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Crónica Política: Precampañas fueron simulación; INE desdentado y débil: Arquidiócesis…y tiene razón

Opinión por: Rosy RAMALES

Nada de desperdicio tiene el Editorial “Hartazgo Electoral” del semanario “Desde la Fe”, en el cual la Arquidiócesis mexicana vierte importantes reflexiones sobre las precampañas presidenciales: Lo que deberían ser y no fueron. Pero además cuestiona duramente el papel de árbitro del Instituto Nacional Electoral (INE).

Veamos algunos párrafos del Editorial, publicado ex profeso de la terminación del periodo de precampañas.

“Verdadera simulación electoral”

La Arquidiócesis considera necesario reflexionar sobre “qué tan beneficioso” resultó el periodo de precampañas “en el que se ha atiborrado de dimes y diretes a los votantes, mediante una verdadera simulación electoral que defrauda el propósito de campañas cortas y ‘baratas’”.

Cierto. Esas campañas internas, deberían ser cortas y baratas. Sin embargo, son sesenta días de gastos con un tope de 67 millones 222 mil 417 pesos fijado por el INE; monto máximo que podía gastar cada precandidato presidencial.

¿Gastarían menos? Probablemente más, pero las autoridades electorales ya se encargarán de hacer los ajustes necesarios para evitar rebase de topes y, en consecuencia, la sanción del no registro como candidato del precandidato infractor. Casos se han visto en comicios anteriores a distintos cargos: El INE acuerda sancionar; el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, revierte. O éste ordena sanción cuando el Instituto la omite.

En fin, retomando el tema. “…el bombardeo de spots y anuncios en medios se llevó a cabo de tal forma, que estuvimos expuestos a una campaña plena que contraviene dichos propósitos de la Reforma Electoral, que plantea austeridad y transparencia”, refiere la Arquidiócesis en el referido Editorial.

Ciertamente, fue una campaña plena. Aunque la Reforma Electoral nunca tuvo el propósito de hacer austeras las precampañas. Mañosamente los legisladores (los cuales obedecen a sus partidos políticos) establecieron fórmulas y porcentajes para fijar topes altos.

Lo que sí, la Reforma dio bases para la transparencia en los gastos de precampaña. Sin embargo, siempre queda la duda sobre la exacta fiscalización.

Por lo pronto, en el Editorial dominical del semanario “Desde la Fe” se hace notar lo siguiente: “La mayor opacidad se verifica entre las coaliciones presidenciales. Hasta enero pasado, habían registrado más gastos que ingresos, reportando un excedente de 4.5 millones de pesos. Según el Instituto Nacional Electoral (INE), había ingresos por apenas 660 mil pesos, y gastos por casi 5.1 millones.”


INE, “autoridad desdentada y débil”

Precisamente en ese contexto, la Arquidiócesis cuestiona al árbitro electoral, diciendo:

“Este galimatías demuestra, además, que el INE es una autoridad desdentada y débil, que tiene encima una maraña casi imposible de deshacer de forma pronta y expedita por el bien de millones de personas hastiadas de una farsa democrática y de un aparato electoral groso, que exige más y más dinero, mientras el votante soporta la inflación diaria y el repunte de precios que siguen impactando la magra y empobrecida economía de las familias mexicanas.”

Cierto, esa imagen proyecta el INE.

La Reforma Electoral mediante la cual el Instituto nació como autoridad Nacional, no le dio una dentadura perfecta, pero sí le dio dientes. Sin embargo, los compromisos con todos los partidos políticos la hacen chimuela, en ocasiones per se o en base a resoluciones jurisdiccionales.

Lamentablemente el mal tiene su origen en la misma norma constitucional cuando permite a los partidos (vía sus legisladores) intervenir en la designación de los consejeros y consejeras del Consejo General. La última opción legal es mejor: Que el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación los elija mediante insaculación (procedimiento al azar).

Seguramente los partidos nunca permitirán llegar a la última opción; perderían el control del INE y de manera “equitativa” con el reparto de consejerías.


Infundieron “sentimientos de odio”

Como bien dice el Editorial del aludido Semanario Católico de Información y Formación, desafortunadamente el sistema electoral mexicano favorece el irracional dispendio de recursos y el impacto mediático.

