas.
En ese contexto, las noticias parecen buenas para el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena); hasta el momento. Verán:
Según se desprende de una encuesta realizada en este octubre por Consulta Mitofsky, la preferencia electoral nacional del PRI rumbo a las elecciones concurrentes del 2021 es bajísima; arroja apenas 5.1% para este partido político, frente a Morena con 48.5%.
Incluso, con tal porcentaje el Revolucionario Institucional se ubica en tercer sitio en esta medición sobre la “Preferencia Electoral Nacional rumbo al 2021”, en la cual el Partido Acción Nacional (PAN) sale en segundo lugar con el 10.0%.
Se trata de una “preferencia electoral bruta”, en la cual “otros partidos” (en conjunto) alcanzan 5.7%, candidatura independiente obtiene 6.7%, y el 23% de los encuestados no declara.
Ni sumados los porcentajes del PRI, del PAN, de “otros partidos” alcanzan a Morena; el resultado de la suma es apenas del 21.8%. Si la preferencia electoral de quienes “no declaran” fuese para éstos en una eventual alianza, tampoco alcanza, pues da solo el 44.8%. Necesitarían del porcentaje del independiente para rebasar a Morena con 51.5%.
Pero ojo, en el 2021 no hay elecciones presidenciales; son intermedias federales para renovar solamente la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
Así que si las tendencias se mantienen de aquí a los comicios federales del 2021, sería probable que Morena gane la mayoría de los 300 distritos electorales del país, solo o coaligado. Y más las curules plurinominales que pueda obtener, sería probable que tenga la mayoría en la Cámara Baja.
Solo probabilidad, porque de aquí a dichas elecciones pueden suceder muchas cosas; desde que Morena salga fracturado de su proceso interno a la dirigencia nacional, hasta un descenso en picada de la imagen de Andrés Manuel López Obrador por acciones u omisiones como Presidente de la República con la consecuencia de impacto electoral negativo hacia su partido.
Aunque un escenario de desastre para AMLO y Morena es poco probable, porque el tabasqueño siempre se las ingenia para mantener su aprobación entre la ciudadanía, sobre todo en sectores vulnerables, beneficiarios de los programas sociales: Personas en pobreza, indígenas, madres solteras, “ninis”, adultos mayores.
¿Se explican ahora la urgencia de allegarse de recursos? Sin pobres y demás sectores vulnerables no hay votos cautivos. Por cierto, extraña que para estos efectos se haya menospreciado a los deportistas.
En fin, retomando el tema: En la referida encuesta no vimos una gráfica de medición sobre la intención del voto; que es algo distinto a la preferencia electoral.
Sin embargo, van de la mano. Por lo tanto, si Morena se sostiene en el ánimo ciudadano, el PRI a duras penas podría mantener su registro como partido nacional si el estimado fuese de un 5.1% como le resulta en preferencia electoral. Pero prácticamente borrado del mapa e cuanto a número de cargos de elección popular.
En la encuesta hay una gráfica interesante más, relativa igualmente a la preferencia electoral nacional del PRI, pero por entidad federativa, en la cual se ve claramente que este partido político sigue en la lona y hasta el momento así se perfila rumbo a los comicios concurrentes del 2021.
La preferencia más alta hacia el PRI se registra en Campeche con 10.8% y las más baja, en Baja California con 1.7%.
La gráfica no mide preferencia en cuanto a los comicios locales. Pero si se repite el fenómeno del 2018 del voto total, Morena también podría arrasar en las elecciones de cargos en las entidades federativas, salvo que jueguen a la inversa variables como la alta competitividad que representan las elecciones municipales y de gobernador.
Claro, en las entidades con comicios para tales cargos.
Incluso, falta contar también la variable de nuevos partidos políticos en la competencia electoral, pero es más probable que éstos tiendan a pulverizar el voto del PRI, del PAN, del PRD, que el de Morena.
En fin, cabe hacer mención que no tenemos completa la encuesta; faltan las gráficas sobre la metodología y sobre la precisión del periodo exacto en la cual fue levantada, solamente se indica el mes de octubre.
Por tanto, desconocemos si fue levantada antes o después de los hechos violentos ocurridos en Culiacán, Sinaloa, para saber si éstos influyen o no en la preferencia hacia Morena como partido gobernante.
Aunque es probable que haya sido levantada antes, como también es probable que los hechos hayan movido la preferencia electoral, pero no de modo determinante.
