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CRÓNICA POLÍTICA: PRI-Oaxaca, no hay unidad, pero sí situaciones incómoda

#Opinión Rosy RAMALES

El registro de Alejandro Murat Hinojosa como precandidato del PRI a Gobernador de Oaxaca, dejó ver claramente situaciones incómodas o riesgosas para el éxito electoral pretendido, como las siguientes:

Falta de unidad

Ciertamente, encabezó una marcha multitudinaria y el acto protocolario reportó casi lleno total, de no ser por varios huecos cercanos a la pared del auditorio “Luis Donaldo Colosio”, en la sede estatal priista.

La unidad no se mide en base a auditorios llenos, sino tiene que ver con la suma real de los competidores internos. Entre los sobresalientes, la diputada federal Mariana Benítez Tiburcio y el ex diputado federal Samuel Gurrión Matías, estuvieron presentes.

Pero faltó el principal de sus competidores: Eviel Pérez Magaña, quien en el 2010 encabezó la coalición PRI-PVEM a Gobernador de Oaxaca, que obtuvo 613 mil 651 votos, de los cuales solo 28 mil 674 aportó el Verde.

Por sí mismo Eviel habría obtenido 584 mil 977, considerando que el PRI era cascarón: Jorge Franco Vargas, al sentirse traicionado por el gobernador Ulises Ruiz Ortiz por darle la candidatura a otro, se fue del partido llevándose la estructura que había formado como presidente del Comité Directivo Estatal. Y el ex gobernador José Murat Casab, rival de su sucesor, seguía mandado sobre parte del priismo local.

Dicen que tanto Jorge Franco como José Murat jugaron las contras a Ulises Ruiz y a su candidato a la gubernatura, abonando a la derrota del PRI tras 80 años de gobernar Oaxaca. Nada comprobado hasta el momento. Lo que sí, es que cuadros muratistas como, por ejemplo, Germán Espinoza, aparecieron en el gabinete del gobernador Gabino Cué Monteagudo, quien en el 2010 fue postulado por la coalición PRD-PAN-PT-Convergencia, la cual ganó la elección con 733 mil 783 votos.

Después de su derrota, Eviel se quedó prácticamente solo, y empezó a levantarse al ser postulado como candidato al Senado de la República, reconstruyendo su capital político-electoral. Quien sabe si a la distancia conservará los 584 mil 977 votantes; las circunstancias cambian con el tiempo. Sin embargo, para las elecciones del 2016 las encuestas lo ubicaban en primer lugar en posicionamiento en relación a sus competidores internos, aunque con demasiados negativos, empezando con la tutela de Ulises Ruiz.

Como sea, numérica y políticamente Eviel Pérez representa votos y, en consecuencia, riesgo para el éxito electoral de Alejandro Murat, si aquél no se suma. Igual y éste consigue sumarlos por sí mismo en el curso de su precampaña y campaña.

Al mismo escenario se enfrentaría Eviel Pérez de haberlo designado el Comité Ejecutivo Nacional como precandidato de “unidad” a la gubernatura de Oaxaca. Los muratistas, no de Alejandro, sino de José, que es quien posee dominio sobre parte del priismo local, no se hubieran sumado.

Ivette Morán

La esposa de Alejandro Murat Hinojosa, Ivette Morán puede llegar a convertirse en esposa incómoda dado su desmedido interés en los asuntos políticos de su marido, a cuyo registro interno acompañó en primerísimo lugar, luciendo un traje regional istmeño como para proyectar pertenencia al estado de Oaxaca.

Ivette subió al estrado, saludó de mano a integrantes de la Comisión de Procesos Internos, aventó de besos a la militancia, se tomó la foto con los ahí presentes, y hasta de reojo supervisó que todo estuviera listo para la solicitud de registro de su cónyuge como precandidato del PRI a Gobernador de Oaxaca.

De ganar Alejandro la elección, ¿quién gobernará? ¿Él o ella?

Los muratistas, de José

Según se ha dicho, José Murat Casab hasta se casó para irse, no solo de luna de miel, sino del país, para no estorbar la vida política de su hijo en su proyecto de ganar la gubernatura oaxaqueña. Pero se le olvidó llevarse a su gente, a efecto de evitar sospechas sobre quién dirige cada paso del precandidato.

Y ahí estaba su gente, antes y durante el registro.

Cándido Coheto Martínez encabezó por la mañana una conferencia de prensa de diputados federales (solo cuatro de nueve) para pronunciarse a favor de Alejandro Murat. Germán Espinoza fue el primero en subir al templete, y Lilia Mendoza fungía como Secretaria de la Comisión de Procesos Internos; los dos últimos formaron parte del gabinete del gobernador José Murat.

Por citar ejemplos representativos. Pero pululaban los muratistas de “El Ché”. Y es hasta entendible, porque Alejandro, al haber nacido y crecido en el Estado de México (y en diversas latitudes) carece de un equipo propio de oaxaqueños.

El precandidato “patito”

Hasta un precandidato “patito” de la marca JM solicitó su registro como tal: José Bolaños Guzmán; en la época de Joé Murat, fue funcionario del DIF y diputado local.

José Bolaños se registró a efecto de legitimar la precampaña de Alejandro Murat ante la prohibición legal para los precandidatos únicos.

Hará precampaña, salvo que de última hora el que toma las decisiones en el PRI-Oaxaca decida siempre no otorgarle el registro a José Bolaños.

Choque de equipos

Alejandro Murat tiene dos equipos: Uno integrado por oaxaqueños y otro, por personas de otras entidades, quizá mayoritariamente del Estado de México o de la Ciudad de México.

Los fuereños llegaron abriéndose paso a codazos y empujones. Parte de ellos integraban su staff de prensa, y saltaron la valla para estar cerca de “El Señor” (así le llaman), provocando fricciones con representantes de medios locales.

Pronto puede haber choques entre sus equipos, cuando los fuereños quieran dar órdenes a los oaxaqueños y, viceversa.

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Correo: rosyrama@hotmail.com

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