Para la Arquidiócesis, ocurrió lo siguiente:

“Lo que se pretendía que fuera un efectivo acceso a la participación de la ciudadanía, fue reducido a un mero impacto a la masa amorfa de votantes, que no le ha quedado más que ser una destinataria pasiva de mensajes huecos, sentimentalistas, vacíos y sin objetivos en pro el bien común.

 “Lo que se debió haber canalizado a una real formación electoral para los ciudadanos, se destinó a infundir sentimientos de odio y hartazgo político, que desalientan y confunden, lo cual podría causar apatía en la población, debido a la ausencia de propuestas concretas, sólidas y reales, que puedan sacar del atolladero a nuestro país, y mejorar la condición de vida de incontables ciudadanos que viven en zozobra, angustia e incertidumbre. En definitiva, la clase política se aleja cada vez más de nuestras sufrientes realidades.”

La Arquidiócesis tiene razón, salvo en la pretensión del “efectivo acceso a la participación ciudadana”, porque las precampañas son internas; es decir, van dirigidas a los militantes y, en su caso, también a los simpatizantes, pero no a los ciudadanos en general.

Y precisamente en ello hay otro rasgo de simulación: Los partidos políticos y sus precandidatos presidenciales prácticamente realizaron campañas porque todo ese bombardeo de spots los escuchó la población abierta; incluso, en su mayoría fueron spots genéricos, con la respectiva leyenda dicha de manera muy rápida al final de tratarse de un mensaje de precampaña.

Las precampañas fueron, como dice el Editorial, “campañas plenas”.

¿Cómo evitar que la generalidad escuche los promocionales? El INE tampoco lo puede evitar porque los partidos vía sus legisladores mañosamente establecieron en la Constitución Política el acceso a los tiempos de radio y televisión en precampañas.

Lo que sí pudo hacer el INE es evitar los mensajes de odio, y de acusaciones mutuas de corrupción.


La recomendación

En el Editorial del semanario “Desde la Fe”, la Arquidiócesis mexicana recomienda y advierte:

“Si se quiere erradicar el hartazgo, las campañas políticas deben ser atractivas en cuanto a propuestas relacionadas con el bien común, y sobre todo transparentes, para que finalmente deje de ser sólo un morboso ejercicio de pérdida de recursos. La prioridad de los partidos y coaliciones no son ellos mismos, son las personas concretas, de carne y hueso, con alma y espíritu. Un ser humano no debe ser más un botín electoral.”

Tiene razón. Incluso, las campañas que empezarán allá por el último día de marzo próximo, no solamente deben ser atractivas, sino deben basarse en las plataformas electorales y en los programas de gobierno; ambos documentos registrados por el INE.

No campañas negras, no dimes y diretes, no promesas de recompensa, no dádivas; sino ofertas y viables, tampoco un rosario de buenas intenciones irrealizables.


¿POR QUÉ MÁS FUERON SIMULACIÓN?

La Arquidiócesis se quedó corta en sus reflexiones. Las precampañas también fueron verdaderas simulaciones, porque el panista Ricardo Anaya Cortés, el morenista Andrés Manuel López Obrador y el ciudadano José Antonio Meade Kuribreña del PRI, fueron precandidatos únicos.

¿Tienen razón las precampañas cuando son precandidatos únicos? No. Los votantes serán solamente militantes y simpatizantes. Y al final de cuentas serán candidatos porque internamente no tienen rival legal.


YA SALIÓ EL PRIMER CANDIDATO

Este mismo domingo el PAN realizó su elección interna y Ricardo Anaya Cortés casi casi fue aclamado por el panismo del país.

Por lo menos así se entiende cuando en el comunicado alude, de manera preliminar, que el 72% de los militantes de Acción Nacional ejercieron su voto para elegirlo.

Claro, el partido instaló centros de votación en el país para que los más de 281 mil militantes que conforman el padrón del PAN, pudieran votar. ¿Tenían otra opción? No.

La jornada electoral interna no ha tenido más fin que legitimar lo que más bien ha parecido la auto-designación de Anaya.

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Correo: rosyrama@hotmail.com

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