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Por Rosy RAMALES
Se aproxima el tercer y último Debate Presidencial: El martes 12. ¡Por poco y cae 13! Pero martes al fin. Dejémonos de supersticiones.
Curiosamente se llevará a cabo entre semana y a las 21:00 horas, en El Gran Museo del Mundo Maya de Mérida, Yucatán. Un lugar místico y cultural, como el origen de martes.
¿Qué se espera de este debate? Pues depende:
Los presidenciables:
Los candidatos a la Presidencia de la República seguramente esperan ganarse a los indecisos; esos que definen una elección para un triunfo contundente o cerrado. Claro, la elección puede estar ya definida, pero el plus se lo daría el universo fluctuante; incluso, el voto oculto.
Aunque este elector, ya sabe por quién va a votar, pero lo oculta por diversas razones. Por ejemplo: Por vergüenza al qué dirán o por temor a perder el trabajo.
¿Y cómo piensan ganarse a los indecisos? ¿Exponiendo sus propuestas claramente? ¿O sacándose otro tendedero de trapitos al sol? Sería mejor lo primero; lo segundo desanima, porque entonces para los mexicanos no hay más opción que elegir entre los corruptos, al menos corrupto.
Y eso es muy triste.
Al final de cuentas los mexicanos elegiremos entre cuatro opciones: Andrés Manuel López Obrador, de la coalición “Juntos Haremos Historia” (Morena-PT-PES); José Antonio Meade Kuribreña, de la alianza “Todos por México” (PRI-PVEM-Panal); Ricardo Anaya Cortés, de la coalición “Por México al Frente” (PAN-PRD-MC), y el independiente Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”.
¡Candidatos, hagan su mejor esfuerzo! Porque además el último debate siempre es decisivo; cualquier tropezón puede echar por la borda todo lo ganado!
El INE:El Instituto Nacional Electoral (INE) seguramente espera llevarse las palmas como la institución que innovó en los debates dinámicos y con participación ciudadana.
Ya ven lo protagónico que es el consejero presidente del Consejo General, Lorenzo Córdova Vianello. Imagínenselo saliendo inmediatamente después del debate en redes sociales y todo medio de comunicación, auto-elogiando el trabajo de la institución.
¡Pues para eso es el INE! ¡Y para eso está él, las consejeras y los consejeros electorales; para eso les pagan y bastante bien!
Las ciudadanas y los ciudadanos:
¿Ellas y ellos qué esperan del debate? Mucho. Por ejemplo:
Menos agresiones. Descubrirle mentiras al rival, actividades ilícitas, su deshonestidad e inmoralidad, le pone un ingrediente jocoso al debate, pero en éste debe prevalecer la propuesta.
Así que se espera que los candidatos presidenciales expongan sus propuestas y de manera clara, que no sea la recitación de un catálogo de buenas intenciones, sino la base de una oferta viable. En otras palabras, es necesario escuchar el planteamiento, los por qués y los cómos llevarlo a cabo.
No divagar y centrarse en los temas: Economía, desarrollo sustentable, educación, salud, combate a la pobreza y cambio climático.
Que los moderadores asuman su papel a cabalidad sin poses protagónicas como ocurrió en los anteriores ejercicios democráticos donde los moderadores parecían jueces de la Santa Inquisición y algunos otros prácticamente debatieron en lugar de moderar.
Que las preguntas que hagan los moderadores correspondan a las inquietudes planteadas por ciudadanas y ciudadanos en las redes sociales, y no las inventen y mucho menos las contaminen con sus fobias y sus filias.
Por eso, para el Tercer Debate Presidencial el INE “recibió 11 mil 388 preguntas provenientes de la ciudadanía desde Twitter y Facebook, las cuales se clasificarán por temas y se analizarán los tópicos más relevantes para que la moderación pueda elaborar las preguntas dirigidas a los cuatro candidatos…”
Hay suficientes preguntas, ¿no? Lo que no hay es mucho tiempo para que los candidatos a la Presidencia de la República se luzcan exponiendo sus propuestas consideradas en su respectivo plan de gobierno.
Y miren que los temas son muy interesantes. Es más, tan solo el tema Educación bastaría para un solo debate, máxime cuando la Reforma Educativa ha sido bandera de campaña y sobre todo cuando se juega no el currículum de un político, sino el destino de la niñez y juventud de México.
Hay mucho qué preguntar sobre este tema. Por ejemplo: ¿Abrogar o no la Reforma Educativa? ¿Por qué sí y por qué no? La relación con la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), compromisos con la misma y cómo cumplirlos.
Incluso, el tema Educación es el que registró, después de Economía, el mayor número de preguntas realizadas por el público vía redes sociales: 2,011 en Twitter y 164 en Facebook.
En fin, esperemos que el Tercer Debate Presidencial sea de beneficio para los candidatos, pero sobre todo para el electorado mexicano.
MARTES
Y a propósito del día en que se hará el debate, aquí les dejamos el significado de martes:
El nombre de martes proviene del latín Martis díes, o «día de Marte». Marte fue el dios de la guerra, llamado también Ares por los griegos. Se le representaba como a un guerrero con armadura y con un yelmo encrestado.
Marte dio nombre al cuarto planeta del sistema solar: Marte, al segundo (o tercero según algunas religiones, calendarios o regiones como en EE.UU.) día de la semana: Martes, y al tercer mes del año: Marzo.
Y para los supersticiosos, encontramos lo siguiente en un artículo difundido en la revista “Muy Interesante”:
“El martes es el peor día de la semana. Es la conclusión a la que han llegado investigadores de la Escuela de Economía de Londres (Reino Unido) tras monitorizar durante meses los cambios de humor y el estado de ánimo de 22.000 sujetos utilizando una aplicación de iPhone llamada Mappiness. Según George MacKerron, que ha dirigido el estudio, ‘el lunes los efectos del fin de semana no se han pasado del todo’. Sin embargo, el martes ‘ya está plenamente metido en la semana laboral, y el siguiente fin de semana queda muy lejos’, lo que explica por qué los resultados muestran que ese día nos sentimos más decaídos.”
https://www.muyinteresante.es/salud/articulo/el-martes-es-el-peor-dia-de-la-semana
